Ilustración: Alexia Huerta
Nestor Castillo

Ken Cuccinelli, un homofóbico ex fiscal general de Virginia, actual director interino del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los EEUU, y ahora (aparentemente) proveedor de mala poesía, decidió utilizar una entrevista reciente con NPR para lanzar un remix no tan bueno de ‘El nuevo coloso’ de Emma Lazarus.

En dicho remix de Cuccinelli, la redacción se cambia a: “Denme sus cansados y sus pobres que puedan sostenerse por sí mismos y que no se convertirán en una carga pública”.

La frase fue en referencia a la nueva regla federal de ‘carga pública’ que permite a los funcionarios de inmigración negar residencia a aquellos que se benefician de los programas de seguridad social como SNAP (cupones para alimentos), Medicaid y cupones de vivienda “por más de 12 meses en total dentro de cualquier período de 36 meses”. Además de estos cambios, la nueva regla agrega requisitos específicos tales como ingresos, salud, edad e incluso dominio del inglés.

Si bien los refugiados, los asilados y los solicitantes ciudadanos no serán sujetos a la nueva regulación (ya que uno debe haber sido titular de una tarjeta verde durante cinco años antes de solicitar la ciudadanía), el efecto escalofriante de esta política podría afectar a 41.1 millones de inmigrantes y sus familiares que actualmente viven en el país, muchos de los cuales son niños y ciudadanos americanos. Tenga en cuenta que esos millones de inmigrantes son algunos de los residentes estadounidenses más vulnerables: familias que están un 125 por ciento por debajo del umbral de pobreza federal, ganando aproximadamente $32 mil al año (para una familia de cuatro).

El fallo, que es claramente una continuación de la misión de esta administración de marcar a los inmigrantes pobres de color como enemigos, recibió 266 mil comentarios públicos en rechazo y oposición por parte de pediatras, hospitales, aseguradores de salud, funcionarios de salud pública y más de 1,500 organizaciones

Como hemos visto en el pasado, una oposición abrumadora no impedirá que esta administración avance con esta política, por lo que no es una sorpresa que el Centro Nacional de Leyes de Inmigración haya presentado una demanda para desafiar la política. A nivel local, los condados de Santa Clara y San Francisco también presentaron una demanda conjunta.

Si es la primera vez que escucha sobre esta ‘carga pública’, no es el único, pues aunque no es nada nuevo, se ha oscurecido a través del lenguaje técnico. En realidad, los EEUU ha intentado restringir el movimiento de migrantes pobres desde la época colonial. Así es, esa vieja historia de que Norteamérica fue la salvación para muchos inmigrantes europeos pobres y perseguidos es solo una verdad a medias. La primera política de carga pública federal vino con la Ley de Inmigración de 1882, justo después de la Ley de Exclusión China del mismo año, la cual establecía: “[cualquier] convicto, lunático, idiota o cualquier persona que no pueda cuidarse a sí misma sin convertirse en una carga pública, [no] se le permitirá aterrizar”. Esta ley de inmigración fue revisada menos de una década después, permitiendo la deportación de aquellos considerados ‘carga pública’ (también se amplió la categoría de exclusión, por ejemplo, negando la entrada de inmigrantes con enfermedades contagiosas). Resulta que, durante esos primeros años, el porcentaje de inmigrantes rechazados en los principales puertos de entrada por ser pobres o idiotas era bastante alto, con 66 por ciento del total excluidos.

En las décadas de 1920 y 1930, los funcionarios de salud de California citaron cifras de inmigrantes que padecían tuberculosis que “probablemente se convertirían en una carga pública” como una forma de argumentar a favor de la repatriación mexicana y filipina. En la década de 1990, se aprobaron reformas en salud, asistencia social, y la inmigración revitalizó la carga pública. La Ley de Reforma de Inmigración Ilegal y Responsabilidad de Inmigrantes de 1996 requirió que aquellos que patrocinaban a un inmigrante demostraran que sus ingresos eran un cuarto más que la línea federal de pobreza.

La Ley de Reconciliación de Responsabilidad Personal y Oportunidades de Trabajo de 1996 otorgó a los estados el poder de negar asistencia social a la mayoría de los inmigrantes ilegales y legales, y exigió los requisitos de patrocinio al incluir los ingresos y recursos del patrocinador cuando un inmigrante solicitaba programas federales por hasta 10 años. Todo esto sucedió bajo la administración Clinton.

Entonces, si bien la administración Trump definitivamente está utilizando el racismo y la xenofobia para atacar aún más la seguridad social que mantiene a las personas pobres apenas a flote, la racialización y criminalización de los inmigrantes no es nada nuevo en la historia de este país.

La reescritura perezosa de Cuccinelli de la pieza original de Lazarus, que dice “Dame tus cansados, tus pobres, tus masas acurrucadas que anhelan respirar libremente”, me inspiró a dar un nuevo giro al famoso poema de Lady Liberty que refleja más la historia estadounidense y sentimiento hacia los inmigrantes. Humildemente ofrezco algunas ediciones propias—

“No me des tus cansados,

a menos que estén dispuestos a trabajar gratis,

la miserable basura de tu orilla llena,

demasiada oscura, demasiada pobre

definitivamente no me envíes a estos, los desamparados, los tempestuosos,

¡Levanto mi lámpara al lado de la señal de salida en la puerta dorada!