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La celebración del Carnaval de San Francisco está lista para calentar a la Misión este fin de semana del Memorial Day con música, danza, espectáculos, comida y más actividades.

El tema de este año, Agua Sagrada-¡Cada Gota Cuenta!, hace referencia a la sequía actual de California.

“Sin agua, no podemos vivir y existir”, dijo Roberto Hernández, productor ejecutivo del Carnaval. “A través de la música, la danza y el Carnaval, nosotros, de una manera artística y divertida, vamos a enfrentar a la sequía y la crisis”.

El Festival Carnaval 2015 de San Francisco es el sábado y domingo, 23 y 24 de mayo de 10 a.m. a 6 p.m. en la calle Harrison entre las calles 16 y 24. El Gran Desfile será el domingo 24 de mayo, comenzará a las 10 de la mañana en la esquina de la calle 24 y Bryant, dirigiéndose hacia el oeste de la calle Misión. A partir de ahí, irá hacia el norte por la calle Misión hasta la calle 17, donde girará hacia el este en la avenida de South Van Ness.

Con una historia profundamente arraigada en la Misión, el Carnaval ha crecido de ser una celebración pequeña en el barrio para convertirse, luego de treinta y siete años de realización, en un evento de San Francisco y del norte de California, dijo el fotógrafo Lou Dematteis, quien fotografió a los primeros cuatro carnavales.

Era un domingo a finales de febrero de 1979 cuando miles de personas llenaron el parque ubicado a sólo una cuadra al sur de la calle César Chávez —cuando se llamaba calle Army— para celebrar el primer Carnaval de la ciudad.

Dematteis recordó que entonces no había vallas que impidiesen el paso a las personas que querían unirse al desfile.

“En realidad, era mucho más participativo porque había varios grupos, pero luego había… los espectadores que se metieron en la [escena]”, dijo Dematteis. “Fuimos por el parque un par de veces y luego [los espectadores] se pusieron en la parte de atrás del desfile y fue estupendo. Era más como un evento del barrio”.

El segundo año, el Carnaval tuvo lugar en el Parque Dolores con un grupo mucho más grande.

“No teníamos ni idea de cuántas personas iban a estar allí y terminamos con cerca de 30,000 personas, eso fue una gran sorpresa”, dijo Dematteis.
El desfile tomó la calle Misión, yendo por la calle 24 a la calle Misión hasta la calle 19 y luego hasta la calle Dolores.

Dematteis dijo que el Carnaval creció el segundo año por los comentarios de los diversos grupos de baile, músicos y low-rider del Distrito de la Misión.

El tercer año llegó hasta el Centro Cívico con lo cual, según Dematteis, pasó de ser un evento del barrio a un evento de toda la ciudad.

Después del tercer año, la ciudad declaró que el Carnaval necesitaba encontrar un lugar permanente para su realización anual. Ese lugar fue la calle Harrison. Con la reubicación del Carnaval, esa calle cambió luego de que se retiraron las vías del ferrocarril, fue repavimentada, se plantaron árboles y el mural Carnaval fue pintado sobre el edificio de PG&E entre las calles 18 y 19.

“Comenzamos con solamente unas pocas cuadras en la calle Harrison y entonces empezó a crecer”, dijo Hernández. “Más y más personas vinieron y ahora más de 400,000 personas [cada] día el fin de semana del Memorial Day”.

Dematteis cree que el secreto de la capacidad del Carnaval es su diversidad.

“Es un evento fantástico que reúne a todas las razas, todos los grupos étnicos, todas las nacionalidades. Todos ellos se unen y es una gran expresión de arte y lo que queremos de nuestra comunidad —todos trabajando juntos”.

Entre los cambios en la Misión, Hernández señala que hay algunas tensiones, pero dice que el Carnaval es la ocasión para celebrar el espíritu y la cultura de la comunidad.

“El Carnaval es el momento en que levantamos la bandera. Llevamos la bandera y decimos: ‘Este es nuestro barrio, esta es nuestra cultura. Aquí estamos, no nos vamos”, dijo Hernández. “Hemos tenido algunos… techies que no les gusta el Carnaval… y amenazan con apagarlo, y yo les digo ‘Dale’”.