Buen dia comunidad,

Espero que estén descansando, sanando y fortaleciendo a su familia y seres queridos durante esta crisis de salud extrema. Si bien el distanciamiento físico es una necesidad absoluta, todavía tenemos muchas formas de mantenernos conectados y convivir. ¡Nuestros estudiantes aprecian saber de nosotros aun cuando no siempre lo demuestren en clase! 

Ofrezco la siguiente opinión por el profundo aprecio que les tengo y con la esperanza de fortalecer nuestra solidaridad para construir un mundo mejor. Dicho punto de vista no pretende asustar a nadie. Solo tiene la intención de darle tiempo para prepararse, y prepararse adecuadamente requiere información.

Los próximos tres a seis meses serán radicalmente diferentes a cualquier escenario al que estamos acostumbrados. 

El Área de la Bahía ha declarado la orden de ‘refugiarse en casa’ (toque de queda) hasta principios de abril. Sin embargo, anoche, el gobernador Newsom declaró que las escuelas no podrán volver a normalidad hasta el semestre de otoño. El objetivo principal es prevenir el crecimiento exponencial del virus y sólo el ‘distanciamiento social’ ha demostrado su eficacia. Como profesores, organizaremos capacitaciones y desarrollaremos un plan de estudios en línea para que nuestros estudiantes puedan continuar aprendiendo y creciendo. Obviamente ajustaremos los horarios y hábitos de trabajo, aunque no tendremos todas las respuestas ni cambiaremos radicalmente nuestra práctica de la noche a la mañana. No deberíamos sentirnos presionados para hacerlo y si tenemos alguna inquietud de que se nos impongan expectativas poco realistas o desinformadas, el sindicato, dirigido por nuestros miembros, las aclarará.

Frank Lara con sus estudiantes. Cortesía: Frank Lara

A corto plazo

Como educadores y miembros de un sindicato fuerte, tenemos que entender la posición privilegiada en la que nos encontramos durante esta crisis. Por el momento, podemos esperar que nuestros cheques lleguen con poca o ninguna interrupción. Gracias al poder de nuestros sindicatos, podemos responsabilizar a los gobiernos locales, estatales y federales para dar prioridad a la educación y a los educadores. Puesto que los contratos sindicales son documentos legales que no pueden deshacerse (similar a las sacrosantas leyes de propiedad privada), también podemos esperar que nuestros derechos estén garantizados. Por supuesto, si se necesita algún cambio en las condiciones laborales para adaptarse a nuestro nuevo entorno, nuestro sindicato participará en estas discusiones.

Digo esto para que puedan comenzar a visualizar más allá del momento actual, para priorizar y planificar de manera inteligente su dinero. En las discusiones en las que he estado y con base en lo que he leído en las noticias, queda claro que ya estamos en una crisis económica como la de 2008 o peor. La economía ahora está en recesión y, dada la interrupción total de la actividad económica durante al menos tres semanas, nadie tiene claro qué tan profunda es o si es una depresión. Una imagen más completa surgirá en un par de semanas conforme la gente sea despedida del trabajo y comiencen a pedir desempleo.

Es por eso que les recomiendo ahorrar tanto dinero como sea posible y tener suficiente para que, en caso de emergencia, pueda cubrir la mayor cantidad posible de sus pagos. Personalmente, quiero asegurarme de tener fondos adicionales para ofrecer a amigos y seres queridos que tendrán dificultades financieras durante este momento difícil. La solidaridad nos llevará a todos durante este período y el dinero es una forma crucial de solidaridad que podemos ofrecer a las personas que están desempleadas, indocumentadas o que no pueden trabajar.

A largo plazo

Quiero que sepan que no desarrollé mis puntos de vista políticos únicamente a partir de lecturas o porque quería ser un buen samaritano. Me convertí en anticapitalista y pro-trabajador porque he vivido en este momento particular de la historia: En 2008, me gradué de la prestigiosa escuela de arquitectura de Cal Poly San Luis Obispo. El orador principal en nuestra ceremonia de graduación dijo, “su clase se está graduando en las peores circunstancias económicas que hemos visto en la vida”. Tres meses después, en septiembre de 2008, ocurrió el colapso económico conocido hoy como la Gran Recesión. Después de seis meses, todos los estudiantes que se habían graduado conmigo estaban desempleados. Logré seguir con mi trabajo asalariado durante un año antes de que la compañía se derrumbara. Fui testigo de un famoso arquitecto de 75 años que colgó una copia original del anuncio de los EEUU sobre los campos de concentración japoneses a los que su familia se vio obligada a ir, vender todo lo que poseía en su casa en Berkeley Hills para pagar los cheques finales de sus empleados. Su firma ya no existe y no sé qué fue de él.

Puedo enumerar muchas otras experiencias formadoras de vida como esta, pero el punto principal es que veo el mundo tal como es porque así es como se me ha presentado. En lugar de enojarme por la deuda de $75 mil, la incapacidad de adquirir una casa o no saber cómo algún día mi madre vivirá en su vejez, busqué respuestas. La respuesta que encontré fue que los trabajadores necesitan dirigir el gobierno en beneficio de nosotros mismos.

Menciono esto porque hay cambios sísmicos en la política. El ‘gobierno’, es decir, los organismos económicos y políticos que gestionan la sociedad, finalmente se ve obligado a ofrecer a los trabajadores un poco de alivio. Las moratorias en las rentas, el fin a los desalojos, el ingreso básico universal y las bajas por enfermedad pagadas están siendo aprobadas incluso por la administración Trump, completamente reaccionaria y anti-clase trabajadora. Este es un momento de gran esperanza y gran oportunidad.

¿Imagínese si hubiera una suspensión completa al pago de alquiler. ¿Suspensión de hipotecas? ¿Eliminación de la deuda estudiantil? ¿Vivienda para todos? ¿Permiso por enfermedad pagado y obligatorio de un mes? ¿Licencia familiar pagada de seis meses o un año? ¿Cuatro días de trabajo por semana? ¿Pensión garantizada y jubilación digna? ¿La disminución de la edad de jubilación? Las conmociones de estas demandas ya se están haciendo y debe agregar su voz al coro creciente. Dos billones de dólares han sido entregados a los ricos para ser quemados instantáneamente por las fuerzas misteriosas del mercado que solo garantizan que los ricos se enriquezcan. Este absurdo tiene que parar, y podemos y debemos exigir que nos rescaten esta vez.

El momento nos ha obligado a ser extraordinarios. No pierda la oportunidad al ignorar las claras señales de que este sistema no ha cumplido nuestras necesidades y que usted y su familia, toda nuestra comunidad, merece más, mucho, mucho más. No tenga miedo de cuestionar la base de este sistema que claramente se está desmoronando a nuestro alrededor. Exija que se construya uno nuevo, que finalmente sea tan humano como los valores que enseñamos a nuestros estudiantes. Como dice el refrán, “no tenemos nada que perder, excepto nuestras cadenas”.

Nos tenemos el uno al otro, siempre. Vamos a salir de esto. Enviando lo mejor para usted y sus seres queridos. Por favor, siéntase libre de compartir este mensaje o contactarme para discutirlo.

Muchos saludos y amor,

Frank Lara