[por Mara Cavallaro; fotos por Jackie Russo]
En el encantado vibrato de su voz, Silvana Estrada encuentra una tensión existencial entre la vulnerabilidad y el poder. Se encontrarán sollozando frente a la belleza, sonriendo a través del dolor y, si escuchan con suficiente atención, comprenderán que todo esto es lo mismo: que hay fuerza en la vulnerabilidad, esperanza en el dolor y semillas plantadas en el suelo de la desesperación.
La cantante mexicana de 25 años describe su nuevo EP, Abrazo, como una luminosa celebración de la vida, en toda su complejidad. La canción destacada del EP, ‘Si me matan’, es una meditación poética sobre la feminidad y una canción de protesta contra el femicidio; se ha cantado en marchas del 8-M y manifestaciones feministas en América Latina después de su lanzamiento.
Este sábado, Estrada ofrece dos espectáculos íntimos en el Bing Studio de Stanford Live en la penúltima presentación de su gira en los EEUU. El Tecolote habló con ella sobre la política del amor, la colectividad y lo que sigue para ella.
Quiero empezar con tus raíces, porque las llevas en tu música. En una entrevista el año pasado dijiste que a veces cuando escuchas música puedes “oír el paisaje”. ¿Puedes hablar un poco sobre esta idea en relación a tu propia música? ¿Cómo tus canciones evocan a Veracruz?
Me gusta mucho la música que se escucha y entiendes mucho más allá de la persona que canta —la música que cuando la escuchas puedes escuchar la tierra, el paisaje, la raíz. Yo intento que mi música sea eso, que sea música muy conectada a la raíz. Aunque muchas veces experimento con otros sonidos y experimento con el folclor, intento siempre mantener mi raíz presente. Mi música guarda mucho la tierra de donde soy, mi pueblo, Veracruz. Especialmente [con] Marchita, lo que es una especie de homenaje también a mi familia, [el hecho de] tener instrumentos como el violín, como cellos, contrabajos, violas, [y] que todo sea grabado con instrumentos de madera, en una casa de madera, en el campo, es un homenaje a la manera en que crecí, porque mis padres son luthiers y ellos construyen esos instrumentos. Yo también crecí en una casa en el campo, entonces estoy muy conectada con la naturaleza. Crecí en medio de las plantaciones de café y de los ríos. Intento que todo eso —esta especie de hogar— se escuche cuando canto… para que todo el mundo que quiera sea parte de él.
¿Cuál fue el proceso de composición de las canciones de ‘Abrazo’?¿Cómo se compara con el proceso de escribir ‘Marchita’?
Abrazo, este EP, lo escribí en cuarentena. Es muy loco porque Marchita es un disco que es mucho más introspectivo, mucho más solitario… pero [fue escrito] justo en la normalidad de antes de la pandemia. Y Abrazo es una mezcla de canciones que escribí por la época de Marchita pero que eran tan alegres que no podían estar en el disco… ‘Aquí’ [y] ‘Si me matan’, sí son canciones que escribí durante la pandemia y son canciones que creo que evocan mucha esperanza, mucha fé, mucho [de lo] vivido en el presente, mucha conexión. Justamente dentro de mi soledad de la pandemia —estar sola, encerrada— valoré mucho la colectividad, valoré mucho la sonoridad. Esa es la gran diferencia entre Marchita y Abrazo. Marchita es un disco muy solitario que es un viaje hacia dentro, hacia el propio corazón. Es un viaje muy obscuro, como entre cavernas, poquita luz. Y Abrazo es para mi un disco super luminoso, es todo el contrario. Es celebrar la vida, celebrar el amor, celebrar la colectividad. Celebrar las mujeres, defendernos, vernos unidas. Es fuerte. Tuvo que venir una pandemia y alejarme de mi gente para realmente valorar la amistad, la conexión, la comunidad. Es bonito. Me gusta mucho este EP porque me habla de una manera que me hacía falta escuchar.
Me gusta mucho esta idea del entrelazamiento del amor y la colectividad. Sé que en una entrevista con Ecleen Luzmila Caraballo dijiste que querías hacer una democracia del amor que sientes, que “No se lo voy a dar todo a un hombre… porque tengo todo este amor. Quiero dárselo a mi madre, a mi padre, a mis hermanos, a mis amigos, a mí misma… a mis plantas, a mis mascotas, al mundo”. ¿Puedes elaborar esta idea y como se refleja en el EP Abrazo?
Cuando hablo de esta colectividad en canciones como ‘Se me ocurre’, [o] ‘Brindo’, creo que justamente me replanteo el amor como una fuerza colectiva —como un material emocional que creo que hemos aprendido muy mal. Nos han enseñado a través del amor romántico que todo nuestro amor una vez que tenemos una pareja tiene que ir direccionado a esta pareja, y creo que muchas veces dejamos de darlo primero que nada a nosotras mismas, y luego a nuestras amigas, a nuestras familias. En canciones como ‘Brindo’, o ‘Se me ocurre’, hablo de celebrar los amigos, de sí celebrar las conexiones pero celebrarlas todas. Dar las gracias por el amor que es maravilloso en todos sus facetas pero no olvidarnos de que es una fuerza que nos envuelve a toda la humanidad. Generar una democracia afectiva es muy difícil porque [crecimos] con todas las historias de las princesas que están solas en el mundo hasta que llega un hombre y las salva, y todo su amor se lo dan solo a su hombre. Creo que estas historias han hecho mucho daño e intento en mi música—que es muy romántica—hablar del amor desde un hogar mucho más soberano. Mucho más igualitario.
Pienso no solamente en la idea de amor como fuerza colectiva sino también como fuerza política. Veo esto con ‘Si me matan’.
Claro. ‘Si me matan’ [tiene] esta esperanza y este amor como capacidad política de entender un conflicto e incluso de luchar contra el conflicto. Ahora mismo en México el simple hecho de tener esperanza en que las cosas cambien involucra luchar. Es muy complicado ahora hablar de amor dentro del feminismo porque estamos viendo cosas terribles, las mujeres estamos en un momento [difícil] —siempre— pero este año en México han pasado cosas bastante violentas. En el mundo, lo que está pasando en [Irán]… siento que las mujeres estamos en un momento de mucho enojo y de mucha lucha, y el motor político que yo encuentro más sano para mi… es el amor. El cariño, las ganas de verme feliz y ver feliz a mi comunidad, creo que [es] mi motivación para tener opinión, para involucrarme con las causas que considero justas.
Es interesante también la idea que Abrazo es alegre, porque cada vez que escucho ‘Si me matan’, por ejemplo, lloro. ¿Cuál es la línea entre el dolor y el amor?
Es interesante la pregunta porque claro, Abrazo es un EP sobre la esperanza, la alegría, sobre la comunidad. Pero claro, ‘Si me matan’, a mi también me hace llorar, es [una canción] muy honesta y muy dura sobre lo que significa ser mujer. Yo creo que esta línea entre dolor y el amor y la alegría y la esperanza se difumina mucho cuando narras honestamente lo que sucede en tu realidad, porque hay de todo. Cuando yo quise hacer ‘Si me matan’ y quise hacer una canción que fuera una narración real de lo que yo sentía al ser mujer en este país, me di cuenta que incluso dentro de mi dolor y de mi pena, y de mi miedo había mucho amor, y por suerte todavía había esperanza. Eso lo quise meter porque convive dentro de nosotras todo el tiempo. Dentro de nuestro miedo y de nuestra soledad en sentir que tenemos muy difícil y que nadie nos cuida y que nadie nos defiende políticamente… existe la esperanza, y existe el amor. Todo eso está adentro. Creo que ‘Si me matan’ me ayudó a entender que estas líneas entre emociones se difuminan todas y son una sola cosa, que es nuestro sentir, nuestra existencia.
Para los que no conocen el contexto de ‘Si me matan’ —¿Para quién es? ¿Qué te motivó a escribir la canción?
Tardé mucho tiempo en escribir [‘Si me matan’] porque fue muy difícil encontrar las palabras. Es una historia de hace varios años cuando una chica [Mara Fernanda Castilla] —en ese momento era de mi edad, ella y yo, 19— y ella tomó un [viaje compartido] a casa de noche y no la volvieron a ver hasta que encontraron su cuerpo. Es una historia terrible, triste, y espantosa, pero la escuchamos todos los días, lamentablemente. Lo que más me impactó y lo que más nos impactó como mujeres en la sociedad mexicana [fue] la cantidad de noticieros [y] de informadores de radios que le echaron la culpa a ella con el argumento de ‘pues si la mataron, eso le pasa por salir sola de noche’. Y eso generó mucho dolor en nuestras comunidades, en nuestras mujeres, y comenzó un hashtag maravilloso, ‘SiMeMatan’, porque en México pasa mucho que si matan a una mujer siempre le echan la culpa… Siempre [digan que] es nuestra culpa, es terrible, y lo he visto desde que soy niña y siempre ha sido un tema que me ha impactado mucho, la deshumanización de las víctimas en este país. Es un tema de racismo, clasismo, de mil cosas. Entonces empezó #SiMeMatan y tú dejabas escrito en Twitter o donde fuera que querías que dijera de ti…‘Quiero que digan que fui madre de tres hijos, que trabajé, que estudié, que luché siempre por lo que quise’ y tal. Mucha gente empezó a escribir, a dejar escritas cosas que querían que se dijeran para que no se inventaran cualquier cantidad de estupideces sobre nuestras vidas.
Desde los quince años viajo sola, vivo de noche, toco en bares. Terminaba de tocar y pedía un Uber, me iba al aeropuerto —todo sola, siendo mujer en este país. Era muy impactante pensar que para mi, si me matan van a decir que soy una mujer completamente incorrecta, porque para [los] ojos de una sociedad machista, y conservadora, pues lo soy, ¿no? Entonces quise dejar mi propia carta, hecha canción. Tardé muchos años en encontrar las palabras porque primero estaba muy enojada y acababa escribiendo desde el odio, desde el rencor, [pero] me pareció muy importante que justamente no necesitábamos una canción así… [Quería] esperanza —volver al amor como motor político.
Cuando hubo marchas super fuertes en Colombia, en las plazas ponían en las bocinas esta canción. Las 8-M en Latinoamérica… cantan esta canción cuando marchan. Estoy muy orgullosa y muy agradecida.
Pensando en el futuro —hay una línea muy clara entre Marchita y Abrazo. ¿Hay algún plan para lo que sigue? ¿Qué esperas?
¡Sí! En la cuarentena hice muchísimas canciones y tengo todo un disco de canciones nuevas que estoy trabajando y quisiera sacarlo el próximo año, probablemente en el verano. Estoy muy emocionada, son canciones que me gustan mucho… otra vez de amor y desamor [risa] pero porque es el tema que más me gusta, y eso. Estoy contenta de estar de vuelta en México para poder justamente trabajar todo este material y poder estarlo presentando por lo antes posible.