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El silbido de frenos de aire anuncia la llegada del autobús azul cielo del Muni en cuyo letrero se puede leer “Una ducha a la vez”, conforme se detiene en las calles 16 y Capp.

Fundada en junio de 2014 por Doniece Sandoval —con la ayuda de organizaciones como el Mission Neighborhood Resource Center, la Agencia de Transporte Municipal de San Francisco (SFMTA, por sus siglas en inglés) y Google— Lava Mae es una organización no lucrativa que ha adaptado autobuses del Muni que están fuera de circulación, para convertirlos en regaderas y aseos para indigentes de la ciudad.

Sandoval dijo que la alta cifra de quienes carecen de acceso a servicios esenciales de higiene sirvió de inspiración para Lava Mae, cuya idea fue finalista en el Google Impact Challenge 2014 y recibió $100,000 para iniciar el proyecto.

“Te da la sensación como si estuvieras en tu propia casa y sólo has salido de la ducha”, dijo Dianne Washington, un graduado de la Universidad Estatal de San Francisco que cuenta con licenciatura y una maestría en Humanidades. Washington no tiene casa y ha estado utilizando los servicios de Lava Mae por un mes.

De acuerdo con el Censo y Encuesta San Francisco Homeless Point -In-Time de 2015, hay 6,686 adultos sin hogar en la ciudad (250 más que en 2013) y 853 jóvenes. El trabajo de Lava Mae no ha pasado desapercibido por la comunidad de indigentes de la ciudad.

“La organización nos ha servido de profesora. Ha cambiado realmente mi vida”, dijo Javier León, otro indigente que se ha beneficiado de los servicios de la organización. “La mejor parte es que no nos miran con desprecio ni nos ven diferente”.

Sin embargo, a pesar de estar teniendo un impacto en la comunidad indigente de la ciudad, los organizadores de la Lava Mae dicen que todavía queda trabajo por hacer.

“Parte de nuestros planes para el futuro es trabajar con otros proveedores de servicios”, dijo el gerente de Lava Mae Servicio Móvil, Michael McMorrow: “Tenemos dos autobuses en servicio y el plan de rehabilitar otros dos. También estamos planeando conseguir un remolque ducha”.

El Mission Neighborhood Resource Center —un programa comunitario del Mission Neighborhood Health Center (MNHC)— ubicado en el número 165 de la calle Capp, fue el primero en asociarse con Lava Mae. La función del centro consiste en distribuir información entre sus miembros referente a nuevas rutas o cambios de horario.

Cómo funciona
El registro para ducharse se debe hacer en el centro antes de utilizar el servicio de Lava Mae, donde el personal y voluntarios utilizan un iPad para registrar a los solicitantes.

“No se requiere identificación, sólo un nombre y apellido”, dijo Alejandro Valadez, representante de programas comunitarios del MNHC.

Las paredes del autobús están cubiertas con pintura azul cielo y una iluminación fluorescente. La luz que ilumina desde el techo lo hace de tal manera que da la sensación de limpieza y frescura al usuario.

Con dos duchas por autobús, cada unidad ofrece control digitalizado de ducha, inodoro, lavabo y pequeño vestíbulo, con interfón situado al interior de cada ducha para casos de emergencia.

Las personas con discapacidad y sus familias pueden usar la regadera que también ha sido acondicionada para ser accesible en silla de ruedas por la parte delantera del autobús, mientras que otros clientes utilizan la que está ubicada en la parte posterior. Lava Mae ofrece a sus usuarios champú, toallas y calcetines frescos.

“Me siento muy limpio”, dijo Washington. “Proporcionan jabón Tea Tree, lo cual es bueno para eliminar los gérmenes”.

Lava Mae también acepta donaciones tanto en efectivo como en forma de kits de higiene que puedan llevar consigo los usuarios. Los artículos donados más comunes incluyen máquinas de afeitar, champú, pastillas de jabón, cepillos de dientes, pasta dental, cotonetes y desinfectante para manos.

“Me gusta pensar que proveemos un buen servicio porque las regaderas están limpias y ofrecemos productos para el aseo personal”, dijo Valadez.

El agua para las duchas se extrae de los hidrantes de incendios utilizando una llave de riego ajustable. El autobús tiene tanto cuarto de motor como sala de máquinas, donde un calentador de agua de 50 galones es alimentado por un tanque de propano.

Además de las donaciones, Lava Mae depende en gran medida del voluntariado, como Matthew Stone.

Voluntario por primera vez y residente de la Misión durante 10 años, Stone escuchó sobre Lava Mae, mientras donaba para una campaña Kickstarter.

“Me gustó mucho la idea de ayudar a que la gente de la Misión esté limpia y se pueda duchar”, declaró. “Lava Mae podría ayudarles a tener posibilidades de conseguir un trabajo al verse más presentables”.

Lava Mae tiene ahora un total de cinco paradas: dos en Tenderloin, uno en Castro, uno en el Centro Cívico  y uno en la Misión. El Mission Neighborhood Resource Center fue la primera parada de Lava Mae. El autobús funciona de martes a sábado, con un horario de servicio que varía dependiendo el día y la ubicación.

Sólo se disponen de 10 minutos para ducharse en Tenderloin, debido a la gran cantidad de usuarios. Por el contrario, en la Misión se permiten hasta 15 minutos por ducha y las familias disponen de hasta una hora.

“El límite de tiempo ha sido un éxito”, dijo el voluntario de Lava Mae, Bruce Orzalli. “No ha habido quejas desde que estoy aquí”.

Lava Mae ha cambiado la vida de las personas como Washington y León, y da la bienvenida a todos a participar donando tiempo o suministros.

“Lava Mae no busca erradicar la indigencia”, declaró Sandoval en una publicación hecha en la página web de la organización. “Lo que hacemos es proveer higiene porque creemos que ésta ofrece dignidad y la dignidad brinda oportunidades”.

Lava Mae también ofrece un proceso de ocho pasos sobre cómo iniciar su propio Móvil de Higiene. Para mayor información, visite el sitio web Lavamae.org.

— Traducción Katie Beas