Activista, trabajador y dedicado son adjetivos que describen al mexicano Miguel Araujo, un activista comunitario que lleva mucho tiempo residiendo en San Bruno.

Ha organizado, liderado y defendido los derechos de los inmigrantes desde que se mudó al Área de la Bahía en 1965. Este hombre de 72 años ha sido la voz de su comunidad durante más de 40 años, sin embargo, enfrenta la deportación después de negarsele la revisión de denegación a sus solicitudes de retención de expulsión y de protección en virtud de la Convención contra la Tortura (CAT, por sus siglas en inglés). El tribunal dictaminó que Araujo no era un testigo creíble ni podía acogerse a la CAT. 

«Por alguna razón siento que cada vez que voy a un juez de inmigración, no tratan de conseguir la verdad ni la justicia», dijo Araujo. «No importa lo que haga, el tribunal siempre decide negarse y por eso el caso llega hasta el noveno circuito. Toman una decisión buena para mí y luego la cambian por algo malo».

El hijo de Araujo, Miguel Araujo Jr., ha estado recabando firmas e instando a la gente a escribir cartas y a ponerse en contacto con la representante Jackie Speier y el senador Alex Padilla. Se han enviado cientos de cartas a Araujo y a su familia desde que se anunció el llamado a la acción. Todas las cartas se están reuniendo como documentación que se enviará a Padilla y Speier.

«La oficina del senador Padilla ha sido de gran ayuda», dijo Araujo Jr. «Estamos en la etapa de reunir todo y estamos muy agradecidos por lo que ha hecho».

La oficina del senador ha estado en contacto con Araujo dándole información sobre cómo avanzar rápidamente en el proceso y lo que se requiere para hacerlo. Mientras tanto, la oficina de Speier no ha mostrado el mismo nivel de urgencia hacia su caso. «Siento que tengo mucha confianza en la oficina del senador Padilla», dijo Araujo Jr. «Todavía tengo la esperanza de que podamos avanzar con la oficina de Jackie Speier». 

Miguel Araujo, activista comunitario de larga trayectoria y dueño del Araujo’s Restaurant en San Bruno. Arauja está bajo amenaza de ser deportado. Photo: Alexis Terrazas

Araujo tiene una profunda historia en su comunidad de San Bruno. Entró por primera vez en los EEUU en 1965, a los 12 años, y se instaló en el Área de la Bahía. Araujo se involucró en el Centro Azteca, una organización activista que lucha por los derechos de los inmigrantes y luchando por los indocumentados. Mientras seguía como organizador, pudo abrir su restaurante en 1980 y se convirtió en el cocinero que trabajaba con su familia.

«La mayoría de la gente de esta comunidad sabe quién soy», dijo Araujo. «En los negocios, nunca he pasado por debajo de la mesa y me he organizado con legisladores, concejales y senadores».

En 1980 también se convirtió en el presentador de ‘Hablemos claro’, un programa de radio semanal que da voz a la comunidad latina del norte de California. Araujo lo ha conducido de forma constante durante los últimos 41 años.

«Ayuda a expresar las preocupaciones de las comunidades que conoce», dijo Juan Castro. «Otras personas no son capaces de hacerlo por muchas razones diferentes, pero él es valiente al hacerlo».

Araujo fue deportado por primera vez en 1994, tras ser detenido en San Rosa con engaños. Araujo volvió a entrar el mismo día. Un año después, ayudó a organizar movimientos para dar permisos de conducir a los indocumentados en Sacramento, trabajando estrechamente con el actual concejal de Los Ángeles, Gil Cedillo. Aunque la ley AB 60, que permitía a los inmigrantes indocumentados obtener permisos de conducir, no se aprobó hasta 2013, siguió luchando para que se aprobara la legislación participando en mítines y marchas.

«Ha estado involucrado durante mucho tiempo en la lucha por conseguir una legislación para los inmigrantes indocumentados», dijo Castro. «Hemos estado escribiendo propuestas de inmigración, escribiendo al presidente y a los legisladores proponiendo ideas sobre cómo resolver los problemas de inmigración».

Araujo tiene dos hijos y una hija que han participado en la comunidad a lo largo de los años. En la década de 2000, Araujo se convirtió en secretario general de la sección californiana del Partido de la Revolución Democrática, de centro-izquierda, de México. El 1 de mayo de 2006 ayudó a coordinar la marcha por los derechos de los inmigrantes que tuvo lugar en San Francisco, y un año después Araujo Jr. contendió como candidato a la alcaldía de San Bruno, pero perdió ante Jim Ruane. Su hijo también contendió para la ciudad de San Bruno.

«Somos muy conocidos en esta comunidad, llevamos mucho tiempo», dijo Araujo. «Ya sea la gente que ha comido en nuestro restaurante o que conoce lo que hacemos en la comunidad, hemos tenido un impacto en la comunidad».

El 9 de diciembre de 2017, Araujo fue detenido por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) después de que el gobierno mexicano se pusiera en contacto con la Interpol para encontrarlo. Fue detenido por presunta conspiración de un delito y fue enviado a las instalaciones del ICE en Cosumnes River, en Sacramento, antes de ser trasladado a la cárcel del condado de Yuba. Araujo quedó en libertad tras pagar una fianza de 5 mil dólares con la ayuda de Francisco Ugarte y Matt González, abogados de la oficina del Defensor Público de San Francisco. El caso fue desestimado por falta de pruebas, pero al estar detenido, su caso de inmigración fue reabierto tras ser cerrado en 2016. Ahora, Araujo se enfrenta a la deportación por segunda vez.

«Creo que esto es más bien para cerrarme la boca porque hablo de lo que creo que el gobierno mexicano está haciendo a los inmigrantes y a los pobres», dijo Araujo. «Tienen un problema conmigo porque he estado haciendo radio criticándolos durante mucho tiempo».

Araujo sospecha que el gobierno mexicano se ha esforzado por perseguirlo a él y a su familia desde hace mucho tiempo: «El gobierno es muy corrupto, mataron a mi hermano en México», dijo Araujo. «Enviaron una nota roja pidiendo a los EEUU mi deportación».

Araujo tiene la esperanza de que las cosas salgan bien para él y que siga siendo tan expresivo como siempre. Seguirá sirviendo a su comunidad a pesar de los pequeños contratiempos: «Llevo mucho tiempo aquí y siempre serviré a la comunidad», dijo Araujo. «Soy una gran parte de esta comunidad, casi todas las publicaciones de esta zona han escrito sobre mí y lo que he hecho por ella».