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El 2 de diciembre, el nombre de Mario Woods se añadió a la larga y creciente lista de afroamericanos y latinos asesinados por las fuerzas policiacas en este país.

Como un sospechoso de apuñalamiento y presuntamente armado con un cuchillo de cocina, fue la última imagen de Woods capturada en video en el Distrito del Bayview de San Francisco, mientras que varios agentes de la policía descargaron una ráfaga de balas, matando al joven de 26 años de edad. Le dispararon al menos 15 veces.

El video muestra a Woods alejándose de los oficiales con sus manos a los costados. Se puede ver un oficial dando un paso frente a él, supuestamente tratando de bloquear su camino, y luego disparándole a quemarropa.

La muerte ha provocado indignación entre la comunidad, frustrada por el uso excesivo de la fuerza por parte del SFPD y su director, Greg Suhr, quien justificó el acto diciendo que Woods levantó los brazos en contra de los oficiales.

Esta muerte es el último acto desafortunado para el SFPD tras un año que ha visto pasar desde un escándalo por mensajes de texto racistas hasta la controversial muerte de Amilcar Pérez-López.

La familia de Woods ha contratado el abogado John Burris y ha presentado una demanda federal de derechos civiles contra la ciudad. El asesinato también provocó cambios al interior del departamento; desde ahora, por protocolo todo oficial debe informar a su superior cuando apunte su arma a una persona.

Los cinco agentes implicados —Winson Seto, Antonio Santos, Charles August, Nicholas Cuevas y Scott Phillips— están actualmente en licencia administrativa.