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A menos de 24 horas de que la Proposición I fuera rechazada —medida que pretendía una moratoria temporal a la construcción de viviendas de lujo en San Francisco, que rápidamente está cambiando económica y étnicamente a la Misión—, activistas de la comunidad celebraron aquellas medidas que sí fueron aprobadas y se comprometieron a continuar la lucha para conseguir viviendas asequibles.

“Estaría mintiendo si te digo que no siento un poco de decepción”, dijo la partidaria de la Proposición I, Christina Olague, desde las escaleras del Ayuntamiento. Olague es ex presidente de la Comisión de Planificación de la ciudad y ex supervisora. “Pero lo que sé por experiencia, es que hay mucho que aprender de una derrota. No vamos a escondernos en la sombra de este momento, vamos a seguir construyendo un movimiento en toda la ciudad que se ha visto crecer los últimos meses”.

La Proposición I obtuvo 55,543 votos (42.65 porciento) en toda la ciudad. Ese número fue visto por los partidarios con optimismo, dada la enorme cantidad de fondos que los grandes desarrolladores y empresas de bienes raíces invirtieron en la campaña ‘No a la Prop I’.

Gabriel Medina, gestor de políticas de la Mission Economic Development Agency (MEDA), confía en que la única razón de la derrota de la Proposición I fue el dinero, calculando que los desarrolladores gastaron $24 por voto para derrotar la medida, mientras que los partidarios, menos de $3 por voto.

A pesar de que los votantes rechazaron la Proposición I, sus partidarios dicen que continuarán en resistencia contra los desarrollos lujosos hasta que sean cubiertas las necesidades de vivienda asequible de la ciudad, y también seguirán con sus estrategias de estabilización de la vivienda.

“La Misión no había estado tan unida como lo está ahora”, dijo Scott Weaver, ex abogado pro derechos de inquilinos y  autor de la Proposición I. “Y seguimos impulsando ese movimiento”.

Esta unidad se ha extendido de la Misión hacia otros barrios de la ciudad, que también enfrentan problemas similares a los que están plagando la Misión.

Entre las figuras prominentes que expresaron su apoyo a la comunidad de la Misión están: el pastor del Bayview Yul Dorn; el Director del Programa de Distrito de Richmond en el Comité de Derecho a la Vivienda de San Francisco, Joseph Smooke; la residente de Excélsior y fideicomisaria del City College, Brigitte Dávila; el activista de Soma, John Elberling; y el nativo de Tenderloin y miembro de Plaza 16, Chirag Bhakta.

“Así como somos buenos en lo individual, somos mejores estando juntos”, dijo Dorn. “Estoy más listo para luchar de lo que estaba ayer”.

La campaña ‘Sí en I’ enfrentó un duro camino antes de las elecciones de noviembre. Más de 400 individuos, voluntarios y donantes se reunieron para recoger más de 15,000 firmas en 19 días para que la medida pudiera estar en la boleta.

“Los empleados pobres y la clase media que viven en nuestra comunidad tienen derecho a permanecer en nuestra comunidad”, dijo Santiago ‘Sam’ Ruiz, director ejecutivo de Mission Neighborhood Centers. “El gigante durmiente está vivo, y hemos tomado los primeros pasos”.

La Proposición F —la medida que intentaba regular plataformas de vivienda a corto plazo, como Airbnb, que ha eliminado unidades de renta del mercado de la vivienda— también falló. Airbnb gastó más de $8 millones para derrotarla.

Otros resultados
En un movimiento que seguramente cambiará el equilibrio de poder de la Junta de Supervisores de San Francisco, el ex presidente de la junta, Aaron Peskin, venció a la actual supervisora, Julie Christensen, para ocupar el asiento del Distrito 3. Peskin ganó por más de mil votos.

“Los progresistas han retomado la Junta de Supervisores”, dijo el Supervisor del Distrito 9, David Campos. “La victoria del supervisor Peskin en la carrera del Distrito 3 significa que ahora podemos aprobar de forma conjunta una legislación que refleje los valores de nuestra comunidad”.

Otros celebraron las victorias de otras medidas a favor de la vivienda asequible.

“La elección de ayer, la ganamos. Ganamos, porque hace tres años dijimos que necesitábamos fondos para la Misión para construir viviendas asequibles; la Prop A ganó”, dijo Roberto Hernández, de Our Mission No Eviction.

La Proposición A, una medida para la vivienda asequible, que fue aprobada por un 73.49 porciento de los votos, es un bono de $310 millones —de los cuales $50 millones se destinarán a la Misión.

La Proposición D, referente al desarrollo Misión Rock, de igual forma recibió gran apoyo con un 73.37 porciento de los votos. De las cerca de 1,500 viviendas que contempla el Misión Rock, un 40 porciento será de bajo precio de mercado.

“Eso [40 porciento], vamos a exigir sea el nuevo estándar para todo desarrollo en San Francisco”, dijo Hernández.

La Proposición K, que los votantes aprobaron por un 73.28 porciento, proporcionará espacios sobrantes para la construcción de viviendas asequibles para personas de bajos ingresos.

La Proposición J, que establece un fondo de conservación para negocios patrimonio de la ciudad que también están en riesgo de ser desplazados, también fue aprobada con el 56.71 porciento de los votos.

El Sheriff Ross Mirkarimi perdió en su intento de reelección ante Vicki Hennessy, quien ganó al obtener el 61 porciento de los votos.