Karen Van Dine muestra las piezas de arte que pudo recuperar de su estudio en 2590 Mission Street después del incendio de 4 alarmas el 28 de enero. Décadas de su trabajo fueron perdidas durante el incendio. Foto S. Thollot

Por Alexis Terrazas

Aunque no era su casa, perder el departamento 217 tras el incendio de cuatro alarmas que envolvió al edificio ubicado en las calles 22 y Misión el 28 de enero, realmente afectó a Karen Van Dine.

“Empezar completamente de nuevo, a esta edad, es muy terrible”, dijo Van Dine, quien observó el incendio con horror desde su televisión esa noche.

Durante 15 años, la obra de la vida artística de esta señora de 73 años estuvo albergada en un estudio del segundo piso. En una habitación grande donde alguna vez estuvieron grabados, dibujos y una serie de arte que incluía 112 pequeñas cajas con elementos escultóricos, todo quedó destruido y mojado en el suelo junto a escombros. En su primer viaje hasta su lugar de trabajo para recuperar sus pertenencias, solo tuvo cinco minutos para recoger lo que no se perdió.

Mientras tanto, decenas de negocios principalmente propiedad de latinos, perdieron mucho más.

“Siento completa compasión por mis vecinos. Han perdido sus medios de vida —su principal forma de ingreso”, dijo Van Dine. “Doy gracias a Dios por ese tipo que organizó la recaudación de fondos para los inquilinos, porque todavía se encuentran en una posición extremadamente difícil. No puedo imaginar por lo que están pasando”.

Ese tipo es Zack Crockett, de 26 años de edad, que a través de la campaña GoFundMe recaudó más de $180,000 para los 54 residentes desplazados en las calles 22 y Misión. Crockett se asoció con la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA, por sus siglas en inglés) para distribuir esta cifra entre las familias desplazadas.

Muchos negocios en 2590 Mission Street fueron forzados a trasladarse, o enfrentan un futuro incierto, después del incendio de 4 alarmas del 28 de enero. Foto Bridgid Skiba

MEDA entra en acción

Siguiendo el rumbo de Crockett, MEDA inició el 20 de febrero una campaña similar de recaudación de fondos a través de Tilt.com para apoyar a los 36 negocios desplazados y los 71 empleados. Hasta el momento, MEDA ha recaudado $1,354 de su meta que es de $100,000.

“Realmente es un pequeño microcosmos de la ciudad”, dijo Van Dine. “Nuestros pequeños negocios, que son interesantes y divertidos, están desapareciendo. Económicamente, no hay espacio para nosotros en la ciudad. No hay lugar en la Misión”.

“El barrio perdió mucho esa noche en el fuego”, dijo el Gerente Principal de Contenido de Marketing de MEDA, Christopher Gil. “Estamos tratando de ayudar a la gente a encontrar espacios por todo el barrio, obviamente no es fácil con esta economía”.

MEDA también ha expresado interés en comprar el edificio de las calles 22 y Misión a través de su equipo de bienes raíces, aunque Gil reconoció que las conversaciones son preliminares y que se ha enviado una carta mostrando interés al dueño del edificio, Hawk Lou.

“Básicamente nada se ha construido durante los últimos 10 años en la Misión que sea asequible. Estamos tratando de hacer algo al respecto”, dijo Gil.

Aunque el edificio incendiado cumple con los criterios de MEDA como uno de los que le gustaría ayudar a conservar en el vecindario, lo harían a través del Programa Pequeños Sitios de la Ciudad (SSP, por sus siglas en inglés).

El nuevo programa SSP ayuda a mantener viviendas asequibles y se ha ampliado para incluir edificios residenciales con algunos espacios comerciales.

“[Eso] es lo que haríamos si pudiéramos comprar ese edificio”, dijo Gil. “Que todos los inquilinos regresen, los negocios, los que quieran regresar. Obviamente todavía tendrían su control de alquiler”.

Difícil camino por delante

Mientras MEDA espera respuesta de Lou, los dueños de negocios desplazados sopesan tristemente sus opciones.

“No sabemos qué va a pasar con [ninguno] nosotros. Siguen hablando de, ‘Oh, podríamos darle un préstamo’. Pero no vemos ninguna mejora”, dijo Reyna Portillo, dueña de Kosa Bella. Portillo tuvo por casi 10 años dos tiendas de ropa en el primer piso del edificio dañado. “Estamos buscando un nuevo espacio para cambiarnos, pero la renta es muy cara aquí en la Misión. Como he dicho, no sabemos qué va a pasar con [ninguno] nosotros”.

Portillo fue uno de los tantos de dueños de negocios que se reunieron en el campus Misión del City College de San Francisco, buscando ayuda de la Oficina de Desarrollo Laboral y Económico. Muchos asistieron a la reunión con la intención de conocer sobre sus derechos, especialmente desde que el San Francisco Chronicle, apenas unos días antes de la reunión, el 17 de febrero, publicó un artículo citando violaciones de seguridad incurridas por años en ese edificio de la calles 22 y Misión.

“En un complejo residencial, tienes muchas protecciones [como] inquilinos… existen normas que un propietario debe procurar en la propiedad. Eso no sucede en un contrato de arrendamiento comercial”, dijo Miya Saika Chen, abogada del Comité de Abogados por los Derechos Civiles de la Bahía de San Francisco, que han sido asignados para ayudar de forma gratuita a los empresarios desplazados. “La ley asume que eres un negocio inteligente negociando con otro similar. Eso significa que todo —la ley— está en tu contrato, que es parte del arrendamiento”.

Chen continúa explicando que “99.9 por ciento” de los arrendamientos comerciales están construidos para favorecer al propietario y, generalmente, incluyen que el dueño del negocio y no el propietario, sea responsable del mantenimiento de la propiedad.

“Lo que la gente no sabe es que puede negociar cada cláusula del contrato”, dijo Chen. “Respecto a esta gente, mi sensación es que van a tener que entrar en nuevos alquileres y espacios. Así que es imprescindible firmen un buen contrato que los proteja y evite una situación como esta”.

Chen dijo que los dueños de negocios podrían renegociar sus contratos después de firmados, pero que dependerá de “la bondad del propietario”. Los dueños de negocios han intentado contactar al propietario, Lou, para hablar acerca de sus contratos, pero hasta la fecha, no han tenido éxito.

Lou, por consejo de su abogado, se ha abstenido de emitir comentario alguno sobre el incendio o de lo que les depara a sus inquilinos.

Para donar, visite /www.tilt.com/campaigns/mission-fire-business-fund/