Leah Albright-Byrd se fue de su casa en San Francisco a la edad de 14 años, escapando de un padre violento y sin darse cuenta que “corría hacia los brazos de un traficante de personas”.

“El traficante me dijo, ‘De todas maneras estás teniendo sexo, así que por qué no ganar dinero haciéndolo’”, declaró Albright-Byrd, objeto de tráfico humano de los 14 a los 18 años en el barrio de la Misión, en la ciudad de Las Vegas y a través del internet. “Me dijeron, ‘Una vez puta, siempre puta’ ése era mi destino”.

Licenciada ahora y candidata a un doctorado, Albright-Byrd celebrará el próximo año su décimo año de libertad, y declara que se siente orgullosa de denominarse a sí misma una superviviente.

Recientemente dio una charla en San Francisco en un lugar llamado Servicio para Familias y Niños Judíos, como inicio de una campaña para proponer una nueva ley que incrementaría las penas contra los traficantes humanos en California en la consulta electoral del próximo mes de noviembre. La campaña, que coincidió con la conmemoración del ‘Día Nacional de Concientización sobre el Tráfico Humano’, necesita recabar 800.000 firmas para lograr presentarse a la consulta electoral estatal.

Diputada Jackie Speier (D-San Mateo) ayudó a lanzar la Iniciativa de Cero Tolerancia contra el Tráfico Humano en el Condado de San Mateo. Official Photo

La Ley Contra la Explotación Sexual de California (CASE por sus siglas en inglés) haría lo siguiente: incrementar el tiempo de cárcel y la cuantía de las multas impuestas a personas responsables de tráfico humano (hasta $1,5 millones que estarían destinados a servicios para la víctima); quitar barreras que obstruyen la persecución judicial de traficantes sexuales de niños; exigir a las personas con penas por delitos sexuales que se inscriban como agresores sexuales y hagan públicas sus cuentas de internet; exigir entrenamiento adecuado para agentes de la policía; y prohibir la utilización del historial sexual de las víctimas de tráfico sexual en los juzgados.

Si se aprobara, sería la ley estatal más estricta del país para combatir el tráfico humano.

El tráfico de personas “una empresa criminal que se aprovecha de la gente esclavizándola como siervas del sexo o trabajos forzados” es la segunda industria criminal del mundo hoy día junto al tráfico de armas y después del tráfico de drogas. Conforme al Departamento de Salud y Servicios Humanos del Gobierno de los EEUU es el tipo de crimen que más está creciendo.

El estado de California el tráfico de menores es abundante: un informe del Departamento Federal de Investigación (FBI) menciona tres ciudades de California entre las trece áreas del país donde prolifera la prostitución infantil “San Francisco, Los Ángeles y San Diego.

Sin embargo, las leyes contra el tráfico humano del estado de California no son suficientemente duras conforme a los partidarios de nueva legislación.
Un estudio nacional realizado recientemente otorgó a California una nota ‘F’ por su débil legislación en contra del tráfico de niños. La ley contra el tráfico de personas del estado de California establece que el tráfico sexual de menores de edad es un crimen, pero con la condición de que se pueda demostrar que se utilizó la fuerza, hubo fraude o coacción hacia el menor de edad.

Esto es algo que la nueva ley CASE cambiaría: no habría necesidad de demostrar que se utilizó la fuerza a la hora de acusar a alguien de traficar sexualmente con un menor de edad.

Daphne Phung, fundadora y directora ejecutiva de la organización California en Contra de la Esclavitud, colaboró en la elaboración de esta proposición de ley. Según ella, la debilidad de las leyes en California ofende a las víctimas del tráfico de personas, ya que “no sólo estamos desprotegiendo a las víctimas, las estamos discriminando a través de nuestro sistema judicial”.

Jackie Speier, representante demócrata por el condado de San Mateo en la asamblea legislativa estatal, participó en la implantación de la iniciativa ‘Tolerancia Cero’ sobre el tráfico de personas del condado de San Mateo, y declaró cómo generalmente pensamos que el tráfico de personas es un problema de otros países.

“El pequeño secreto sucio”, declaró, “es que existe una bonanza de negocios de proxenetas, pandilleros y mafiosos de cualquier grupo imaginable que están involucrados en el negocio del tráfico de muchachas y muchachos jóvenes”.

El pasado mes de septiembre del año 2005, la asamblea legislativa de California promulgó su primera ley contra el tráfico humano, la AB 22, que estableció que el tráfico de personas es un delito grave y estableció parámetros para ayudar a las víctimas.

La organización ‘Tráfico Humano en California’ estableció en un estudio del año 2007 que existía escasez de recursos para proveer servicios adecuados a víctimas del tráfico de personas, y que a raíz de contradicciones entre las leyes nacional y estatal, resulta más sencillo enjuiciar a los traficantes conforme a las leyes del gobierno federal.

Para Albright-Byrd, la proposición de ley CASE trata de componer varios puntos débiles de la ley californiana “para que muchachas como yo tengamos los servicios y el apoyo que necesitamos” declaró.

Mientras tanto, Albright-Byrd ha fundado su propia organización para prestar ayuda a un grupo de adultos que sobrevivieron el tráfico de personas. La organización se llama ‘El sueño de Bridget’, nombre de una amiga a quien Albright-Byrd convenció de prostituirse.

“Bridget Gray era una muchacha que yo prostituí”, declaró Albright-Byrd. “Ocho años después, el día de su 22º cumpleaños, un tipo le quitó la vida. La estranguló hasta matarla, arrastró su cuerpo desnudo al vestíbulo y la dejó allá como si fuera basura. Era mi amiga. Lucho por todas las muchachas como Bridget”.