Los EEUU, actualmente líder mundial en el número de infectados con coronavirus COVID-19, está en la cima de la pandemia, dijo un panel de expertos médicos y defensores de la salud comunitaria a los periodistas el 27 de marzo.

Este país ha registrado más de 136 mil infecciones y aproximadamente 2,400 muertes, según datos de la Organización Mundial de la Salud aportados el 26 de marzo durante una teletransmisión organizada por Ethnic Media Services y patrocinada por la Fundación Blue Shield of California, la cual contó con dos médicos que hablaron desde la primera línea de la crisis de salud global: Tung Nguyen de la Universidad de California, San Francisco, y Daniel Turner-Lloveras de Clínica Médica Harbor UCLA.

Turner-Lloveras dijo que un gran porcentaje de la comunidad inmigrante depende de las instalaciones de salud pública, pero teme buscar atención debido a la nueva regla de carga pública que la administración Trump lanzó el 23 de febrero, la cual establece que a inmigrantes que busquen cualquier forma de público federal se les podría negar el estatus de ayuda permanente en el país.

Pero en un comunicado el 13 de marzo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos declararon que buscar tratamiento para problemas de salud relacionados con COVID-19 no afectaría negativamente a ningún extranjero como parte de una determinación futura de carga pública.

En una alerta del 27 de marzo, la agencia aclaró: “La regla de la carga pública no restringe el acceso a las pruebas, la detección o el tratamiento de enfermedades transmisibles, incluyendo COVID-19. Además, la regla no restringe el acceso a las vacunas para niños o adultos para prevenir enfermedades prevenibles por vacunación.”

El aviso del 27 de marzo también declaró que podría haber una excepción, con respecto a la otorgación de ciertos beneficios públicos en efectivo y no monetarios. “La norma exige que el USCIS considere la recepción de ciertos beneficios públicos en efectivo y no monetarios, incluyendo los que pueden utilizarse para obtener pruebas o tratamiento para COVID-19 en una determinación de inadmisibilidad de cargo público, y para fines de una condición de beneficio público aplicable a ciertos no inmigrantes que buscan una extensión de estadía o cambio de estado,” declaró la agencia.

La alerta se puede leer aquí en su totalidad: https: uscis.gov/greencard/public-charge.

Alrededor del 43% de los inmigrantes indocumentados no tienen seguro de salud, dijo Turner-Lloveras: “No podemos contener un brote de virus al brindar atención solo a parte de la población. No podemos contener con éxito un brote si hay personas entre nosotros que tienen miedo a buscar atención”..

El innovador en salud pública Rishi Manchanda, fundador de HealthBegins, dijo que la pandemia afecta desproporcionadamente a inmigrantes y personas de color; mientras que el psiquiatra Sampat Shivangi, que actualmente se desempeña en el Consejo de Salud Mental y Abuso de Sustancias de la actual administración presidencial, habló sobre el efecto psicológico del autoaislamiento y el posible aumento en el abuso de sustancias.

La veterana activista Manju Kulkarni, directora ejecutiva del Consejo de Política y Planificación del Pacífico Asiático (A3PCON), informó a los periodistas sobre el aumento de los crímenes de odio contra la comunidad asiáticoamericana a raíz de la pandemia.

Por su parte, Nguyen dijo que “nunca había visto a médicos tan asustados por una infección. Podríamos estar viendo un millón de infecciones para la próxima semana y cuatro millones para el próximo mes”.

Ilustración: Korina Esther Moreno

El virus es mortal: 15 a 45 de cada mil infectados morirán de una enfermedad relacionada con COVID-19, dijo Nguyen, señalando que los ancianos son particularmente vulnerables. No existe una vacuna para la enfermedad, y los EEUU se encuentra a 12 o 18 meses de desarrollar una. No existe cura, dijeron los expertos médicos en el panel, advirtiendo contra la información errónea difundida sobre el uso de hidroxicloroquina, un medicamento contra la malaria que el mismo Trump ha promocionado como una posible cura contra el coronavirus.

“Necesitas quedarte en casa”, enfatizó Nguyen. Los métodos más efectivos para evitar el virus son el aislamiento social y evitar tocar objetos y superficies. Para las comunidades de color e inmigrantes, que tienden a vivir en hogares multigeneracionales, es imperativo que al abandonar el hogar para trabajar, se laven y cambien de ropa antes de regresar con sus familias. El virus puede estar en el aire hasta por tres horas. Puede vivir en cartón por hasta 24 horas y en plástico y acero por 72 horas, dijo el médico de la UCSF.

Actualmente, la ciudad de Nueva York está experimentando lo peor de la pandemia, dijo Turner-Lloveras, y sus hospitales sobrecargados carecen de suministros médicos para tratar a todos los pacientes enfermos. Los hospitales de California, que tuvieron una semana adicional para prepararse, pueden estar mejor equipados para manejar el aumento. Están tratando de diagnosticar adecuadamente, utilizando la telemedicina y otros recursos para evitar la afluencia masiva de gente.

Turner-Lloveras ha trabajado con comunidades de bajos ingresos en Los Ángeles y aboga para que los hospitales sean ‘zonas libres de ICE’, limitando el acceso de los agentes de inmigración para que no puedan arrestar y detener a las personas que buscan atención médica. También habló en contra del hacinamiento en los centros de detención de ICE que pueden aumentar la propagación comunitaria del virus.

Rishi Manchanda también ha trabajado en comunidades de bajos ingresos del centro sur de Los Ángeles. Dijo a los periodistas que la pandemia afecta desproporcionadamente el bienestar económico de las personas de color y la comunidad inmigrante, así como su salud: “Es difícil no trabajar para muchas comunidades de color. Los salarios más bajos y la cobertura de seguro insuficiente limitan su acceso al tratamiento y a menudo los obliga a trabajar incluso mientras están enfermos, lo que aumenta el riesgo de exposición”, aseveró. Además, muchas minorías viven en grandes ciudades, con frecuencia en viviendas públicas, lo que las pone en mayor riesgo de infección. Y los miembros de las comunidades étnicas a menudo trabajan en empleos de mostrador, como los empleados de tiendas de abarrotes, y utilizan el transporte público para llegar a sus trabajos, lo que resulta en tasas más altas de exposición.

Manchanda agregó que el acceso limitado a las pruebas, las barreras del idioma y las enfermedades subyacentes, como la diabetes y las enfermedades cardíacas que afectan desproporcionadamente a ciertas minorías, ponen a los inmigrantes y minorías en mayor riesgo de infección y muerte.

El aumento de la xenofobia contra los asiáticoamericanos es real, refirió Kulkarni, citando el caso de un niño que en la escuela recibió 20 puñetazos en la cabeza porque otro pensó que era asiático. A3PCON ha recibido 750 informes de delitos de odio relacionados con COVID-19 en el último mes, dijo.