A sus 25 años, Mabel Valdiviezo hizo las maletas y dejó atrás a su familia y a su país. Sintiéndose incomprendida por su familia de clase trabajadora y en medio de la violenta represión política en Perú, huyó a los EEUU en 1993. Dieciséis años después, regresó a Lima, esta vez con una cámara de video y el deseo de reencontrarse con su distanciada familia.

Las imágenes que tomó en ese viaje se convertirían en el documental ‘Prodigal Daughter’, que inaugurará el Festival de Cine Latino de San Francisco, el próximo 11 de octubre. Combinando delicadas conversaciones familiares, con arte en técnica mixta, la película autobiográfica de Valdiviezo muestra el ajuste de cuentas de una hija con un hogar que rechazó, porque sintió que la había rechazado primero.

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“Estaba tratando de estudiar para ser cineasta, para hacer arte”, dijo Valdiviezo en entrevista con El Tecolote. En Perú, formó parte de la floreciente escena punk ‘subte’, pero su identidad a veces se interponía en sus aspiraciones. “Siempre hubo obstáculos tremendos, no solo por ser mujer, sino también por mi clase social”.

Sin embargo, convertirse en artista en San Francisco tuvo sus propios desafíos. Valdiviezo se convirtió en una de los 3.5 millones de inmigrantes indocumentados tras quedarse más tiempo del permitido por su visa de turista. Sin la posibilidad de buscar un trabajo convencional, dijo que trabajó como stripper en la ciudad para llegar a fin de mes, luchando con una adicción a las drogas y al alcohol. «Tenía muchas ideas sobre tener el control, pero en realidad no lo tenía. Tú no tienes el control, el sistema de explotación lo tiene».

Su complicado pasado, tanto en Perú como en San Francisco, hizo que fuera aún más difícil decidir acercarse a su familia cuando finalmente obtuvo su tarjeta de residencia (Green card) en 2009, después de más de una década de silencio.

“El distanciamiento es complejo”, dijo Valdiviezo. “Lo que más me impactó [al reencontrarme] fue sentir que había sentido mi ausencia con dolor, con vergüenza”.

Una de las historias centrales de la película es la tensa relación con su madre, Bila, y el proceso de sanación que implicó. Parte de la tensión surgió cuando Bila se enteró de las experiencias de su hija en San Francisco y se sintió juzgada y herida porque dejó atrás a su familia.

“Te fuiste tan joven y no sabíamos nada de ti”, dice su madre en el documental. “¿Podrías haber muerto? Yo no sabía nada”.

Hacer ‘Prodigal Daughter’ y sanar esas heridas familiares, dijo Valdiviezo, fue “una odisea”. El proceso duró 15 años, durante los cuales documentó múltiples viajes a Lima, filmando conversaciones con su familia. Grabó entre 2009 y 2016, y pasó varios años reuniendo las capas de arte en técnica mixta de la película, todo con un presupuesto limitado y financiado con una subvención de la ciudad.

Este año, el documental de Valdiviezo se estrenó en el Festival Internacional de Cine Latino de Los Ángeles. Algunos de los miembros de su familia viajaron a esa ciudad para la proyección, lo que hizo que el evento fuera particularmente especial para ella. Entre ellos estaba Bila, cuyo arte también aparece en la película.

“En última instancia, mi madre realmente entiende dónde estoy en mi viaje. Y es interesante porque tenemos formas muy diferentes de ver la vida”, dijo la cineasta.

Aunque el documental es profundamente personal, Valdiviezo dijo que sus temas más amplios de inmigración, género, enfermedad mental y familia han resonado en muchas familias latinas que han asistido a sus diversas proyecciones en el festival.

“Hubo algunas personas menores de 30 años que vinieron a mí y me hablaron sobre cómo la película fue impactante para sus propias experiencias en su relación con sus padres”, dijo. “También vinieron personas de mi edad y me dijeron: ‘Me ayuda a entender y a tener una relación con mi hijo adolescente’”.

Valdiviezo espera que su película también genere un espacio para debates más matizados sobre la experiencia de los inmigrantes indocumentados y su impacto en la salud mental.

“Hay una narrativa que creo que se está disipando, pero se trataba de: contemos las historias de los buenos inmigrantes, los inmigrantes que lo merecen, y si contamos esas historias, estaremos en una mejor posición para que los estadounidenses comunes y corrientes nos entiendan porque somos como ellos”, dijo Valdiviezo. “Pero somos humanos, todos somos muy complicados, así que para mí no se trata de un buen inmigrante o un mal inmigrante. Es algo intermedio. Es una narrativa compleja”.

‘Prodigal Daughter ‘se proyectará en el Festival de Cine Latino de San Francisco el 11 de octubre a las 6:30 p. m. en el Teatro Roxie, con una segunda proyección el 2 de noviembre a las 2:00 p. m. en el Centro de Artes Yerba Buena. Para boletos y más información sobre estas y otras proyecciones del festival, visite cinemassf.org.