Miembros de la comunidad provenientes de todo el área de la bahía y del estado, se reúnen el 8 de diciembre para orar, cantar y peregrinar por las ciudades de South San Francisco, Colma, Daly City y San Francisco, para celebrar a la Virgen de Guadalupe. El trayecto de casi 20 kilómetros tomó seis horas para llegar a su destino, la catedral de la ciudad, en donde el arzobispo Salvatore Cordileone ofició una misa. Cortesía: Cruzada Guadalupana

Al emigrar de nuestro país natal buscamos cambios hacia una mejor calidad de vida, un nuevo empleo, una mejor economía, un proyecto que empezar. Pero en ese camino de transformación o nueva etapa, nos encontramos con episodios que nos hacen recordar quiénes somos y de dónde venimos. En una temporada tan linda y tan importante como la navidad, es cuando más extrañamos a los nuestros.

Podemos recordar la decoración del árbol con la ayuda de los niños, la comida de la abuela, los regalos, las canciones, las luces por toda la casa y lo más importante los buenos deseos, sin duda todos estos detalles hacen de esta temporada la más bonita del año. Tal es el caso de Raúl Nieto, migrante de Ciudad de México y residente desde hace más de 20 años en EEUU, acompañado de su esposa e hija.

Raúl cuenta que sus primeras navidades fueron difíciles como todo inmigrante, pues en estas fechas no podía ir de visita a su casa materna. Uno de los primeros medios para comunicarse con su familia por videollamada era Skype, un medio que fue de gran utilidad para poder conversar con sus seres queridos. En navidad y año nuevo, el y sus familiares intentaban realizar sus actividades al mismo tiempo para sentir que estaban en el mismo lugar aunque, no fuera así. Realizaban la cena a la misma hora y todo el ritual que practicaban por varios años en familia, fue casi igual con la diferencia de que lo hacían frente a la pantalla de sus celulares.

Raúl reside en el barrio Misión, cuyos habitantes, en su mayoría, son latinos. Allí, los mexicanos realizan diversas actividades para la temporada, una de ellas es la tradicional rosca de reyes, y realizar misas. Estas y otras son costumbres que practican algunas para despedir el año. Los vecinos son quienes se encargan de que sus navidades sean tan similares a las de su propio país. En un principio, quizás, resulte complicado no poder estar con todos los familiares, pero poco a poco se sabe que no es posible aferrarse al pasado y lo importante es seguir adelante. La familia también empieza a crecer y los hijos y nietos deben continuar con las costumbres.

Sabemos que el tratar de ubicarse en un nuevo país y adaptarse es difícil, podemos observar un ambiente muy distinto en muchos aspectos. Pero, en esta comunidad de latinos, es fácil sentirse bien. Puedes identificarte con la música, la comida, la gente y su calidez en un mundo que, aunque distinto, puedes sentirse como en casa. Recordar las raíces hace que sea más fácil poder salir no solo a trabajar, sino también a crear nuevos momentos agradables.    

Es importante recordarle a los familiares cada día lo mucho que se les quiere, brindarles un abrazo no solo en navidad, siempre, en cada oportunidad. No sabemos en qué momento ya no podamos hacerlo, mas aun estando lejos.

Por último, lo que queda es brindar compañía a quienes estén cerca y poder intercambiar nuestras costumbres con otros y aprender de la de ellos. Esto es una manera de enriquecernos culturalmente. En todas las familias es distinto este tipo de actividades quizás algunas son parecidas pero no hay que cerrarnos a los cambios a lo nuevo y lo bueno.