Isaías Galvez, nacido en México, dijo que usó dinero del fondo legal para pagar sus trámites de ciudadanía.

A su larga lista de infamias contra sus trabajadores, los hoteles Hyatt sumaron su negativa a permitir un movimiento administrativo de los fondos monetarios del sindicato Unite Here, Local 2, algo que a la empresa no le habría costado un solo centavo, pero que al prohibirlo perjudica particularmente a los inmigrantes en su nómina.

Hyatt confirma que es un empleador “anti inmigrante”, comentó Mike Casey, presidente de Unite Here Local 2. Lo absurdo es que, al menos en San Francisco, de acuerdo con Casey, el 80% de los empleados de Hyatt son inmigrantes.

Constituidos con aportaciones de sus afiliados y de los empleadores, Local 2 mantiene seis distintos fondos monetarios. Uno de esos fondos es para apoyar a sus trabajadores en el pago de asistencia legal –enfrentar juicios por desalojos o embargo de sus casas; procesos de divorcio o adopciones; aunque la mayoría de las veces es para gastos por trámites de ciudadanía.

Además del fondo legal, existen los fondo de educación, el de asistencia para niños y ancianos, el de VIH-SIDA, el de salud y el de pensiones.

En el 75% de los casos que los trabajadores piden ayuda al fondo legal es por cuestiones relativas a trámites de inmigración, según datos de Local 2. Los trabajadores de Hyatt son los segundos usuarios más frecuentes del fondo legal, de acuerdo con el sindicato.

En agosto de 2009 expiró el contrato entre la mayoría de los hoteles de San Francisco y Unite Here Local 2. Los hoteles se han rehusado a firmar nuevos contratos. La demandas de los trabajadores se centran en mínimos aumentos salariales (1.5%), cobertura de salud a cuotas razonables, mejores codiciones laborales y el derecho a afiiarse al sindicato o crear sus propias asociaciones sin presiones de ningún tipo.

En octubre de 2009, los afiliados a Local 2 votaron por presionar a los hoteles mediante paros laborales esporádicos y el llamado a un boicot en ocho hoteles de San Francisco –otros dos, Le Meridien y Hyatt Fisherman’s Wharff resienten también boicot, pero por diferentes razones–. La estrategia continúa 15 meses después. Los empresarios no han cedido un ápice, aun cuando durante este tiempo sus ganancias han crecido.

La última estocada de Hyatt contra sus trabajadores ocurrió en enero. La cadena hotelera pidió al Consejo Nacional de Relaciones Laborales –National Labor Relations Board– que prohibiera al sindicato mover parte del dinero del fondo de asistencia para niños y ancianos al fondo legal. La idea del sindicato era recolocar 2 centavos por hora pagada.

El incremento en los trámites migratorios ha motivado que el fondo legal se reduzca, explicó el sindicato. Ningún otro hotel cuestionó la idea de rmover los 2 centavos.

“Aun cuando este cambio no tiene impacto financiero en los empleadores y no obstante que la negativa de recolocar los fondos podría impactar la asistencia legal a los trabajadores, Hyatt trata de bloquear la operación para presionar por la firma de un contrato que le favorezca”, asentó el sindicato en un comunicado de prensa.

Sostener el pleito en tribunales habría sido muy costoso, explicó Mike Casey. Así que, por esta vez, Local 2 aceptó la condición impuesta por Hyatt. “Pero la lucha por ésta y otras demandas continúa en las calles”, aclaró el presidente del sindicato.

El martes 18 de enero, Isaías Galvez, empleado del Holiday Inn Civic Center, asistió a manifestarse contra los hoteles Hyatt, a la fueras de un establecimiento de esa compañía en los alrededores de Union Square. “El fondo legal es muy importante para nosotros”, dijo.

Galvez comentó que usó dinero de ese fondo para pagar sus trámites de ciudadanía –es originario de México–; de no haber tenido ese apoyo, no lo habría conseguido, dijo.

Una manera efectiva de apoyar la lucha del sindicato es respaldar el boicot contra los hoteles. Enlistados en la página de internet de Local 2 (http://www.onedaylongersf.org), éstos son: Gran Hyatt; Hilton San Francisco; Frank; Metropolis; Palace; Westin St. Francis; Hyatt Regency y Hotel W, además de Hyatt Fisherman’s Wharf y Le Meridien –los dos últimos por oponerse a que sus trabajadores se sindicalicen.

Si el Hyatt regatea por los centavos en perjuicio de los trabajadores, usted puede negarle a esos hoteles sus dólares completos.