El coro en el Mission Neighborhood Center durante su primer concierto el pasado julio. The Mission Neighborhood Center during their first concert last July. Photo Mieke Strand

Después de sufrir asma por años, Isabel Heredia de 75 años finalmente encontró que respiraba perfectamente a ritmo. “Me siento mucho mejor”, dijo ella. Heredia ha pasado los últimos seis años cantando en un coro en el Mission Neighborhood Center (MNC).

MNC es uno de los 12 grupos en la Comunidad de Voces, una prueba clínica conducida por la Universidad California de San Francisco en sociedad con The San Francisco Community Center. El programa está tratando de probar el lado científico de beneficios a la salud de ciudadanos mayores cantando.

Doce diferentes grupos de coros de ciudadanos mayores de San Francisco estarán participando en el estudio de cinco años. Dos de ellos están en el Distrito de la Misión: un grupo en el Mission Neighborhood Center, que ya completaron los primeros seis meses del estudio, y otro en el Centro Latino de San Francisco, quienes apenas empezaron este último noviembre.

Ambos grupos, con 15 personas mayores cada uno, el total 60, se juntan una vez a la semana para una hora y media de práctica de canto. La mayoría de los cantantes no tiene experiencia musical previa, pero Martha Salazar, la directora de los dos coros, explica que no es un problema ya que están aprendiendo desde lo básico. “Les enseñamos todo: cómo cantar, cómo respirar y la postura correcta. “Ellos empiezaa sentirse orgullosos de sí mismos”, dijo Salazar.

El autor del estudio, el profesor y doctor Julene Johnson de la UCSF explicó que la investigación se ha enfocado en medir la salud y el bienestar previo a la participación en el coro, para luego comparar estos datos con la información reunida después de haber participado en él. Johnson cree que los mayores puede mejorar la fuerza en la parte baja del cuerpo, lo cual puede ser una buena manera de evitar daños comunes entre adultos mayores. Él también sugiere que su percepción cognitiva puede ser impactada positivamente.

Johnson también enfatiza el poder del apoyo social y la importancia de valores y antecedentes culturales en el estudio:

“la parte Durante el ensayo semanal, el efecto terapéutico es especialmente bien cantado en una de las letras de ‘Cielito Lindo’ una canción popular mexicana que invita a todos a cantar en lugar de llorar (“ay ay ay ayyyyy, canta y no llores…”).

“Yo nunca he dudado que cantar sea una manera muy buena de ayudar a mejorar la salud, pero ahora estamos teniendo la oportunidad de probarlo científicamente”, declaró Salazar.

Con el apoyo de un donativo de $1.9 millones, de parte del National Institute of Health, el estudio de Johnson puede revelar resultados que podrían ayudar a los centros de adultos mayores a confiar en fondos del gobierno para proveer evidencia sustancial de que hay programas con sus costos efectivos que garantizan mejoras para servir a sus comunidades. Cada coro estará cantando en el estudio por un año. La pregunta entre los participantes es qué sucederá después. Martha cree y tiene la esperanza de que puedan seguir cantando integrándose a diferentes coros comunitarios.

“Nosotros les proveeremos probablemente en apoyo financiero, pero si ellos quieren seguirle… no le cerramos las puertas a nadie”