[por Sunita Sohrabji, Ethnic Media Services; foto por U.S. DEA]

China, y cada vez más India, produce más del 90% de las drogas precursoras necesarias para fabricar el fentanilo que se consume en los EEUU, lo que desafía el discurso de que los cárteles mexicanos son los únicos responsables de la crisis de opioides en este país.

El tráfico de drogas de México hacia los EEUU fue un tema central en la Cumbre de Líderes de América del Norte llevada a cabo el 10 de enero, cuando el presidente Joe Biden y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se reunieron con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Ciudad de México. Previo a este evento, Biden expresó su frustración con México por su supuesta falta de cooperación en materia de narcotráfico. Los tres líderes acordaron ampliar las disposiciones del Diálogo de Drogas de América del Norte.

Pero un enfoque bilateral puede no ser necesariamente el fin de todo el fentanilo, señala Ariel Ruiz Soto, analista de políticas del Instituto de Políticas Migratorias: “Deberíamos estar hablando de cómo China está ausente de esta conversación”.

China inicialmente alimentó a los EEUU con gran parte de su suministro de fentanilo. Desde 2016, cuando el fentanilo tuvo una presencia significativa en las costas de este país, el 97% del fentanilo ilegal utilizado se vendió en el mercado negro digital y se envió desde China.

Si bien los cárteles mexicanos se han hecho cargo en gran medida de parte de la producción y de su distribución desde 2020, China, y cada vez más India, producen la mayoría de los componentes necesarios para fabricar esta droga mortal, además de continuar suministrando fentanilo que es 90% pura, en comparación con los suministros de México que a menudo tienen menos del 10% de concentración.

Ruiz Soto señaló que la mayoría del fentanilo llega a través de los puertos de entrada, no entre estos: “Entonces debería haber una mejor detección, debería haber más inversión en la detección de drogas en los puertos de entrada de los EEUU. Pero eso no debe confundirse con la forma en que los migrantes que buscan asilo llegan entre puertos y cuán significativamente examinados son cuando ingresan a la frontera con México”.

Un empleado de la Comisión de Comercio Internacional de los EEUU, que habló en segundo plano, dijo a Ethnic Media Services que los envíos de fentanilo desde China se realizaron a través del servicio postal o servicios de entrega urgente, como FedEx: “Uno de los principales problemas para detectar el tráfico de fentanilo desde China fue la abrumadora cantidad de paquetes que llegaban. No todos pudieron ser inspeccionados”, dijo.

Por su parte David Trone, representante demócrata de Maryland, dijo en un comunicado de prensa el mes pasado que “el 99 % del fentanilo proviene de drogas precursoras de China”. Este congresista dio paso a la Ley bipartidista de Erradicación de Estupefacientes y Formulación de Nuevas Herramientas Efectivas para Abordar las Pérdidas Anuales Nacionales de Vida (END FENTANYL) a través de la Cámara. El Senado aprobó una versión similar del proyecto de ley el verano pasado, encabezada por el Senador Rick Scott, republicano de Florida.

Otra medida, conocida como la Ley de Lucha Contra los Narcóticos Emergentes a través de Naciones Adicionales para Obtener Resultados Duraderos, se convirtió en ley el año pasado. La legislación, patrocinada por los senadores Jeanne Shaheen, demócrata por New Hampshire, Rob Portman, republicano por Ohio, y John Cornyn, republicano por Texas, desarrollaría la capacidad de aplicación de la ley extranjera para detectar drogas sintéticas.

Un artículo de investigación publicado en octubre pasado en la revista Frontiers in Public Health señaló que la gran industria farmacéutica de la India crea un entorno perfecto para la fabricación de fentanilo sintético. El Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales señaló el surgimiento de la participación de la India en la crisis de los opiáceos en un artículo publicado en 2018, que se centra en la producción masiva de tramadol en el país, un opiáceo menos potente.

Más de 107 mil personas murieron por sobredosis en un período de 12 meses que terminó en agosto de 2022, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades. Más de dos tercios de esas muertes se atribuyen a los opioides sintéticos como el fentanilo. Solo dos gramos de la droga, menos de una cucharadita de sal, pueden ser letales. El fentanilo es 50 veces más potente que la heroína y 100 veces más potente que la morfina; se ha mantenido como la principal causa de muerte entre los estadounidenses de entre 18 y 45 años desde 2019.