El Mercado La Gallinita, ubicado en la esquina de las calles 24 y Harrison, recibió el Premio a Pequeños Negocios de parte de la Administración de Pequeños Negocios de los EEUU.. Photo Hanna Quevedo

La carnicería La Gallinita, uno de los negocios familiares más antiguos de la Misión, fue uno de los ganadores del Premio de La Semana de Negocios Pequeños (Small Business Week Award), un honor nacional otorgado por la Administración de Negocios Pequeños de EEUU (U.S. Small Business Administration, SBA por sus siglas en inglés). El alcalde Edwin Lee nominó a La Gallinita.

La presentación tomó lugar durante las festividades anuales de la Semana de Negocios Pequeños, del 16 al 21 de Mayo. La presentación formal tomó lugar el 17 de mayo en el Palacio Municipal, siguiendo una recepción en honor a José Vásquez, dueño de La Gallinita.

Un total de 12 negocios, representando los diferentes distritos de la ciudad, fueron reconocidos. La Comisión de Negocios Pequeños, junto con la Oficina del Alcalde y la Junta de Supervisores, seleccionó a los premiados.

La carnicería/taquería ha pertenecido a la familia desde 1961. Originalmente abrió sus puertas en la esquina de las calles 23 y Bryant, pero en 1972, Vásquez decidió entregar la operación del negocio a su hermano Salvador. Este lo movió luego a su lugar actual del 2989 en la calle 24, donde todavía se encuentra, al lado de su hijo César.

“Mi padre ha tenido este negocio por más tiempo del que me ha tenido a mí”, dijo César. “Es realmente muy halagador recibir este premio”.

La propiedad familiar de La Gallinita es única, especialmente durante otra ola de nuevos negocios que llegan a la Misión reemplazando a varios de los establecimientos clásicos manejados por familias. Pero a pesar de todo, La Gallinita ha navegado de forma segura las olas del cambio.

“Hay gente que ha crecido en esta tienda,” dijo César. “Algunos que eran niños cuando comían aquí, ahora tienen sus propios hijos y aún comen aquí.”

Pero a pesar de la reputación de la carnicería/taquería como uno de los centros de la comunidad, César acredita la larga vida de La Gallinita a la calidad de la comida que sirven. “Vendemos carne seleccionada de la más alta calidad, y nadie más tiene lo que nosotros tenemos.”

César dice que la familia no tiene ningún otro negocio en la ciudad porque sus carnes tienen tan alta demanda que solo pueden enfocarse en una tienda. Dijo también que querían abrir una en el Este de la Bahía, pero decidieron no hacerlo por causa de la mala economía.

Aún sin hacer publicidad, tienen una sólida clientela. “Nuestra publicidad es de boca en boca,” dijo César. “Mi padre siempre dice, ‘no nos mantengan en secreto.’”

—Traducción Mabel Jiménez-Hernández