Los estadounidenses de origen asiático han reflexionado sobre lo vulnerable de su comunidad ante los ataques racistas, después de que Robert Aaron Long, de 21 años, asesinara a seis mujeres estadounidenses de origen asiático en tres localidades de Georgia el 16 de marzo. 

En su declaración ante la policía Long dijo que en sus disparos no hubo motivación racial, pero ha sido acusado de ocho cargos de asesinato. Por su parte, el jefe de la policía de Atlanta, Rodney Bryant, dijo que sería muy anticipado clasificar el tiroteo como un crimen de odio. 

Sus publicaciones en redes sociales muestran a Long muy involucrado con su iglesia, mientras que la policía dijo que presuntamente tiene una adicción al sexo y que intentaba «eliminar la tentación». El sospechoso confesó los asesinatos y afirmó a la policía que se dirigía a Florida.

Un asistente escribe ‘fin al racismo’ durante una reunión sostenida en el Portsmouth Square el 20 de marzo de 2021.Photo: Sean Reyes

Con un arma que había comprado apenas un día antes, Long atacó primero en Young’s Asian Massage Parlor de Acworth, situado a unos 50 kilómetros al norte de Atlanta. Hacia las diecisiete horas dejó 4 víctimas de entre 44 y 49 años: Delaina Ashley Yuan; Paul Andre Michels; Xiaojie Yan, y  Daoyou Feng. Después, se dirigió al Gold Spa de Atlanta, y allí mató a otras tres mujeres asiático-americanas, para luego cruzar la calle hasta el Aromatherapy Spa, donde fue descubierto el cadáver de otra mujer. Long fue detenido dos horas después. La policía de Atlanta no ha hecho públicos los nombres de las víctimas.

Representantes de la comunidad asiática-estadounidense afirmaron que los asesinatos fueron agresiones específicas producidas en el marco de un drástico aumento de la violencia e intimidación por odio hacia esta comunidad en el último año. 

Un asistente a la marcha sostiene un letrero en apoyo a la comunidad AAPI, como una muestra de solidaridad tras el tiroteo en Atlanta, Georgia. Photo: Sean Reyes

Stop AAPI Hate, (Alto al Odio contra Estadounidenses de ascendencia Asiática y de las Islas del Pacífico) un portal web en varios idiomas asiáticos, que permite a las víctimas denunciar incidentes de odio o violencia, ha recogido más de 3,800 declaraciones en el último año. Los activistas de la comunidad creen que el repunte de la violencia por odio es el resultado del discurso denigrante de Donald Trump hacia los asiático-americanos: el ex presidente llamó al COVID-19 ‘virus chino’, «’a gripe Kung’ y el ‘virus Wuhan’,  entre otros nombres despectivos.

Ancianos y mujeres han sido el blanco de la mayoría de los ataques. Una encuesta que publicará el Foro Nacional de Mujeres Asiáticas y Americanas del Pacífico revela que el 55% —más de la mitad de las mujeres de la AAPI— informó haber sido afectada por el racismo antiasiático al menos una vez en los últimos 2 años. «Nunca esperamos esto: pensamos que se había acabado después de que Trump perdiera. Pero el crimen de odio al parecer nunca termina», dijo a Ethnic Media Services el 17 de marzo, Jongwon Lee, activista coreano-estadounidense con sede en Atlanta, en el marco de un día de luto. 

Durante una marcha en el Portsmouth Square de Chinatown en San Francisco en apoyo a la comunidad AAPI, un asistente escribe los nombres de las víctimas del más reciente tiroteo en Atlanta, Georgia el 20 de marzo de 2021.Photo: Sean Reyes

Lee dijo que la primera prioridad de la comunidad local era identificar a las víctimas —una tarea difícil ya que muchas de las mujeres utilizan seudónimos para su trabajo en el spa. Expresó su preocupación por el hecho de que las fuerzas del orden no hayan acusado a Long de delitos de odio, y confió en que el FBI, que participa en la investigación, encuentre pruebas que lo confirmen.

El capitán Jay Baker, portavoz de la Oficina del Sheriff de Cherokee, en Georgia, ha sido criticado por minimizar los asesinatos en Acworth. Según este oficial, Long «comprende la gravedad de su crimen. Él estaba bastante enfadado, había estado como al borde de la locura, y ayer fue un día realmente malo para él y esto fue el resultado». Un sinnúmero de reacciones en las redes sociales calificó estas declaraciones «simpatizante» del sospechoso y de «ofrecer excusas» por los ataques.

En una rueda de prensa celebrada el 17 de marzo, organizada por la Organización Nacional de Mujeres, John C. Yang, presidente y director ejecutivo de Asian Americans Advancing Justice, declaró que: «El ataque de ayer fue contra los más vulnerables de nuestra comunidad».

Un asistente a la marcha sostiene un letrero en apoyo a la comunidad AAPI, como una muestra de solidaridad tras el tiroteo en Atlanta, Georgia. Photo: Sean Reyes

Christian Nunes, presidenta nacional de NOW (National Organization for Women), dijo que las mujeres asiático-americanas son vistas de forma hipersexualizada y altamente deseada, lo que las hace más vulnerables a los ataques. Señaló que los delitos contra ellas han aumentado un 150% en el último año, en medio de la pandemia. En Nueva York, los delitos de odio contra la comunidad AAPI se han disparado un 833%, informó.  

La policía de Atlanta hizo públicas las dos llamadas al 911 realizadas desde el interior de los salones de masaje mientras Long proseguía con sus ataques. En ambos casos, el operador no pudo entender lo que decía la persona que llamaba y no comprendió la gravedad e inmediatez de la situación. 

«Esto es la supremacía blanca en su máxima expresión», y agregó: «Los trabajadores con salarios bajos ya se enfrentan a un racismo sistémico, especialmente si no hablan inglés. El lugar al que llaman hogar no es un lugar seguro para ellos».

Leng Leng Chan

Yang y Gregg Orton, director nacional del Consejo Nacional de Estadounidenses de Asia y el Pacífico, afirmaron que deberían asignarse más fondos para contar con intérpretes de idiomas en todos los sectores del gobierno y de las fuerzas del orden, ya que más de un tercio de los estadounidenses de origen asiático tienen un dominio limitado del inglés. Las grabaciones pueden escucharse en esta dirección electrónica: https://bit.ly/3cC60du.

En una conferencia de prensa organizada por la sección de Atlanta de Asian Americans Advancing Justice, Leng Leng Chan dijo «Este ha sido un día devastador. Todos estamos de duelo, tratando de procesar lo que acaba de suceder (…). Esto es la supremacía blanca en su máxima expresión», y agregó: «Los trabajadores con salarios bajos ya se enfrentan a un racismo sistémico, especialmente si no hablan inglés. El lugar al que llaman hogar no es un lugar seguro para ellos».

Un asistente a la marcha sostiene un letrero en apoyo a la comunidad AAPI, como una muestra de solidaridad tras el tiroteo en Atlanta, Georgia. Photo: Sean Reyes

Aisha Yaqoob Mahmood dijo que AAAJ Atlanta estaba trabajando con las familias de las víctimas para proporcionarles apoyo emocional y financiero. «Los prejuicios contra los asiáticos no son nuevos en nuestra comunidad», dijo, recordando la Ley de Exclusión China de 1882, que prohibía a todos los inmigrantes chinos trabajar, y la reclusión de los japoneses americanos durante la segunda guerra mundial.  «Pero la violencia ha aumentado definitivamente en el último año, afectando a nuestros negocios y a nuestras familias. Los tiroteos de ayer han puesto un miedo adicional en nuestro corazón», dijo Mahmood.