Querida Consejera,
Me siento muy nerviosa por las deportaciones. ¿Qué debo hacer? ¿Cómo puedo tener esperanza?
Querida Alma,
Siento que te sientas así, y agradezco que te hayas puesto en contacto conmigo. Cuando estamos asustadas, tristes o enfadadas, a menudo dudamos en buscar apoyo. Dar este primer paso para cuidarte es importante, y te agradezco que estés aquí.
Quiero compartir algunas herramientas para ayudar a gestionar las emociones que muchas y muchos estamos experimentando, como el dolor, la ira y el miedo. Estos sentimientos son válidos, y encontrar formas de estabilizarlos puede ayudarnos a sentirnos más seguras y seguros.
Encontrando la calma en el caos
La esperanza es la confianza en que algo bueno sucederá. Puede sentirse lejana cuando estamos abrumados o abrumadas, pero la esperanza es un sentimiento que podemos alimentar. Una forma de fomentar la esperanza es aliviar las emociones que nos agobian. Aunque la curación espiritual, cultural y emocional es poderosa, la ciencia de la curación demuestra que podemos ayudar a nuestros cerebro y cuerpo a salir del modo de supervivencia. Cuando encontramos la calma, podemos pensar con mayor claridad.
Nuestro sistema nervioso es como el director general de nuestro cerebro: cuando detecta un peligro, nos mantiene en alerta máxima. Pero podemos enviar señales de seguridad a nuestro cuerpo y nuestra mente con pequeñas acciones intencionadas.
Empiece por su forma de respirar
Empecemos por una herramienta sencilla pero efectiva: la respiración profunda. Inspira lenta y profundamente por la nariz, llenando los pulmones por completo. Mantén la respiración unos instantes y exhala lentamente. Observa cómo se siente tu cuerpo. Cuando tenemos estrés, tendemos a respirar superficialmente, pero las respiraciones profundas envían inmediatamente una señal a nuestro sistema nervioso de que estamos a salvo.
Las emociones son mensajes de nuestro sistema nervioso que nos dicen cómo estamos. Cuando las escuchamos, se sienten reconocidas. Cuando las ignoramos o juzgamos, se hacen más fuertes para reclamar nuestra atención. Sientas lo que sientas en este momento, te invito a sostenerlo con compasión. Es difícil y tus emociones son válidas. Honrarlas es un paso importante hacia la curación.
Imagina un lugar seguro
Nuestro cerebro responde a lo que imaginamos. He aquí una visualización para decirle a nuestro cerebro que estamos en un lugar seguro. Mientras sigues respirando profundamente, imagina un lugar hermoso en la naturaleza. ¿Qué aspecto tiene? ¿Qué puedes oler y oír? Y lo que es más importante, ¿cómo te sientes en ese hermoso lugar? Imagina la sensación de paz y seguridad que te transmite. Tu mente creerá que estás allí, y eso puede ayudar a tu cuerpo a sentirse más enraizado.
La importancia de la comunidad
Ahora que nos hemos tomado un momento para calmar nuestro cuerpo, centrémonos en nuestro corazón. Cuando ocurren cosas difíciles, a menudo nos sentimos en aislamiento. Pero no estamos solas ni solos. La comunidad y nuestras personas queridas son fundamentales para sentirnos mejor.
¿Cómo te estás cuidando estos días? Incluso los pequeños gestos de cuidado pueden marcar la diferencia.
Aquí tienes algunas ideas:
- Haz cosas que te reconforten y te den alegría a la vez que contribuyen a tu bienestar.
- Tómate un descanso de los medios de comunicación basados en el miedo. Mantenerse informado e informada es importante, pero también lo es proteger tu paz.
- Pasa tiempo con personas que te hagan sentir cuidado.
- Busca ayuda profesional si la necesitas. El apoyo a la salud mental es un recurso valioso.
- Sustituye la desinformación por información fiable para sentirte preparada y preparado.
- Haz una pausa y reconoce tus emociones cuando escuches noticias desencadenantes. Toma un momento para respirar y reponerse.
- Cuando te asalten pensamientos negativos, intenta sustituirlos por otros que te inspiren más apoyo y tranquilidad.
Y lo más importante, no pierdas la esperanza. Incluso en los momentos más difíciles, la esperanza y el amor son más poderosos que el miedo. Aférrate a ellos.
Querida Consejera es una columna de salud mental dirigida a las comunidades latines de San Francisco. Comparto herramientas prácticas, perspectivas culturales y respondo a tus preguntas. Lo que sea que tengas en mente, estoy aquí para ayudar. Puedes escribirme de forma anónima a consejos@eltecolote.org.