En San Francisco las colas se hacen cada vez más largas para optar por una cama donde dormir, debido a que recortes presupuestarios han obligado al cierre de albergues alrededor de toda la ciudad. Muchos de los que buscan albergue son residentes de bajos recursos provenientes de los sectores más pobres de la ciudad, incluyendo residentes de habla hispana de la Misión.

“San Francisco, al principio de la crisis económica, parecía mantenerse aislada de los sufrimientos propios de la recesión económica”, señala Eric Quezada, director ejecutivo de la organización Dolores Street Community Services ubicada en la Misión. “Pero ahora las personas que se encontraban estables están ingresando al sistema de albergues.”

Según Jennifer Friedenbach, de la organización San Francisco Coalition on Homelessness, actualmente existen dos albergues para personas sin hogar en la Misión, con tan sólo 85 camas disponibles para hombres; no hay albergues que presten servicios a mujeres y familias sin techo. De igual forma, la coalición observó un incremento del 300 por ciento en la demanda de familias, y del 50 por ciento por parte de adultos solteros que buscan salida a su situación de indigencia.

“De acuerdo con el último conteo llevado a cabo por la oficina del alcalde, el 78 por ciento de los entrevistados se encontraban viviendo en San Francisco antes de llegar a la indigencia”, afirmó Friedenbach. ”Hay un mito que se propaga diciendo que la gente llega a San Francisco solicitando servicios orientados a las personas sin hogar, pero el propio estudio conducido por la oficina del alcalde muestra que no es así.”

Los recientes recortes presupuestarios han afectado sobre todo a los servicios de emergencia para las personas sin hogar, servicios de salud mental y programas de desintoxicación dirigidos a las personas sin techo. Sin embargo, los proveedores de estos servicios han tenido que luchar para lograr mantener los fondos debido a una mayor demanda. En un principio, la alcaldía solicitó una reducción de 2 millones de dólares en este tipo de servicios en su propuesta presupuestaria para el año 2010, pero el dinero se incluyó luego de varias protestas y de una exitosa organización comunitaria.

Dolores Street Community Services provee los únicos albergues localizados en la Misión, y expresa que a pesar de que han podido mantener sus servicios a una tasa similar a la del pasado, ellos sienten el impacto del reciente resurgimiento en la demanda. “Es más difícil para las personas en la calle conseguir una cama”, señaló Quezada. “Deben llegar temprano en la mañana para poder optar por una cama.” De igual forma, los recortes en otros programas ­—como la eliminación de 150 camas en el 150 Otis con el fin de permitir la construcción de viviendas— no han sido reemplazados, obligando a más personas a tener que explorar los servicios de albergue que restan en la ciudad.

Marlon Mendieta, de Dolores Street Community Services, señala que “en nuestro albergue, el 48 por ciento de la gente son personas que hablan español”. “Todo el personal que trabaja en nuestro albergue habla español.” Según lo expresa Mendieta, el albergue presta su servicio a la gente sin tomar en consideración cuál es su condición migratoria. El 37 por ciento de los hombres que utilizan los servicios del albergue tienen entre 40 y 49 años de edad, y el 19 por ciento entre 30 y 39 años.

Mendieta agregó que los recortes llevados a cabo en el 150 Otis el pasado mes de junio han impactado especialmente los suministros de albergue vecinal, debido a que el lugar también funcionó como un centro de ayuda que permitía el acceso a sus servicios después de las 7 de la tarde, a la vez que funcionaba como un centro donde se podía llegar y recibir una cama en el albergue de manera temporal. En la actualidad, las organizaciones comunitarias exhortan a la alcaldía a que tome el dinero que en el pasado se gastaba allí y que lo dirija de nuevo hacia los servicios de albergue.

Según Friendenbach, se esperan recortes a mitad de año en el presupuesto. “En vista de la recesión, el gobierno local debería de estar haciendo más por aquellos que están experimentando miseria, pero están haciendo menos”, expresó Friendenbach.

Actualmente la coalición está explorando vías alternativas de financiamiento, tales como los impuestos sobre hoteles y transferencias de bienes raíces que se propondrán en las próximas elecciones del mes de noviembre, para ayudar a generar dinero y restaurar los servicios. En el pasado reciente, también de la Edad Dorada, incluían los muchos estilos victorianos que todavía se pueden ver hoy en el distrito de la Misión.

Es interesante que los estudios cartográficos también documentan las raíces de la clase trabajadora del Distrito de la Misión y la temprana división por clases de la ciudad. Las líneas del tranvía del Distrito de la Misión solo abarcaban desde el noreste a las fábricas del sur de Market o los muelles del malecón —evitando completamente los distritos comerciales y del centro.

Durante la parte dedicada a preguntas y comentarios del taller, una mujer, que pidió no ser identificada, dijo que le parecía que el sistema de información de la comunidad latina no era el adecuado. También preguntó por qué se excluía del estudio el conjunto arquitectónico del periodo hispano-mexicano

Weintrab dijo que los ranchos hispano-mexicanos tenían un papel significativo en el diseño del Distrito de la Misión, pero que se habían eliminado las estructuras de adobe de aquel periodo en 1930, excepto la Misión Dolores original.

La mayoría de los propietarios que asistieron a los talleres, sin embargo, se alegraron al saber que sus propiedades estaban en la lista de edificios elegibles con valor histórico, y apoyaron el estudio. Elizabeth Hirose, cuya familia es dueña de una casa victoriana en el Distrito de la Misión desde 1940, dijo que estaba complacida con la noticia de que su casa estaba en la lista. “Si tuviera mucho dinero, me gustaría arreglarla y hacer que se viera bonita como antes,” dijo.

Ahora que se ha finalizado el proceso de información, el Departamento de Planificación presentará recomendaciones, en una audiencia pública el 6 de octubre, para las propiedades históricas individuales y distritos históricos, como se describe en el trabajo.

—Traducción Emilio Ramón