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Con la intención de mejorar las relaciones tensas que existen entre la policía y la comunidad de Bayview, el jefe de la policía de San Francisco se dirigió a un grupo de 75 personas el 9 de marzo.

Fue la primera vez que el nuevo encargado, quien fuera asignado por el alcalde Ed Lee, daba una declaración desde su nombramiento el 23 de enero. Veterano de 27 años del LAPD (Departamento de Policía de Los Ángeles), Scott es el tercer contrato externo durante la historia de 167 años del Departamento de Policía de San Francisco (SFPD, por sus siglas en inglés).

“Entiendo el impacto, cómo cualquier departamento de policía puede cambiar las vidas de varias familias”, dijo Scott con voz suave. “Una de las cosas más difíciles que he tenido que hacer en mis 27 años de experiencia, caminar con una madre y un padre a la escena del crimen, en un tiroteo que involucró a un policía, y en el cual su hijo perdió su vida a manos del departamento para el que trabajé”.

Scott aprovechó la reunión para ofrecer disculpas públicamente a Gwen Woods, la madre de Mario Woods, el hombre de 26 años que fue acribillado por los agentes de la policía el 2 de diciembre de 2015.

“Si nos equivocamos, necesitamos disculparnos… y lo resolveremos”, dijo a los asistentes.

Woods aceptó la disculpa de Scott, abrazando conmocionada al nuevo oficial. Pero su disculpa no convenció a todos.

“Estamos aquí aterrorizados”, dijo Jeffrey Steward, un amigo de la infancia de Mario Woods. “Necesitamos hablar de cómo la policía interactúa con las personas de diferentes partes de la ciudad y espero a usted, siendo afroamericano, le importe este tema”.

Uno por uno, los asistentes abordaron las preguntas escritas en tarjetas para el Jefe Scott, pero existió tensión entre algunos de los miembros de la audiencia.

La familia de Luis Góngora Pat, un indigente asesinado por la policía el año pasado, se puso de pie esperando ansiosamente su torno para hablar con Scott, pero se les impidió hacerlo.

Phelica Jones, la fundadora de la coalición Justicia para Mario Woods, trató de mediar entre la familia de Góngora y los otros asistentes, pero eso sólo resultó en frustración, dando lugar a que la familia y otros activistas salieran furiosos de la reunión.

Durante la sesión, Scott destacó diferentes medios posibles para restablecer la confianza del público, incluso mayor disponibilidad de secuencias de video de la compañía Body Worn Cameras, las cuales podrían ser vistas, según el caso.

El 6 de enero, el SFPD hizo pública una secuencia de video, tras un incidente en el que un enfermo mental que no portaba ningún arma, fue internado en un hospital.

Los agentes de policía de SFPD dedicaron diez por ciento de su día laboral a abordar enfermos mentales, según las estadísticas del departamento. El SF Chronicle informó que aproximadamente catorce personas con antecedentes de salud mental han sido acribilladas por el SFPD desde 2010.

“Muchos de los casos de muerte que he enfrentado a través del estado involucraron a personas mentalmente inestables y no debemos estar matando a personas”, declaró el abogado de derechos civiles John Burris, quien había representado a la familia de Góngora y a la familia de Alex Nieto.

El uso de las pistolas paralizantes fue otro tema abordado por Scott. Aunque dijo que apoya su uso y cree “que pueden salvar vidas”, muchos miembros de la audiencia sacudieron las cabezas en un gesto de desacuerdo.

Jones siguió tratando de mantener la paz entre los asistentes. “Tenemos que ver qué va a hacer”, dijo respecto a Scott. “No puedo juzgarle porque no le conozco”.

Scott tendrá que reparar la imagen del SFPD, la que fue mancillada durante el mandato del anterior responsable, Greg Suhr.

“Sin importar cómo llegué, estoy aquí para intentar mejorar las circunstancias”, dijo Scott. “Y puedo prometerles que las personas con las que estoy trabajando están comprometidas, y sé que necesitamos mostrarles que estamos comprometidos y que necesitamos mostrarlo mediante nuestras acciones”.

—Traducción: Eleni Stephanides