Cuando Calixto Robles le dijo a su padres que quería estudiar para ser un artista, ellos le pidieron: “Sé doctor, o arquitecto”. En su lugar, estudió química industrial en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca y, al recibir su título, decidió migrar a los EEUU. Dejando su hogar en Jalatlaco, en 1983, Calixto y sus pasiones por el arte lo llevaron a Mission Gráfica. Desde entonces ha estado creando arte.

Conocido por su vibrante uso de colores y su apoyo a los movimientos sociales, su próxima exposición ‘Prints for the people’ exhibe 25 serigrafías de técnica mixta que destacan distintas causas políticas y movimientos solidarios. Los carteles que integran esta exhibición serán mostrados en la Galería Juan R. Fuentes de Acción Latina, cuya apertura será el 18 de noviembre de 6-8 p.m., en el 2958 de la calle 24. Nos sentamos con Calixto, de ascendencia mixteca y zapoteca, para conocer más sobre su exhibición.  

¿Platícanos sobre esta exhibición?  

Primero, gracias por la invitación y gracias a Acción Latina por la oportunidad de compartir mi trabajo con la comunidad. Y también gracias al San Francisco Arts Commission por el apoyo para este proyecto. El título de está exhibición se llama “Prints for the People”, (Impresiones para la Gente). Es un proyecto que lo hice pensando en todo lo que está sucediendo en nuestra comunidad y en el mundo. Hay muchos temas. Por ejemplo el COVID, la gente que no tiene casa, la violencia con las pistolas, las matanzas. También hice unos trabajos sobre los nativo americanos, por ejemplo la injusta encarcelación del líder lakota por más de 40 años, Leonard Peltier.

Y también hice unos trabajos sobre las mujeres indígenas nativas americanas y de Canadá y de Alaska que han sido violentadas y asesinadas, raptadas. Y también algunos trabajos sobre la madre tierra, para hacer un poquito de conciencia, pensar un poquito en esos temas. Mi idea era hacer esos trabajos para que cuando la gente los vea, por lo menos por un minuto o a lo mejor más tiempo, piensen un poquito lo que lo que tenemos y lo que está pasando. También hice un trabajo sobre las mujeres, el derecho a la concepción. Ellas tienen el derecho. 

Platícanos cómo comenzó tu carrera como artista?

Desde niño siempre me gustó hacer arte. Dibujando en la casa. Me acuerdo que cuando llovía, yo vivía en una casa muy grande de mis abuelos. Y había un patio grande. Había tierra. Entonces cuando llovía, se formaban las gotas grandes en el suelo. Me gustaba ir y hacer figuras con la tierra. En esa casa grande también había un señor que tenía un horno donde él hacía cerámica. Me acuerdo que a veces íbamos a ver ahí como cuando estaba quemando los platos o las tasas, y todo eso pues se me quedó en la mente. Cuando vine a Estados Unidos, aquí en California en el 83, trabajé como cualquier migrante. En restaurantes, en construcción, moviendo muebles. Pero yo siempre en el cuartito que tenía, siempre estaba dibujando, haciendo acuarelas, cosas con acrílico.

Y después que conocí el Mission Cultural Center en 1986, y gracias a mi maestro René Castro, que en ese tiempo él era director de Mission Gráfica, el taller de serigrafía del centro. Él me invitó a conocer Mission Gráfica. Me quedé encantado de ver la técnica de la serigrafía y ahí empecé a hacer mis cosas. Mi trabajo al principio era muy referente a mis raíces: aztecas, mayas, zapotecas, mixtecas. Pero siempre veía lo que pasa en la comunidad. Las huelgas de César Chávez, la lucha de los inmigrantes. No hacía muchos posters en ese tiempo porque no conocía muy bien la técnica. Pero poco a poquito fui empezando hacer los posters para apoyar a la gente sin casa, el movimiento de gentrificación aquí en la misión. Así es como mezclo mi trabajo interno, qué es espiritual, y ahorita últimamente estoy enfocando un poquito más también a la onda nativo americana, con el póster qué es un poquito así como de protesta. 

¿Cuál fue tu reacción al ver el arte aquí en la misión? 

Caminaba por las calles y me llamó mucho la atención los murales. Pero también algo que me llamó mucho la atención y cuando llegué a Mission Gráfica, en las paredes había muchos pósters de protesta. Por ejemplo había posters para que terminarán la el embargo a Cuba. Había otros posters y apoyando a César Chávez. Había otros posters en contra del Apartheid (Segregación racial) en Sudáfrica, otros posters apoyando a El Salvador, había guerra en El Salvador. Eso fue lo que a mí también me impactó mucho.

Me gustó mucho porque en Oaxaca, es un estado que siempre hay mucha protesta y cuando yo estaba en Oaxaca, los estudiantes, los campesinos siempre andaban haciendo sus manifestaciones en la ciudad para pedir apoyos porque si no hacen eso, el gobierno no los apoya, especialmente en esos tiempos que que el gobierno era mandado por el PRI y el PAN, esos partidos que han estado robando al país por más de 50 años. En esas protestas, nosotros como estudiantes a veces nos metíamos y yo veía como tapizaban las paredes de pósters de protesta, de lucha. Todo eso también me influyó  muchísimo. Cuando vi los posters en Gráfica, dije ‘esto es como Oaxaca. Aquí es el lugar’.

Tocas muchos temas en esta exhibición. ¿Fue difícil? 

Fue un poco difícil al principio. Ya sabía yo el tema, pero ahora conseguir la imagen. Pero mi esposa, Alexandra Blum, me dijo ‘tranquilo, tú has hecho mucho trabajo político. Lo haces casi todos los días apoyando algunos movimientos’. Entonces, ya poco a poco, empezaron a salir. Lo bonito también de este proyecto fue de que a veces, invité a mi hija, Cecile Altagracia, que ahora tiene 15 años. Ella me ayudó en algunos trabajos con algunas ideas y también a veces coloreando algunos trabajos, o a veces corrigiendo algunas formas. Yo no soy muy dibujante, y ella me decía que así es más o menos el ángulo. Y entonces me gustó mucho esa colaboración.