El 27 de junio, un veterano del Departamento de Policía de San Francisco, con 15 años de antigüedad, fue detenido por múltiples cargos, entre ellos robo con engaño y dos cargos de fraude al seguro. 

Según la oficina del jefe de la policía de San Francisco, Bill Scott, la detención deriva de una investigación que desde hace dos años comenzara Asuntos Internos de la policía de San Francisco sobre «un fraude relacionado con un vehículo dañado en una colisión».

La investigación reveló que el oficial Adam Eatia cometió robo al declarar que un vehículo dañado no estaba asegurado y tomó el dinero de la víctima como compensación por los daños, todo esto mientras el agente se encontraba fuera de servicio. La declaración también detalla que Eatia hizo «representaciones fraudulentas a su compañía de seguros» al reclamar el vehículo, haciéndose pasar por un sargento en el formulario del seguro.

La investigación de asuntos internos comenzó en agosto de 2019 y Eatia fue finalmente desarmado y transferido a un puesto sin contacto público en septiembre de 2021. No está clara la razón de su reasignación.

Este vago anuncio de la policía de San Francisco se ve reforzado por un comunicado de la oficina del recientemente destituido fiscal Chesa Boudin que ofrece más detalles sobre la situación. Ese comunicado, que llegó aproximadamente dos horas después del comunicado de la policía, señala que la saga de fraude al seguro gira en torno a un Ford Mustang 2018 y que Eatia será acusado de cinco cargos de delito grave, los tres mencionados anteriormente, así como un cargo de falsificación y otro de robo de identidad.

El caso se pone más extraño a partir de ahí: en 2018, cuando el Mustang era nuevo y tenía un precio cercano a los 30 mil dólares, un segundo oficial no identificado supuestamente ayudó a Eatia a adquirirlo «y lo aseguró [a] su nombre a través de Mercury Insurance. El oficial Eatia no figuraba como conductor en ninguna parte de la solicitud».

Esta última parte adquirió una importancia decisiva en los meses siguientes, cuando Eatia tuvo un accidente con el vehículo y luego trató de conseguir dinero de otro conductor, presumiblemente para cubrir los gastos y evitar tener que dar parte del accidente a la compañía de seguros que no sabía que él conducía.

Se volvió un poco más extraño el 27 de junio gracias al industrioso informe de la editora de Berkeleyside, Eve Batey, quien encontró un GoFundMe para Eatia iniciado en octubre de 2021, notablemente un mes después de ser desarmado y transferido. Batey también descubrió un préstamo de la APP a un residente del sur de San Francisco llamado Adam Eatia por $20,832 dólares para el servicio de guardería. No está claro si se trata del mismo agente o no.  

Según el GoFundMe, la página se inició porque Eatia había «agotado su pago por enfermedad» y estaba lidiando con una «incapacidad por una lesión ocurrida en el trabajo”. Sin embargo, la página especifica más tarde que Eatia «se enfrenta al despido por el mandato de la vacuna». Notablemente, esto ocurrió alrededor del mismo tiempo en que aproximadamente 40 oficiales del SFPD fueron puestos en licencia por no vacunarse.

El GoFundMe no señala si Eatia ya estaba siendo investigado,  pero fue organizado por un hombre, John Cathey de South San Francisco. Este nombre puede sonar a algo, ya que había un antiguo oficial de la policía de San Francisco con el mismo nombre que trabajaba en el distrito Misión, el cual estaba involucrado en un enfoque renovado para tratar con los miembros de las bandas en el distrito. Además, Cable Guys Inc, una empresa con sede en South San Francisco con uno a cinco empleados, señaló a John Cathey como su director general. No está claro si hay alguna relación entre el Cathey que organizó el GoFundMe, el ex funcionario del distrito Misión y el director general de Cable Guys Inc.

Todo esto sería bastante extraño, pero hay un par de pistas más: según la oficina del entonces fiscal Boudin, en marzo de 2019 Eatia contrató una segunda póliza de seguro para el Mustang, falsificando la firma del segundo oficial no identificado.

Lo más curioso es que Eatia prestó el vehículo a un amigo, que posteriormente destrozó el Mustang. Eatia exigió entonces al amigo $49 mil dólares por los daños y, al pagársele, presentó una reclamación fraudulenta a la aseguradora Allstate bajo el nombre del propietario del vehículo (un oficial no identificado).  

«Se alega que el oficial Eatia cometió un gran robo cuando, después del accidente, mintió a su amigo diciéndole que el vehículo no estaba asegurado y le exigió que le pagara $49 mil dólares por los daños. Tras aceptar este pago, el agente Eatia también presentó una reclamación a Allstate a nombre del propietario del vehículo. A través de esta reclamación, Allstate pagó más de $36, mil dólares por el vehículo, lo que supuso una recuperación de fondos de casi el doble para el agente Eatia», se lee en el comunicado de la oficina de Boudin.

Todo esto es extraño, pero plantea algunas preguntas sobre la naturaleza de las relaciones policiales en la ciudad. Eatia es un veterano con 15 años de experiencia, por lo que es de suponer que esta práctica ya se había realizado antes. Si no por Eatia, por otro grupo de agentes. Además, ¿quién es el sargento que ayudó a Eatia y que luego suplantó? ¿El amigo de Eatia le prestó el vehículo a otro agente fuera de servicio? ¿Qué tan común es que un oficial compre y asegure un vehículo para otro?

Está previsto que Eatia sea procesado este mes, momento en el que la nueva fiscal designada por Breed, Brooke Jenkins, se encargará del caso.