Víctor Martínez nació y creció en Fresno, California, el cuarto hijo de una familia de doce. Asistió a la Universidad Estatal de California en Fresno y a Universidad de Stanford donde primero lo conocí en 1977, junto con Juan Felipe Herrera. Víctor era un becario Wallace Stagner en el Departamento de inglés. Se convirtió en un miembro activo de las tertulias literarias que regularmente se celebraban en la casa del poeta/muralista/artista visual chicano José Antonio Burciaga en Menlo Park, cerca de Stanford.
Después Víctor se mudó al Distrito de la Misión en San Francisco como Juan Felipe Herrera y lo hicimos también. Los tres vivimos y nos pasamos uno al otro el mismo apartamento que rentamos en distintos tiempos en la Calle Capp en el corazón de la Misión. Los tres fuimos miembros activos de Humanizarte, un colectivo poetas chicanos, y luego del Centro Chicano/Latino de Escritores. Victor fue uno de los colaboradores regulares y editores de la La Revista Literaria de El Tecolote, contribuyendo estupendas reseñas de libros, teatro y cine .
Fue en la Universidad de Stanford donde Víctor Martínez conoció a Tina Alvarez, el amor de su vida. Una mañana Tina y Vic me telefonearon a que acudiera de inmediato a su apartamento en la Calle Capp. Yo corrí de mi casa en la Avenida San José, a unas cuadras de retirado, y supe que habían decidido casarse ese día y querían que yo fuera su testigo. Así que los tres tomamos gozosos el BART hasta el Palacio Municipal de San Francisco y fui el único testigo de una ceremonia de matrimonio sencilla pero a la vez profunda que me tocó el corazón. Viv y Tina no necesitaban de las acostumbradas utilerías para demostrar su compromiso y el amor que se tenían.
Víctor fue primordialmente un poeta. Publicó en 1992 una colección de poemas, Caring for a House (“Al cuidado de una casa”) con Chusma House Publications. Fue un miembro activo por largos años de The Grotto, un espacio comunitario para escritores, cineastas y otros artistas narrativos.
Mi amiga poeta Lorna Dee Cervantes resume muy bien la obra de Víctor como escritor en un reciente mensaje que me mandó: “Fue el mejor de todos nosotros. Siempre había algo impecable en su modo de ser y en su inmenso talento; su “no bullshit ways” y su “unbullshitability” o sea, “su honestidad a toda prueba”, eso que Hemingway afirmó que todo gran escritor precisa. Cómo necesito sus poemas ahora. Cómo necesitamos hoy su voz”.
Desde la Ciudad de Guatemala, 20 de febrero de 2011
Yo lo conocí y traté personalmente. Puedo confirmar todo lo que se dice de él en este artículo. Fue una excelente persona y un escritor comprometido.
Una gran pérdida para la comunidad latina.