OPINIÓN INVITADA

Llegué de El Salvador en 1980, allá se habían quedado los amigos y familiares, las huelgas, los bombardeos, los muertos, una guerra civil que aunque la había dejado atrás no estaba tan lejos. Mi alma, mi corazón mi espíritu estaban tristes. “No pienses en regresar”, me decían las cartas de mi mamá.

Trabajaba limpiando mesas y lavando platos en Café La Bohème del barrio Misión de la calle 24, en San Francisco, California. Me gustaba trabajar ahí, incluso cuando me tocaba descansar, visitaba ese cafetín. Ahí hablaban español y dejaban sentarse en las mesas por horas, la gente conversaba y leía. En La Bohème no me sentía tan solo ni tan triste.

Una mañana mientras limpiaba las mesas llegó un joven con libros bajo su brazo, será estudiante, imaginé. El hombre era delgado y de estatura mediana, con una amable sonrisa de pájaro, me dijo: “Hoy por la noche vamos a estar leyendo poesía para El Salvador en Bookworks”. Esta librería quedaba en la calle Misión entre las calles 24 y 25.

El que acaba de invitarme a esa lectura de poesía no sabía si yo era poeta o mucho menos si venía de El Salvador. Quizás me delató el espanto de la guerra que aún vivía en mis ojos, las ganas de gritar y de llorar a la vez. Quizás reconoció en mí las pupusas o la soledad.

Esa noche llegué a la hora indicada, tímido y tembloroso, con miedo y con unos papeles doblados en mi bolsa; ahí estaba el hombre que me había invitado.

“Tenemos entre nosotros a un poeta que recién ha venido de El Salvador, un sobreviviente de la terrible guerra, de la injusticia que está viviendo ese país, démosle la bienvenida al poeta Jorge Argueta”, dijo Juan Felipe Hererra.

Así me invitó y recibió en 1980, el ahora Poeta Laureado de los EEUU a mi primera lectura de poesía en San Francisco. Muchas gracias Juan Felipe Herrera, me enorgullece ser tu amigo, hoy celebro contigo los campos y la maravillosa lluvia de la poesía.

Juan Felipe Herrera, de 66 años, fue nombrado el primer poeta laureado mexicano-americano de los Estados Unidos el 10 de junio.