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Sergio Martinez Jr es el primero de su familia en asistir a la universidad. Nacido y criado en el Distrito de la Misión en San Francisco, y graduado de la University High School, ahora asiste a la Universidad de Princeton con una beca académica completa. Pero asistir a una de las mejores universidades del país fue algo que casi decide no hacer.

Su familia y la mía son vecinas, lo hemos sido durante 15 años. Cuando el propietario de nuestro edificio decidió vender, la familia de Sergio pudo con ayuda de MEDA (Agencia de Desarrollo Económico de la Misión) encontrar una solución.

Sergio Jr casi rechazó ir a Princeton ante la posibilidad de experimentar dificultades personales debido a un mercado inmobiliario insano, causado por la ocupación de San Francisco de empleados de la tecnología. Afortunadamente, San Francisco se ocupa de sí mismo.

Cuando manejo por la ciudad, veo a los indigentes. Es una situación horrible en esta ciudad. La realidad de la falta de vivienda siempre salta a la vista. Y un hombre joven, que parece convertir todo lo que toca en oro, se compromete a continuar la tradición de las personas que cuidan a las personas, compartiendo conocimientos y recursos para la salud y el bienestar colectivo.

Sergio Martinez Jr en su hogar en San Francisco el 4 de enero de 2018. Foto: Adelyna Tirado

Sergio proviene de una familia de inmigrantes. He sido testigo de cómo su padre, va a trabajar para instalar alfombras, y por lo general es el primero en salir de nuestro edificio por las mañanas. Sergio es el tipo de hombre en quien puedes confiar y, en el tiempo que hemos sido vecinos, nunca hemos tenido un altercado. Además, nunca he escuchado a un vecino decir nada malo sobre este hombre. Él es un padre, un esposo y, en mi opinión, un hombre muy bueno.

Los hijos de Sergio crecieron jugando junto con mis hijos. Sus hijos son adolescentes respetuosos y confiados, y su esposa es una mujer muy amable en la que confiaría mis propios hijos sin pensarlo dos veces. El señor Sergio es origniario de México y su esposa Ana, de Perú. Sin embargo, sus hijos, al igual que los mios, son hijos de la Misión de San Francisco, nacidos y criados en el barrio. Sus hijas gemelas —respetuosas, veganas, ciclistas— asisten a una de las mejores escuelas secundarias privadas de la ciudad.

Sergio Jr como yo, y todos los demás en nuestro edificio, pensamos que seríamos desalojados, y él estaba dispuesto a renunciar a su oportunidad para poder quedarse con su familia y asegurarse de que todo estuviera bien.

Afortunadamente, las cosas están bien, pero solo por una razón: el señor Sergio buscó junto con MEDA la forma de asegurarse de que todos conserváramos un hogar. No solo no tuvimos que mudarnos, MEDA compró nuestra casa y no aumentó nuestra renta.

Incluso mientras escribo esto, me siento emocionado y molesto a la vez, al recordar el estrés causado por la amenaza de desalojo. Escribo esto para expresar el agradecimiento de mi familia, a la familia Martinez y a MEDA.

Y mientras Sergio Jr cursa su primer año en Princeton, mi hija mayor también acaba de comenzar su primer año en Temple University en Filadelfia. Ella, al igual que Sergio Jr también cuenta con una beca académica completa.

Dos niños de la Misión. Negro y morena, chico y chica. Ambos hijos de familias de la clase trabajadora del Distrito de la Misión. Ambos asistiendo dos de las mejores universidades del mundo.

Dos adolescentes criados en un vecindario conocido por la violencia de pandillas, que lograron evitar todo lo malo en las calles de San Francisco. Dos adolescentes que ahora viven sus sueños. Dos adolescentes, que casi pierden todo debido a la locura de los desarrolladores inmobiliarios en San Francisco. ¡Dos niños que viven sus propias versiones audaces del Sueño Americano y solo porque padres como Sergio y yo, y organizaciones como MEDA y El Tecolote, se niegan a dejar que sus sueños mueran! Viva la raza. La unidad negra y morena por siempre. ¡Siempre Venceremos!