Cientos de inmigrantes indocumentados esperan en línea en el Centro de Procesamiento de Licencias de Manejo de DMV en San Jose, el 6 de enero, con la esperanza de aplicar para una licencia de manejo. Foto Angelica Ekeke

Por Alexis Terrazas

No importó que Susana Monge —quien durante los últimos cinco años manejó ilegalmente en California— llegara al centro de procesamiento de licencias de conducir en San José una hora antes de que abriera. Desde la 7 am, observó su reloj marcar el tiempo hasta que dieron las 9:50 am, la espera de casi tres horas valió la pena.

“No me dejaban pasar hasta que me tocara”, dijo Monge, residente de San José originaria de El Salvador. “Y ya, pasé”.
El 6 de enero —apenas cuatro días después de la histórica ley 60 de la Asamblea de California que permite a inmigrantes indocumentados solicitar licencia de manejo— Monge dio un paso más para llegar a ser una conductora con licencia. En el mismo día aprobó su examen escrito e hizo su cita para el examen de manejo.

“Ya pues un sueño logrado”, dijo ella.

Alrededor de 46,200 personas solicitaron licencias de conducir bajo AB 60 el 2 de enero, con cerca de 970 de solicitantes logrando licencias. El Departamento de Vehículos Motorizados (DMV por sus siglas en inglés) reveló que 54 % de los tomaron el examen en inglés aprobaron, mientras que 64 % de los solicitantes que tomaron el examen en español fallaron. El DMV también señaló que el promedio de los cuatro centros de procesamiento de licencias de conducir aprobaron por 36 %.

Casi 11,070 licencias de conducir sobre AB 60 se emitieron entre el 2 de enero y el 9 de enero, y alrededor de 113,200 solicitantes visitaron oficinas del DMV durante ese mismo tiempo, dijo el DMV. El DMV también administro 109,700 exámenes escritos o detrás del volante.

El DMV lanzó un campaña agresiva el año pasado, motivando a solicitantes a estudiar para el examen escrito de manejo, mientras que se llevaron a cabo 170 foros y eventos de alcance comunitario por todo el estado. Anticipando que cerca de 1.4 millones de inmigrantes indocumentados por todo el estado podría calificar para obtener licencias de conducir bajo la nueva ley, el DMV abrió cuatro Centros de Procesamiento de Licencias de Conducir, incluyendo la única localidad para el norte de California, en San José.

Durante estos foros muchos inmigrantes expresaron sus dudas sobre la potencial discriminación con la licencia AB60. Para cumplir con la ley federal, las licencias AB60 tienen una marca especial para diferenciarlas de las licencias tradicionales.

Una muestra del diseño de la nueva licencia AB60. Courtesy DMV

Esa marca sutil aparece sobre el esquema del medio domo en Yosemite, al frente de la licencia, donde se lee en inglés y mayúsculas: “APLICAN LÍMITES FEDERALES”. En la parte de atrás, a la derecha, una leyenda en inglés dice: “Esta licencia es expedida solamente como una licencia para conducir un vehículo motorizado. No establece elegibilidad para empleo, registro de votantes o para beneficencia pública”.

“En otras palabras, no la puede usar para abordar un vuelo, para identificarse con la oficina o personal federal de la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA, por sus siglas en inglés)”, dijo el portavoz del DMV Artemio Armenta. “Pero es una licencia que demuestra que usted está habilitado para conducir”.

Los inmigrantes el año pasado expresaron temores de que el DMV comparta su información con el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de la Oficina de Inmigración (ICE, por sus siglas en inglés)

“Todas las agencias policíacas del estado, oficinas locales y federales solamente pueden tener acceso a información de un individuo específico como parte de una investigación criminal activa”, explica Armenta. “Esa información no incluye si una persona obtuvo una licencia bajo la ley AB60 o no”.

Monge estaba consciente de tales preocupaciones: “Pues imagínese si dieran la información de tanta gente. Y acuérdese que la gente que más trabaja es la inmigrante”, dijo Monge. “Son los que más luchan. Y si tanta persona que vino, la mandan a su país, yo pienso que, realmente, los gabachos no van a hacer el trabajo como nosotros”.

Los solicitantes para la ley AB60 son requeridos de comprobar su identidad y residencia estatal, un obstáculo, para prevenir que inmigrantes de otro estado vengan temporalmente a California para obtener la licencia.

“Ya hacía falta”, dijo un residente de San José de 35 años de edad llamado César, originario de Guerrero, México. César había estado conduciendo ilegalmente durante cuatro años en California y diez en otro estado. Para el 6 de enero, ya había pasado su examen de manejo. “Es necesario… para todo”.

El costo estándar de la licencia es de $33, pero los solicitantes que tengan un historial de infracciones de manejo o multas pendientes deberán liquidarlas.

“No les estamos diciendo a todos que investigue si hay algo en su record. Solo a alguien que podría tener una multa por exceso de velocidad, o una multa por estacionamiento sin pagar”, dijo Armenta. “Si no son pagadas, tarde o temprano llegarán al DMV. No podemos expedir una licencia hasta que eso sea aclarado”.

El examen, el cual está disponible por escrito y en formato de audio o vía computadora en la mayoría de las oficinas del DMV, puede ser tomado en ambos idiomas, inglés y español, con el manual disponible en ambos idiomas por igual. Los solicitantes pueden fallar hasta seis de las treinta y seis preguntas en el examen.

Jesús Muñoz, un nativo de Oaxaca, México de 21 años, quien ahora vive en San Martín, falló su primera vez pero lo pasó en su segundo intento.

“Ahora me siento más tranquilo”, dijo Muñoz, quien durante seis meses estuvo preocupado por cada vez que debía manejar luego de salir de noche de su trabajo en un pizzería, por temor a ser detenido y no contar con licencia. “Me siento más seguro manejando ahorita, pues, legal”.

— Traducción Emilio Victorio Sánchez