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Ted Pushinsky ha fotografiado las calles de San Francisco desde que llegó a vivir a esta ciudad a fines de la década 1960. Conocido como el ‘maestro de la fotografía callejera’ de San Francisco, así como el que ayudó a inspirar un renacimiento de la fotografía a comienzos de 2000 siendo parte del colectivo Hamburger Eyes.

La próxima exposición de Pushinsky en la Galería Juan R. Fuentes es una colección de sus fotografías (la mayoría sobre el Distrito de la Misión) tomadas a través de los últimos treinta años. San Francisco y el Distrito de la Misión, particularmente, han cambiado mucho desde entonces y Pushinsky ha documentado cada etapa de esa transición. Usando su propia frase, “no es cautivo de la nostalgia”. Al comparar dos fotografías tomadas en la esquina de las calles 24 y Misión —una en la década de los 80 y una a principio de 2000— él dice: “Esos podrían ser los mismos chicos, lo único que ha cambiado es la moda”.

Esta exposición se trata, en su mayoría, de tu trabajo en la Misión, ¿qué significado tiene para ti y para tu fotografía este vecindario?

Cuando era todavía un adolescente, viví en la ciudad de México y fue realmente una revelación para mí, enloquecí. No quería cerrar los ojos. Poco después, vine a San Francisco y a este barrio y dios mío, me sentí de vuelta en México.

Cuando estoy en la Misión, siento como si a la vez estuviera en otro país. Es parte de lo que amo. He estado leyendo a D. H. Lawrence últimamente y él escribe: “Cuán agradecido puede ser estar fuera del país. No puedo creerme a mí mismo. Estoy tan transportado en el momento en que pongo el pie en tierra extranjera, me digo a mí mismo, ‘aquí da vida a una nueva criatura’ Afortunadamente, puedo experimentar ese sentimiento al salir de mi casa e ir cuesta abajo por la calle 24. La Misión me enloquece. Es el lugar para mí.

¿Qué piensa de los cambios en la Misión en los últimos años?
Camino por las calles ahora y hay estas barberías elegantes donde los jóvenes entran a recortase la barba y lugares donde se puede comprar una chaqueta Carhartt por $275. Por otra parte, puedes caminar en la Mision y quizás no lo notes —quizás. Puedes caminar varias cuadras por la calle 24 y en su mayoria, la gente se parece a aquella que siempre estuvo ahí.

Lo que más me molesta es que mucha de la gente que conozco ya no está. Me molesta. No voy a protestar echándome por delante de un autobús de Google, pero comprendo a quien quisiera hacerlo.

Algunas de tus recientes fotografías incluidas en la exposición son a color, lo cual es nuevo en ti. ¿Qué te llevó a decidir comenzar a tomar fotos a color?

La respuesta más directa es, que no podía imprimir fotos a color ya que nunca aprendí a hacerlo (ríe), pero crecí con la fotografia en blanco y negro. Crecí con la revista Life, la cual en su mayoría mostraba fotos en blanco y negro. Crecí con la exposición llamada Family Man en Nueva York, a mediados de la década de los 50, en la cual las fotografías eran en blanco y negro. Esa exposición revolucionó la forma en que la gente miraba la fotografía moderna.

El blanco y negro tiene una calidad, hay algo más allá de lo real en esa fotografia que no hay en la de color.  Puede ser lo que quiero que sea. Me hizo apreciar algunas de las imágenes como si fueran a color y no tuve ningún problema. Creo que me resultó.

Puedes hablarnos de la Galería Juan R. Fuentes y de lo que significa para ti exponer allí. 

Miro a la galería y me digo: Ahí están. Gracias a dios que ahí están. Si la Misión está muriendo, por lo menos esta se prolonga porque los tenemos a ellos en la galería. Esta es la primera vez que tendré una exposición de mis fotografias de la Misión y me parece perfecto que sea en un lugar emblemático de esa comunidad, de ese barrio. Estoy muy emocionado.