“El hombre que amaba a los perros” (Tusquets Editores, 2009)

Estamos ante una gran novela, una obra narrativa de “ficción” de primer orden. Hago énfasis en lo de ficción porque su autor —el escritor cubano Leonardo Padura— nos advierte lo siguiente: “ …recuérdese que se trata de una novela, a pesar de la agobiante presencia de la Historia en cada una de sus páginas.”

La fascinante trama de “El hombre que amaba a los perros” (Tusquets Editores, 2009) nos transporta a la vida de Liev Davídovich Bronstein, más conocido por Trotski, y la de su asesino, el catalán Ramón Mercader.

La novela comienza en 2004 cuando Iván, un escritor cubano, vuelve los ojos hacia un episodio de su vida ocurrido en 1977, tras la muerte de su mujer. Entonces había conocido a un enigmático personaje que paseaba por la playa en compañía de dos hermosos galgos rusos (borzois). Tras varios encuentros, el hombre comenzó a hacerle depositario de unas singulares confidencias centradas en la figura del asesino de Trotski, el catalán Ramón Mercader, de quien conoce detalles muy íntimos. Gracias a esas confidencias, Iván puede reconstruir las trayectorias vitales de Trotski y Ramón Mercader, y de cómo se convierten en víctima y verdugo.

Usando como telón de fondo los grandes acontecimientos que conmocionaron y transformaron el siglo XX: desde el advenimiento de la revolución bolchevique en Rusia —con el ascenso imparable de Stalin, la defenestración y despiadada persecución de Trotski y la de sus seguidores reales o imaginarios—, pasando por el no menos imparable ascenso de Hitler en Alemania, la guerra civil española y la segunda guerra mundial, hasta la caída del bloque socialista en 1989 y su repercusión en Cuba.

Leonardo Padura, con una maestría al alcance de muy pocos, nos va dibujando una trama psicológica que desarrolla con total libertad temporal y espacial. Tan pronto estamos en la Rusia de comienzos de la revolución, como saltamos a la cuba post caída del bloque soviético. De la guerra civil española, al Paris decadente de los años de la bohemia previa a la invasión alemana, o a la Noruega que acoge temporalmente a Trotski.

A través de los muchísimos personajes que desfilan por el libro, iremos descubriendo lealtades y traiciones, grandes ideales y vilezas sin límite. Como la sufrida por el protagonista que logra, no sólo asesinar al ‘gran traidor’, sino mantener la boca cerrada —pese a las torturas sufridas— durante los veinte años de su condena, sin traicionar a la causa, para luego convertirse en un apestado, para los que lo utilizaron miserablemente.

Excelente retrato de Trotski como revolucionario, activista e intelectual que trata no sólo sobrevivir al cerco físico que trata de eliminarlo, sino también mantener la antorcha de la revolución permanente y verdadera, con su intento de crear la IV Internacional Socialista.

El otro gran protagonista es, sin duda, Stalin. Líder indiscutido y despiadado capaz de imponer su voluntad a base de un terror sistemático que se lleva por delante a millones de personas en colectivizaciones forzosas —como las de Ucrania al principio de los años 1930’s, deportaciones masivas, campos de trabajos forzosos o juicios sumarísimos que acaban con miles de victimas ejecutadas con un tiro en la nuca. O los juicios farsa contra revolucionarios históricos como Zinoviev y Kámenev, o contra sus verdugos como Yagoda o Yézhov, jefes de la policía política y responsables de la represión y el terror del régimen.

Duras lecciones de la historia que Padura va desgranando con una valentía no muy propia de los que escriben y publican en la Cuba actual. Padura, a través de sus personajes, se explaya a conciencia sobre lo que pasó y pasa en su país, mostrándonos una realidad sin deformaciones ideológicas o falsas consignas apolilladas. Se nota que sabe lo que se trae entre manos, ya que domina, no sólo la psicología de los personajes, la trama histórica y de ficción o la estructura de la narración, sino también la escritura: un estilo exquisito, unos diálogos que rezuman credibilidad y un español cuidadísimo.

En resumen, una novela imprescindible para los que quieran disfrutar de un clásico de la literatura de nuestro tiempo.