Una escena de la película “Mosquita y Mari” de Aurora Guerrero, en exhibición durante el Festival de Cine Internacional de San Francisco, del 19 de abril al 3 de mayo. Photo Courtesy San Francisco Film Society

Ya se acerca una nueva edición del Festival Internacional de Cine de San Francisco, la cincuenta y cinco. Durante dos semanas, los aficionados al cine tendrán ocasión de disfrutar de 200 películas provenientes de diferentes lugares del mundo de la mano del SF Film Society, organizadora de este festival anual.

En lo que parece una mayor presencia de EEUU y Europa que en otros años, la presencia latina de esta edición se hace notar especialmente en la sección de directores jóvenes con una o dos películas en su haber. Cuatro de las once películas a competición por el premio al mejor cineasta novel son latinas.

“Mosquita y Mari”, opera prima de Aurora Guerrero, es una firme candidata a obtener el galardón. Ambientada en el barrio de Huntington Park, Los Ángeles, la película retrata la tierna amistad entre dos chicanas que se conocen en la escuela. Guerrero estudió en el Área de la Bahía y es oriunda de San Francisco.

“Abrir puertas y ventanas”, opera prima de la argentina Milagros Mumenthaler, trata de manera exquisita y sensible la relación entre tres hermanas tras la muerta de su abuela. Con tintes a Lucrecia Martel y diálogos brillantes, es otra favorita al galardón.

“Historias que so existen quando lembradas”, dirigida por la joven directora brasileña Júlia Murat, es un retrato costumbrista de un pueblo cafetalero del interior de Brasil. Una fotógrafa llega al pueblo a alterar la rutina. La película rezuma un aire mágico que recuerda a “El lugar mas pequeño” de Tatiana Huezo que se mostró en la edición pasada.

“O som ao redor”, del cineasta Kleber Mendonça, es una muestra del cine que se está haciendo al margen de los centros de Río de Janeiro y Sao Paulo. Filmada en la ciudad de Recife en el noreste de Brasil, retrata la existencia de los residentes de una colonia mediante varias historias entrelazadas, tocando el tema de la seguridad en centros urbanos.

Fuera de competición, llega de Chile la maravillosa “Sentados frente al fuego”, de Alejandro Fernández Almendras. Cine contemplativo de tomas largas y estáticas muy en la línea del argentino Lisandro Alonso, narra la historia de una pareja de mediana edad que se va a vivir al campo.

También de Chile, “Bonsái”, del realizador Cristián Jiménez, es una adaptación de una novela de Alejandro Zambra en tono cómico que tiene lugar en Santiago.
“Un mundo secreto”, del director mexicano Gabriel Mariño, oriundo de Puebla, retrata de manera honesta la aventura de una chica de 18 años y la soledad en que se encuentra.

“Los pasos dobles” de Isaki Lacuesta, enfant terrible del cine español contemporáneo, una coproducción hispano-suiza que parece cien por ciento africana. Galardonada en los festivales de San Sebastián y Guadalajara, esta película coral filmada en Mali está narrada de manera muy ingeniosa.

Finalmente, y fuera del ámbito latino, cabe destacar “I Wish”, la más reciente realización del maestro japonés Hirokazu Kore-eda, favorito del festival. El documental portugués “It’s the Earth Not the Moon”, filmado en la islas Azores y dirigido por Gonzalo Tocha. La coproducción germano-estadounidense “The Loneliest Planet”, protagonizada por Gael García Bernal, filmada en las montañas del Caúcaso y dirigida por Julia Loktev. Y la coproducción franco-germano-belga ”Chicken with Plums”, adaptación del afamado cómic de la iraní Marjane Satrapi.

El broche de oro que cerrará el festival el 3 de mayo es “Don’t Stop Believin’: Everyman’s Journey”, de la realizadora filipino-americana que creció en el Área de la Bahía Ramona S. Díaz.

Definitivamente, nos esperan dos semanas de cine a raudales en San Francisco.

Festival Internacional de Cine de San Francisco.19 de abril a 3 de mayo.

Más información: www.festival.sffs.org