TRAS CINCO DÉCADAS DE DISCORDIA, LA OEA RETOMA CONTACTO CON CUBA
La Organización de Estados Americanos (OEA), reanudó el diálogo oficial con Cuba tras el viaje del secretario general del organismo, José Miguel Insulza, para asistir a la II cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC) a celebrarse el 28 y 29 de enero en La Habana.

Las tensiones entre Cuba y la OEA comenzaron tras el triunfo de la revolución cubana en 1959. Tres años después, el país antillano fue excluido del organismo en la octava cumbre celebrada en Punta del Este, Uruguay, debido a la adhesión de la isla al marxismo-leninismo que —según la resolución oficial de la OEA— resultaba incompatible con el alineamiento del sistema interamericano.

Si bien la OEA levantó la restricción sobre Cuba en 2009 durante la Asamblea General que tuvo lugar en Honduras, Cuba rechazó volver al mecanismo. “No regresaremos a ella. Tiene una carga histórica negativa como instrumento de dominación de los EEUU que no se puede resolver mediante ninguna reforma”, expresó en aquel entonces el canciller cubano Bruno Rodríguez.

No obstante, voceros oficiales manifestaron su interés en la participación del secretario de la OEA en la CELAC, un foro político alternativo a la OEA incentivado en 2011 por el entonces presidente venezolano, Hugo Chávez. Insulza ha sostenido que ambas organizaciones no son incompatibles y pueden coexistir como foros políticos.

HISTÓRICO FALLO DE LA HAYA EN TORNO A ZONA MARÍTIMA DISPUTADA ENTRE PERÚ Y CHILE
Tras más de 6 años de proceso, el pasado 27 de enero el Tribunal de La Haya falló a favor de Perú en torno a un área de casi 50 mil km² de mar que estuvo por décadas en disputa con su país vecino, Chile.

La zona registra una pesca anual valorada en 200 millones de dólares. Perú y Chile, en ese orden, son los dos primeros exportadores mundiales de harina de pescado. Es por eso que el presidente chileno, Sebastián Piñera, lamentó el dictamen desde el Palacio de la Moneda: “Esta decisión de la Corte significa que Chile debe ceder derechos económicos en una zona de aproximadamente 20.000 a 22.000 km² al oeste de la milla 80”.

La demarcación trazada por la Corte Internacional de Justicia pone fin a décadas de discusiones sobre cómo dividir una de las zonas pesqueras más ricas del mundo frente a las costas de los dos países vecinos, enfrentados desde la Guerra del Pacífico de 1879–83, en la cual Perú perdió territorios y Bolivia su único litoral marítimo.

Resta saber si esta sentencia emitida por el tribunal irá más allá del diferendo marítimo, ya que hasta ahora no menciona limitación respecto de un “triángulo terrestre” de casi 38 mil metros cuadrados en la frontera establecida por el Tratado de 1929 entre los dos países suramericanos.

Si bien para el mandatario chileno la delimitación marítima “ratifica” su “dominio sobre el triángulo terrestre”; para el presidente peruano Ollanta Humala el fallo “no prejuzga ni afecta la intangibilidad de la frontera terrestre”.