La muerte ha silenciado la voz de un verdadero revolucionario. Después de una lucha contra el cáncer que duró siete años, nuestro compañero Eric Quezada nos ha abandonado.

El pasado 23 de agosto, la comunidad que Eric tanto adoraba lo visitó por última vez, llevándole velas y flores a su casa de la Calle Peralta para bendecirlo en su próximo viaje. Murió a la mañana siguiente, junto a su compañera Lorena, su hermano Carlos y su madre Clara.

Eric fue miembro fundador de los ‘Comités de Correspondencia para el Socialismo y la Democracia’ y co-creador del ‘Centro para la Educación Política de la Misión’. Tenía poca paciencia para la retórica hueca y retaba a sus aliados de la izquierda a ser serios en el estudio y en la teoría para mantener la relevancia del discurso en estos tiempos de cambio.

La idea que Eric tenía del socialismo no estaba enraizada en ideales abstractos sino en gente común que trabaja conjuntamente para crear un mundo mejor en el tiempo actual. Siempre construyó diálogo y solidaridad a través de las fronteras con todas las personas oprimidas, manteniendo la relación con movimientos y personas a lo largo y ancho del planeta.

Este año se cumplirán dos de sus muchos sueños: abrirán sus puertas el espacio ‘518 Valencia’ —un lugar comunitario consagrado a la cultura y a la política de izquierda— y el Hotel Dolores, que, con 59 unidades, será la primera vivienda comunitaria para personas de escasos recursos que se inaugura en la Misión en los últimos diez años.

Eric estuvo involucrado en variedad de grupos que luchan por la justicia social pero su hogar político fue PODER, una organización a la que contribuyó convirtiéndola en una poderosa fuerza por la lucha por la justicia medioambiental y económica en la Misión.

Un terreno baldío lleno de carros abandonados y basura convertido en el Jardín Secreto en la calle Harrison; una antigua fábrica de cemento con el subsuelo contaminado convertido en el Parque Niños Unidos en la calle Folsom —Eric nos enseñó que merecía la pena conservar lo que otras personas descartaban, ya que la Misión es nuestro barrio.

A través de PODER y Mission Housing, Eric unió las fuerzas de la ‘Coalición Anti-desplazamiento de la Misión’ (MAC). Tenía una visión amplia sobre la ‘gentrificación’, centrándose en la lucha que otras personas se mostraban reacias a emprender. Nick Pagoulatos, aliado de MAC durante muchos años, recuerda a Eric como alguien bravo y honorable al mismo tiempo, incluso con sus adversarios políticos.

“Uno de los aspectos más asombrosos del enfoque de Eric era su capacidad de confrontar a un oponente con dureza mientras mantenía sus principios y se ganaba el respeto de su adversario”, dijo Pagoulatos. “Su postura en contra de la ‘Asociación de Constructores Residenciales’ (RBA) y sus numerosos proyectos de ‘gentrificación’ en el barrio fue decidida, y ni siquiera en una ocasión sugirió a MAC que debiéramos rebajarnos … [pero] supo cómo encontrar territorio común con los mismos constructores de la RBA que, como hijos de inmigrantes irlandeses se unieron a él para luchar por una reforma migratoria”.

En el año 2005, Eric se ganó una Residencia Windcall destinada a organizadores por la justicia social.

“Eric fue fundamental a la hora de transformar lo que hasta entonces fueron nada más que respuestas dispersas de frustración y enojo a la ‘gentrificación’ en una verdadera estrategia —enfrentando de cara políticas de la alcaldía que apoyaban al capital, planificadores urbanos y dueños de edificios al tiempo que desplazaba a los residentes de la Misión y sus familias”, dijo Holly Fincke, directora del Instituto Windcall. “Se le ocurrían estrategias que encajaban perfectamente en la comunidad y en el momento político, sin dejar de ser progresista y transformador”.

A pesar del cáncer, Eric luchó por vivir cada momento en plenitud, comprometido con la política, la comunidad y la relación con su familia.

“Es como si hubiera aprendido a vivir libremente de nuevo, soñar, retarme, aprender y experimentar la vida una vez más de una manera natural”, escribió Eric después de que le otorgaran la Residencia Windcall. “Quiero llevarme ese sentimiento conmigo, y mantenerlo junto al corazón cuando vengan los malos momentos otra vez.”

Eric tenía el tatuaje de un pájaro Quetzal resplandeciente en el brazo: según el mito guatemalteco, cuando Tecún Umán, último de los reyes Quiché, murió luchando contra los invasores españoles, su guía espiritual en forma de animal, un quetzal de color verde, se posó en su pecho y sus plumas se tiñeron con su sangre, marca escarlata que el pájaro presenta hasta la fecha.
Eso sí, sus colores vívidos nos recuerdan a aquellas personas que luchan y aman, que luchan con nosotros y nos acompañan en nuestro viaje … Eric Quezada, ¡presente!

El próximo domingo 25 de septiembre habrá una celebración en honor a la vida de Eric Quezada de 2 a 5 de la tarde en la escuela Horace Mann Middle School. La organización Mission Asset Fund ha creado un fondo para financiar la educación de su hija Ixchel Quezada (http://missionassetfund.org/ixchel).

—Traducción Iñaki Fdez. de Retana