La Muerte, la Muy Huesuda
arrastrando de la mano
a una Meg Whitman suertuda
gritando se está llevando:
“No me lleves todavía;
te puedo dar un millón;
¿no ves que yo soy hoy día
candidata a gobernador?”
“Meg, ¿quién en ti confía?”
–La Muerte le respondió–
“Si tu nana Nicky Díaz
cuando ayuda te pidió
para sus papeles arreglar
tras años contigo trabajar,
dijo: –Meg nomás se rió
y si más me despidió–
diciéndome la infeliz:
–Nicky, desde este momento
te doy desconocimiento;
yo nunca te conocí–”
La Muerte le recordó:
“Meg, así te trataré,
por mentir y causar dolor
al infierno te llevaré;
con nuestro pueblo en mente
aconsejo no votar
en este dos de noviembre
por esta maldita tal por cual…”
Así se ve a una millonaria
dólares sin fin quemar
en elección extraodinaria
en un rincón infernal