Lo mejor de la cultura latina y caribeña del Área de la Bahía fue exhibida durante el Carnaval de San Francisco. Actuaciones musicales y de danza llenaron la calle Harrison y vehículos lowriders recorrieron la calle Misión. Abundante comida callejera, arte y artesanía también se hicieron presente y, por supuesto, el Gran Desfile, que reunió a coloridas carrozas decoradas, bailarines, cantantes, y atrajo a más de 400 mil personas al corazón del Distrito Misión.
Considerada la celebración multicultural más grande y de mayor trayectoria en California, este festival carnavalesco gratuito de dos días se llevó a cabo durante el fin de semana del Memorial Day, también conocido como el Día de los Caídos, el sábado 25 y domingo 26 de mayo. El tema del Carnaval de este año fue ‘Honrar las raíces indígenas’. «Elegimos deliberadamente la palabra ‘honor’ porque no queremos que sea pasiva», explicó Rodrigo Durán, director ejecutivo del Carnaval SF. «Hazlo ahora. No pienses cuándo vas a ser parte del movimiento».
Oportunamente, Rigoberta Menchú Tum, una activista maya k’iche’ y condecorada con un Doctorado Honoris Causa, fue seleccionada como la gran mariscal del evento. Habiendo crecido en una pequeña comunidad de Guatemala, las fuerzas gubernamentales torturaron y mataron a su madre, a su padre y al hermano por defender los derechos de los trabajadores agrícolas indígenas. Se exilió a los 21 años y desde entonces ha seguido denunciando la opresión de las comunidades indígenas en toda América Latina. Tum recibió el Premio Nobel de la Paz en 1992 por su activismo.
En su edición 46, Durán dijo que el Carnaval ha crecido en tamaño e influencia desde que se celebró por primera vez, en 1979. “Los mundos y perspectivas de las personas se reúnen en un solo espacio”, dijo su director, quien creció en el Distrito Misión y ha participado en el festival a lo largo de los años. “Así es como hemos tenido éxito durante 46 años, como una red de tantos círculos y familias que garantiza que el Carnaval continúe para la próxima generación”.
La familia de Sylvia Ramírez se encuentra entre ellos. Ella asistió a su primer Carnaval cuando era productora de televisión para el canal ABC 7, como parte de una cobertura de noticias. Quedó enganchada al instante: “La gente puede ver a los artistas y a los músicos internacionales en el festival, y lo ven todo gratis. ¿En dónde más sacas eso? Y también está en un vecindario, literalmente sales y llegas a las calles de tu vecindario”.
Ramírez ha sido voluntaria en el Carnaval durante 20 años, y ha reclutado a su esposo e hijos; ha ayudado a preparar carrozas y disfraces, así como también a redactar tanto contenido para el sitio web del festival como comunicados de prensa. Su marido es redactor de subvenciones y consultor de desarrollo del evento, mientras que sus hijos, que crecieron marchando y bailando en el desfile, también están transmitiendo la tradición del Carnaval a sus propios hijos.
“Como habitantes de San Francisco, como gente del Distrito Misión, tenemos nuestro sabor especial, y lo ves en el Carnaval. Ya seas de Cuba, Nicaragua, Colombia, México, Brasil, El Salvador, Puerto Rico, etc., hay [representación] de toda la diáspora latina”.