Luis Ledesma es uno de los vendedores seleccionados como parte de un programa piloto para reincorporar a las vendedoras y los vendedores ambulantes autorizados en la calle Misión en San Francisco, California, el 21 de junio de 2024. Foto: Erika Carlos

Con uniformes amarillo brillante, los vendedores ambulantes autorizados han vuelto a la calle Misión. Como parte de un programa piloto, diez vendedoras y vendedores seleccionados por lotería organizada por la ciudad regresaron el viernes a vender sus productos a lo largo de las aceras entre las calles 23 y 24.

«No hay nada como la calle Misión», dijo Luz Ledesma, vendedora de joyas desde hace muchos años y una de las agraciadas con la lotería. De ganar 25 dólares a la semana en El Tiangue, un antiguo sitio de venta autorizado por la ciudad, Ledesma y su esposo, Luis, reportaron ganar casi la misma cantidad (25 dólares) en sólo una hora de ventas. «Estamos contentos porque hay una gran diferencia».

El programa piloto forma parte de un esfuerzo más amplio del Ayuntamiento para acabar con la venta ilegal de artículos robados en San Francisco sin perjudicar a los vendedores autorizados. Presentado por el senador estatal Scott Wiener y patrocinado por la alcaldesa London Breed, el proyecto de ley 925 del Senado (SB 925) que adoptaría «un enfoque estricto dirigido específicamente a los malos actores». Si se aprueba, dicho proyecto obligaría a las vendedoras y los vendedores a obtener permisos y pruebas de compra para vender artículos de los incluidos en el listado de artículos habitualmente robados. Los vendedores infractores recibirían una infracción por sus dos primeras incurrencias, y podrían enfrentarse a un delito menor y hasta seis meses de cárcel por un tercer delito.

El proyecto de ley supone una victoria política para las y los vendedores ambulantes autorizados del distrito Misión. «Por fin sentimos que nuestras voces han sido escuchadas después de tanta lucha», declaró Rodrigo López, presidente de la Asociación de Vendedores Ambulantes de la Misión (MSVA). Dijo que trabajó en estrecha colaboración con la Supervisora del Distrito 9, Hillary Ronen, la oficina de la alcaldesa y las organizaciones de la comunidad para asegurar que los esfuerzos de la ciudad incluyen un camino para restablecerse de regreso en la calle Misión.

La ciudad prohibió toda la venta ambulante a lo largo de esta calle a finales de noviembre en respuesta a la venta ilegal y las condiciones inseguras en la zona. Según datos municipales, en los primeros 60 días de moratoria se redujeron en un 30% las agresiones y los robos, y en un 23% las llamadas al teléfono de atención al ciudadano 311 para solicitar la limpieza de las calles. Sin embargo, el enfoque general eliminó un centro comercial crítico para más de cien vendedoras y vendedores ambulantes con licencia que históricamente han vendido a lo largo de la calle Misión, la mayoría personas latinas e inmigrantes.

En un intento de minimizar el impacto sobre los vendedores autorizados, la ciudad puso en marcha dos sitios de venta, El Tiangue y La Placita. El primero, un escaparate en la calle Misión cerca de la calle 18, cerró en abril tras no generar clientela. A pesar de los esfuerzos por hacer más rentable La Placita, los vendedores siguen reportando ventas escasas.

Juana Hernández se sienta con su nieta en una camioneta blanca. Su hija, Luz Ledesma es una de las vendedoras seleccionadas como parte de un programa piloto que reincorpora a las vendedoras y los vendedores ambulantes permitidos a la calle Misión en San Francisco, California, el 21 de junio de 2024. Foto: Erika Carlos

«Fue un golpe muy duro para nuestra economía», dijo Ledesma, cuya dramática pérdida de ventas empujó a su familia a quedarse sin hogar. Tras vivir en un albergue con su marido y su hijo pequeño, la familia alquila ahora una pequeña habitación, deseosa de aprovechar al máximo el programa piloto. «Así que ahora estamos contentos… trabajando para que todo vuelva a la normalidad».

López dijo que el programa piloto es una oportunidad para demostrar a la ciudad que los vendedores ambulantes con licencia pueden vender en la calle Misión de una manera que no contribuya a las condiciones inseguras de la calle. Como modelo, López citó el exitoso evento pop-up que la MSVA organizó durante el Día de la Madre: «Demostramos que no necesitamos al [Departamento de Obras Públicas], que no necesitamos a la policía, para tener orden».

Para ello, los vendedores empezaron el primer día del programa piloto vistiendo camisetas y chalecos de seguridad de color amarillo brillante proporcionados por la ciudad, todos ellos con el nuevo logotipo en el que se lee ‘Mission Street Vendors’. 

«Contar con uniformes y toldos ayuda a la policía y [al Departamento de Obras Públicas] a identificar quién tiene permiso y hace las cosas correctamente», explica López. Si surge algún conflicto, hay embajadores de la comunidad cerca para ayudar, así como un grupo de WhatsApp con otras y otros vendedores.

«Luchamos durante siete meses para poder volver», explica López, y señala que antes de la prohibición, sabía muy poco de la política de San Francisco: “La necesidad nos hizo aprender… Ahora conocemos nuestros derechos y podemos pedir lo que nos pertenece».

El programa piloto de la primera fase durará hasta agosto, dijo López. Dependiendo de cómo vaya, Obras Públicas dijo que la segunda fase abrirá la calle Misión a un mayor número de vendedores ambulantes permitidos.

Como parte de un programa piloto, diez vendedores ambulantes autorizados volvieron a vender sus mercancías a lo largo de la calle Misión en San Francisco, California, el 21 de junio de 2024. Foto: Erika Carlos

Cami (they/them) is currently a journalism student at San Francisco State University and is interested in elevating community voices through reporting.