El Teatro Diego Rivera del City College estalla en una ovación el 13 de enero, luego de que la directora Susan Lamb anunciara su renovación de acreditación. Foto: Cassie Ordonio

Los administradores del City College de San Francisco estaban esperando lo inesperado cuando la acreditación de la institución fue reafirmada por los próximos siete años por la Comisión de Acreditación de Colegios Comunitarios (ACCJC, por sus siglas en inglés), el órgano de gobierno que anteriormente había amenazado su futuro.

El 13 de enero, durante una conferencia de prensa en el Teatro Diego Rivera, la audiencia ovacionó de pie a la rectora interina, Susan Lamb, cuando hizo el anuncio oficial.

“Tengo que admitir que quedé sin palabras y que fue un momento singular”, dijo Lamb.

La comisión tenía planeado reunirse por un período de tres días este mes, pero su veredicto no se esperaba hasta cerca del Día de San Valentín.

Lamb recibió un correo electrónico donde se confirmaba la decisión 30 minutos antes de recibir una llamada de la ACCJC esa tarde. Expresó su gratitud un poco después, en un correo electrónico que envió a la comunidad del colegio.

“Agradezco el liderazgo del Consejo Académico, del Consejo de los no miembros de la facultad, los Estudiantes Asociados, el Concilio de los Jefes de Departamentos, AFT 2121, SEIU 1021, los administradores y la Junta Directiva, quienes hicieron lo posible para asegurarse que tuviéramos este resultado tan positivo”, dijo Lamb.

En 2012, la ACCJC fue enviada para impedir la acreditación al colegio. Al año siguiente el colegio estaba al borde de cerrar sus puertas, lo cual impactó en la matrícula y resultó en una pequeña riña entre la administración y la facultad.

El número de estudiantes que el colegio atendía bajó aproximadamente de 100 mil a 65 mil estudiantes, según datos publicados en el sitio web del CCSF.

El periódico del colegio, The Guardsman, reportó que “la ACCJC, en un juicio presentado por el Abogado de la Ciudad, Denis Herrera en 2013, ante la Corte Superior en San Francisco, declaró a dicha comisión culpable de ‘prácticas ilegales significativas’ en sus intentos de despojar al City College de su acreditación”.

Hubo varias protestas en la comunidad de la institución, mientras que el Sindicato de maestros, AFT 2121 y muchos otros aliados sonaron la alarma para luchar por una acreditación justa.

“Cuando un bully con poder está tratando de hacer cosas no razonables y perjudiciales, la respuesta correcta es no aceptar ni acceder, la respuesta correcta es la resistencia”, dijo el miembro de la Junta Directiva Ralph Mandlman en una conferencia de prensa, en la cual describió la lucha del colegio por una acreditación justa.

El CCSF apenas sobrevivió cuando en 2013 se le impuso una medida para ‘probar causa’ (‘show cause’), un estatuto condicional que le requería cumplir con un número de requerimientos por parte de la ACCJC a fin de no perder su acreditación.

El equipo de la ACCJC que visitaba al CCSF, volvió en octubre con más requerimientos y nuevas normas y prácticas las cuales habían sido un tanto cambiadas durante los dos años, pero que realzaban cuatro normas: enfoque en mejorar la calidad; resultados en aprendizaje de los estudiantes; mejorar la consistencia y claridad de las normas, y prácticas.

Últimamente el colegio se ha enfocado en aumentar su matrícula.

“El colegio ha aprendido mucho”, dijo el miembro de la Junta Directiva, Tom Temprano. “Los miembros de la Junta Directiva estaremos vigilando mejor de lo que pueden haber hecho las Juntas Directivas en el pasado, y tengo plena confianza que en siete años nuevamente tendremos buenas noticias”.

La comunidad del CCSF tiene esperanzas en que la historia no se repita.

“Pienso que la probabilidad no es una posibilidad debido a que ahora estamos en un ciclo regular”, dijo el presidente de la AFT 2121, Tim Killikelly. “La crisis de acreditación no debió ocurrir y fue porque había una comisión que estaba fuera de control, así que esperamos que esta sea una señal de que la ACCJC será justa”.

—Traducción, Hilda Ayala