Protesta en el centro de la ciudad el 15 de agosto, 2011. Photo Courtesy planetsave.com

La medida sin precedentes que el pasado 11 de agosto adoptaron los oficiales del BART al suspender el servicio de telefonía móvil durante tres horas en anticipación a una manifestación contra la brutalidad policíaca ha provocado en una fiera reacción violenta de tácticas entorpecedoras por parte de un grupo de ciber-piratas conocido con el apelativo de ‘Anonymous’.

El pasado 14 de agosto, Anonymous revindicó varias acciones llevadas a cabo en contra del BART, entre ellas el envío de “faxes negros”, piratear la página web www.myBART.gov, y publicar los nombres, contraseñas y números telefónicos de clientes del BART que utilizan la página.

Conforme a una declaración atribuida a Anonymous y distribuida a lo largo y ancho del Internet, la base de datos de los usuarios de myBART apenas si estaba protegida y su publicación no puso en peligro la información financiera de ninguna persona.

“Cualquier persona de 8 de años y conectada al Internet podría haber hecho lo que nosotros”, decía la declaración. “Ninguna de la información, incluyendo las contraseñas, estaba codificada. Está claro que al BART no le importan nada sus clientes.”

El 15 de agosto, Anonymous organizó otra protesta mediante la red social Twitter y congregó a alrededor de 50 activistas. Fue una respuesta directa a la suspensión de la comunicación del 11 de julio.

BART respondió cerrando temporalmente las estaciones del centro de la ciudad, pero esta vez no suspendió el servicio de telefonía móvil. Varios de los manifestantes alzaron sus teléfonos en alto gritando “¿Me puedes oír ahora?” y se dispersaron varias horas después.

Raíces de la polémica
La protesta inicial que tuvo lugar el pasado 11 de julio fue una manifestación en contra de la muerte de Charles Blair Hill, un vagabundo de 45 años de edad a quien la policía del BART mató a balazos en la estación del BART de Civic Center el 3 de julio.

Aún se está investigando el incidente y los policías involucrados declararon actuar en auto-defensa como consecuencia de que Hill supuestamente los atacó con un cuchillo.

Oficiales del BART declararon que descubrieron que se iban a utilizar páginas web de redes sociales tales como Twitter para organizar una nueva protesta en las estaciones del centro de la ciudad el 11 de agosto. Como respuesta a ello, decidieron clausurar el servicio de telefonía móvil y de Wi-Fi en el subterráneo.

La protesta nunca llegó a suceder, pero la medida resultó muy controvertida, atrayendo la atención de los medios de comunicación y provocando que algunos comentaristas establecieran paralelos entre las acciones de los oficiales del BART y las tácticas de clausurar el servicio de telefonía móvil e Internet utilizadas por líderes de línea dura en países del Medio Oriente para evitar la comunicación entre los manifestantes y con el extranjero.

“Hosni Mubarak decidió esencialmente desactivar el interruptor y poner un bozal a las personas que intentaban derrocar su régimen”, dijo Anastasia Lozano-Garcia, una de las manifestantes, en una entrevista con la cadena de radio NPR. “Eso es lo que ha sucedido esencialmente acá en el BART cuando decidieron desactivar el interruptor.”

Sin embargo, en un comunicado oficial, oficiales del BART dijeron que la decisión que tomaron “no fue a la ligera” y que se basó exclusivamente en preocupaciones sobre la seguridad.

Las razones que adujeron fue la posibilidad de que el caos originado por las protestas en las estaciones “podría [haber] conducido a que hubiera demasiada gente en las plataformas subterráneas y consecuentemente condiciones peligrosas”.

Aún así, varios grupos civiles que abogan por los derechos civiles como la Electronic Frontier Foundation y la Unión Estadounidense de Libertades Civiles (ACLU) criticaron la decisión del BART y la consideran una violación al derecho de libre expresión.
La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) ha comenzado una investigación por su parte respecto a la acción del BART.

Más ataques
El pasado miércoles la base de datos del sindicato de oficiales de policía del BART fue pirateada. Se capturó y publicó en otra página web la información personal de 220 oficiales de la agencia de transporte, incluyendo la dirección postal de sus residencias, números de teléfono y otros datos privados.

Anonymous no revindicó la acción, pero durante una de sus ‘chateos’ en línea, se distribuyó un enlace dirigido a la página web que contenía la información.
“Estas personas son criminales, y vamos a pasarle la información al FBI”, declaró Phil Sekhon, presidente de la Asociación de los Oficiales de Policía del BART, en una declaración al periódico San Francisco Chronicle. “Nada está protegido en la era electrónica… lección aprendida.”