Caroline Gage fue desalojada de su casa en enero debido al cierre de su hipoteca. A principios de éste mes, regresó a su hogar.

“He estado aquí por 50 años. No conozco otro lugar más que este. Me fui y ya era hora de regresar a casa”, dijo Gage, quien anda a mitad de sus cincuenta.

Los pagos mensuales de Gage subieron después que el interés ajustado de su hipoteca entró en vigencia y ya no pudo hacer los pagos de su casa de tres recámaras ubicada en el Distrito Bayview-Hunters Point. Ella trató de modificar el préstamo con la compañía con base en Florida IB Properties, pero sin éxito.

Inicialmente, cuando Gage se fue, hace cerca de 10 meses, se llevó algunos artículos personales con ella, pero dejó la mayoría de los muebles y continuó pagando algunas de las utilidades.

“No se sentía bien mudarme”, dijo. “Dejé mis cosas porque yo sabía que eventualmente iba a regresar a ellas.”

Tuvo que reinstalar algunos servicios cuando regresó, pero el proceso fue bastante fácil. Entrar de regreso a su casa fue un momento sentimental para Gage, pero alegre.

“Era como Dorothy en El Mago de Oz; no hay lugar como el hogar”, dijo Gage. “Es un hogar familiar; planeo quedarme ahí.”

Gage es una de los cerca de dos docenas de dueños de casas que se reunieron el Martes durante una comida en la Avenida Quesada para los residentes que están enfrentando el cierre de sus hipotecas y que se niegan a dejar sus casas.

Los dueños de casas expresaron su enojo por el modo predatorio en que los prestamistas están atacando su comunidad.

Los residentes de Bayview están empezando a ver como la comunidad Afro-Americana fue especialmente atacada durante la crisis de hipotecas.

Gage cree que mujeres solteras y personas de la tercera edad en la comunidad Afro-Americana fueron víctimas de préstamos predatorios.

Durante la cima de las ventas de casas, le ofrecieron un préstamo de interés ajustable para hacer reparaciones a la casa, aún cuando ella le dijo al agente de préstamos que estaba deshabilitada y no tenía un ingreso fijo.

De acuerdo a un reporte presentado la semana pasada por el Centro de Préstamos Responsables, era mucho más probable que Afro-Americanos y Latinos obtuvieran préstamos de alto riesgo en comparación con blancos. Cerca de la cuarta parte de Afro-Americanos y Latinos que obtuvieron dichos préstamos han perdido sus hogares por cierres de hipoteca o están seriamente atrasados, comparado con menos del 12 porciento entre blancos.

Los residentes de Bayview, el Reverendo Arzobispo Franz King y la Reverenda Madre Marina King, quienes son fundadores de la Iglesia Africana Ortodoxa St. John Coltrane, también están enfrentándose al cierre de su hipoteca. Su fecha de desalojo está fijada para el 22 de diciembre.

King expresó su gran enojo y tristeza por la situación que enfrenta la comunidad negra en Bayview.

“Primero el re-desarrollo nos sacó de Fillmore ¿Y ahora también estamos perdiendo nuestras propiedades? Es como si no hubiera lugar para nosotros”, dijo.

Grace Martinez, organizadora de ACCE (Alianza de Californianos para la Fuerza de la Comunidad) quien ayudó a organizar el evento, comentó que los bancos se han vuelto cada vez más hostiles a sus esfuerzos. “Nos echan a la policía; se burlan de nosotros.”

Vivian Richardson, dueña de casa en la Avenida Quesada, a quien también le cerraron su hipoteca tampoco tiene intenciones de irse. Su fecha de desalojo está fijada para el 31 de diciembre, pero ella, como muchos de sus vecinos, le está pidiendo a su prestamista reducir el principal en su préstamo para poder reducir los pagos mensuales.

Richardson ha tratado de modificar su préstamo durante los últimos dos años. A principios de este mes, cansada de la falta de comunicación de parte de su prestamista, Aurora Loan Services con base en Delaware, trabajó con ACCE para enviar una ola de correos electrónicos al presidente de Aurora.

El 3 de noviembre, durante el lapso de una a dos horas, aproximadamente 1,400 correos electrónicos fueron enviados y más de 100 llamadas telefónicas fueron hechas, implorándole al presidente Theodore P. Janulis que detuviera la evicción de Richardson. Un vocero del banco le llamó una hora después de la ola de mensajes y le pidió que le mandara una serie de información financiera actualizada para poder revisar su caso.

Dos semanas han transcurrido y aún no ha sabido nada más. El vocero del banco comentó que el caso de Richardson está siendo revisado internamente y que ellos esperan tener una respuesta para el fin de la próxima semana.

Sin embargo, Richardson ha vivido en su casa por 13 años y planea quedarse sin importar la decisión del banco. “Voy a defender mi hogar”, dijo.

El 6 de diciembre, habrá un día nacional de acción, “Ocupando Nuestros Hogares,” donde personas de todo el país que enfrentan predicamentos similares a Gage y Richardson pueden seguir su ejemplo.

En parte inspirado por el movimiento Ocupación, el día de acción es apoyado por varias organizaciones comunitarias como Take Back the Land (Retoma la Tierra) y ACCE. El llamado a actuar es para que la gente se mueva de regreso a sus propiedades con hipotecas cerradas y que defiendan las propiedades de familias que enfrentan desalojos.

Martinez comentó sobre el creciente enojo que la gente está sintiendo. “La idea es, ‘quiero lo que es mío.’” Dijo que muchos dueños de casas han confiado en los bancos y a fin de cuentas, “la gente creyó en una mentira”.

—Traducción Carmen Ruiz-Hernandez