Escena de “O cangaceiro.” Photo Courtesy SF Film Festival

En 1953, la productora cinematográfica Vera Cruz basada en Sao Paulo estrenó “O cangaceiro.” Tras el éxito abrumador en Brasil, la película fue premiada en el Festival de Cine de Cannes en Francia y distribuida por Columbia Pictures en 22 países.

Dirigida por Lima Barreto, un ex periodista y documentalista galardonado, la película popularizó las películas de vaqueros brasileñas—un género que alcanzaría su verdadero potencial poético en la década siguiente, cuando los realizadores del movimiento Cinema Novo revisaron la historia de Brasil.

Los cangaceiros—bandidos que atacaban los pueblos y luchaban contra los grandes terratenientes para escapar de la esclavitud y el hambre—surgieron del sertao, una vasta región en el noreste de Brasil, afectada por una crisis económica y sequías endémicas, en los últimos años del siglo XIX.

Al igual que Joaquín Murrieta, el Robin Hood de El Dorado (la figura semi-legendaria en California durante la fiebre del oro de la década de 1850), el valor de los cangaceiros, el misticismo y su oposición violenta a la injusticia social les hizo héroes populares del folclor.

En la tradición más fiel de la literatura de los cangaceiros, el bandido no es ni bueno ni malo, sus acciones son a la vez liberadoras y represivas—el cangaceiro es un guerrillero que lucha por su supervivencia en una región violenta asediada por dificultades. En la película, Barreto retrata al cangaceiro como una figura que vive más allá de su contexto histórico y cuya vinculación con la tierra parece mágica y sobrenatural, pero lo presenta como un héroe más simple, o bueno, o malo.

Glauber Rocha, director y critico de el del Cinema Novo, criticó la película por no ser una representación realista de los cangaceiros y por conformarse con una película de aventuras al estilo de Hollywood. Por otro lado, la crítica brasileña Ana M. López señala que “en lugar de préstamos extranjeros inconexos” los elementos híbridos convierten a la película en “transformadora”, no “imitativa”.

Entre las 18 películas producidas por la Compañía de Cine Vera Cruz en cinco años, sólo “O cangaceiro” obtuvo éxito crítico y financiero. Columbia Pictures aprovechó el éxito de la película en Cannes y, con un nuevo final y bajo el título de “Los bandidos”, la distribuyó por todo el mundo como si fuera una película producida en sus estudios.

“O cangaceiro” es a menudo descrita como una historia de amor y muerte, el romance entre el bandido Teodoro y la maestra Olivia, junto con una historia secundaria sobre la lucha armada de una banda de cangaceiros comandada por el capitán Galdino Ferreira. Aunque ambas líneas narrativas se combinan eficazmente, es la representación de la figura del bandido y el movimiento popular armado que se levantó en el noreste de Brasil entre los años 1880 y 1930 que atrae nuestro interés hoy día hacia la película de Barreto.

“O cangaceiro” se mostrará el domingo, 6 de mayo, como parte de la serie “Voces brasileñas del cine”, presentada por el Colectivo Cinema Errante en el Artists’ Television Access, 992 Valencia St.