No necesitábamos un juicio para demostrar la culpabilidad de Derek Chauvin

Sí: Derek Chauvin es culpable. Pero el sistema que generó su crueldad y la practicada por innumerables policías asesinos, todavía anda suelto.

Por supuesto, todos sabíamos que Chauvin era culpable. Lo supimos desde el momento en que vimos el angustioso video de los últimos minutos de George Floyd en este mundo, clamando por su madre mientras su vida se extinguía. El verano pasado, ese video llegó a nuestros teléfonos, computadoras y televisores.

La violencia gráfica de la muerte de un hombre negro bajo la presion ejercida por la rodilla de un oficial de policía blanco, mientras otros (algunos de ellos, policías de color) observaban, se volvió viral. Las imágenes quedaron grabadas en nuestra conciencia colectiva, imposibles de ignorar para una comunidad en aislamiento.

Un manifestante sostiene un letrero con una imagen de George Floyd que además contiene la leyenda «No puedo respirar», 3 de junio de 2020. Photo: Benjamin Fanjoy

Desde entonces han pasado muchas cosas. Tenemos un nuevo presidente, contamos con vacunas para un virus que ha cobrado la vida de más de medio millón de estadounidenses. Mientras marchamos juntos hacia una aparente normalidad, los asesinatos de hombres negros y morenos a manos de la policía continúan a un ritmo constante. De manera perversa y horrible, los continuos reportes de homicidios de estos miembros de la comunidad fueron uno de los pocos signos de normalidad latentes en medio de la pandemia.

Nuestra sociedad ha atestiguado la muerte de innumerables hombres negros y morenos a manos de la policía, la mayoría de los cuales permanecen impunes. Entonces, es crucial que recordemos cómo llegamos a este veredicto. 

Sin los levantamientos del verano anterior penetrando en la conciencia de nuestra nación, no hubiera veredicto. Sin la quema de edificios y el quebrar ventanas —actos nacidos del dolor y la frustración que fueron rotundamente condenados por muchos de los llamados ‘progresistas’— no hubiera veredicto. Sin el desmantelamiento de este brutal sistema y la creación de algo nuevo, estos asesinatos continuarán. El veredicto de hoy es un hito para la justicia racial y la rendición de cuentas en los EEUU, pero hay muchos, muchos más por alcanzar. 

Photo: Benjamin Fanjoy

Que este veredicto nos impulse hacia la construcción de un futuro mejor. Que este veredicto llene de valor nuestras exigencias de justicia para Daunte Wright, Adam Toledo, Roger Allen, Breonna Taylor y otros demás que están por llegar.