El asambleísta David Chiu en conferencia de prensa en la iglesia Santa Inés, el 24 marzo de 2017. Chiu se unió a la Federación Laboral de California, SEIU y la comunidad para presentar la Ley de protección a trabajadores inmigrantes (AB 450), en respuesta a las redadas ilegales que se llevan a cabo en los lugares de trabajo. Cortesía: Office of Assemblymember David Chiu

Durante los seis primeros meses de la actual administración, se han visto más ataques a nuestros derechos civiles que en décadas. La Casa Blanca ha intentado implementar políticas que tienen en la mira las comunidades latinas, musulmanas, afroamericanas, LGBT e inmigrantes de nuestra nación. Como californianos, hemos llevado la protesta a las calles pero también necesitamos proponer nuevas leyes que protejan a nuestra comunidad.

Al comienzo del año, presenté el Proyecto de Ley 450 —Acta de Protección de Trabajadores Inmigrantes— para establecer garantías sólidas hacia los trabajadores inmigrantes de California. La AB 450 evita que agentes federales de inmigración lleven a cabo redadas en el lugar de trabajo mientras quebrantan las garantías de los empleados. La AB 450 le exige al Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) obtener una orden judicial antes de llevar a cabo cualquier intervención y le impide obtener información confidencial del empleado sin previo citatorio. Se estima que 1 de cada 10 trabajadores en California carece de la debida documentación debido al fracaso de Donald Trump y sus aliados republicanos de no aprobar una reforma migratoria integral. Los trabajadores inmigrantes de California (la sexta economía del mundo) hacen la mayor parte del trabajo, el más pesado y el peor remunerado. Es inconcebible que nos beneficiemos de esa labor sin proteger sus derechos a su privacidad y seguridad en su ámbito laboral.

La AB 450 también dejará en claro las acciones a tomar por parte del empleador cuando agentes del Servicio de Inmigración y Aduanas (ICE) tomen como blanco los negocios. Así como Trump ha emitido órdenes ejecutivas inconstitucionales, ha prometido contratar diez mil agentes más para ICE, así como un incremento del 40 por ciento en arrestos de inmigración; California debe trabajar con los empleados y empleadores para proteger a nuestras familias trabajadoras de las amenazas de la deportación.

Hemos escuchado promesas de anteriores presidentes de ‘hacer a los EEUU grandioso nuevamente’. Hace 135 años, el presidente Chester Arthur firmó el Acta de Exclusión China, la primera ley federal en la historia estadounidense que puso en la mira a un grupo étnico en específico, supuestamente para proteger trabajos estadounidenses y preservar la identidad nacional. Hace setenta y cinco años, el presidente Franklin D. Roosevelt firmó la Orden Ejecutiva 9066, la cual llevó al encarcelamiento de 120 mil japoneses americanos en campos de internamiento. No debemos repetir los errores del pasado. Todos los trabajadores de California merecen la oportunidad de forjar una vida para ellos mismos y sus familias sin que sus derechos constitucionales sean quebrantados.

Nadie debería vivir con temor en el trabajo. Ahora, la AB 450 va en camino hacia el Comité de Apropiaciones del Senado. Unase conmigo, con la Federación Laboral de California, la SEIU de California y con docenas de organizaciones de justicia social y derechos civiles en nuestro labor para proteger a aquellos cuyo trabajo hace grandioso a California.

David Chiu, hijo de inmigrantes y ex abogado de derechos de inmigración, es miembro de la Asamblea Demócrata quien representa a la parte Este de San Francisco.