El cuarto álbum de Rico Pabón satisface las expectativas. “Todo lo que soy” responde a una genuina reflexión de su historia y su comunidad.
Un chico de Nueva York y la Bahía, en su más reciente trabajo musical, pieza ecléctica pintada con variedad de colores y sabores representando la experiencia de Pabón durante su crecimiento —su cultura, ideas políticas y gustos musicales muestran la paleta completa de influencias que han hecho de él quien es— se convierte en algo más con lo que muchos podemos identificarnos.
El álbum comienza con un tributo a Puerto Rico. ‘Que sabroso’ mezcla elementos afro-caribeños con un ritmo electro-hip-hop sin refinar. La instrumentación en vivo da una sensación de descarga de luz a la pieza y expone su fuerte sentido de orgullo. En la canción habla a toda la gente de descendencia puertorriqueña. Reconoce a quienes nacieron allí, y en los EEUU y a otros que se identifican con la cultura, multitud a la cual se dirige con una fiesta que representa a borinqueños de todo tipo.
‘Fue el destino’ continúa la pachanga con una pieza reggae-chata que empaca un ritmo eléctrico pleno que incluye bongo, violín, timbal y bajo. En esta canción, Pabón demuestra su fiera habilidad para navegar entre el inglés y el español en sus ritmos, incluyendo terminología de todo latinoamérica.
Pero sus complejidades no terminan ahí, más tarde recurre a frases y coros en yoruba, un lenguaje originario del suroeste de Nigeria, que encontró su entrada dentro de la vía vernácula con el tráfico de esclavos. Pabón rinde respeto a sus ancestros, madres y familia.

Conforme el álbum progresa, elementos de jazz, chachachá, bomba, reggae y hip-hop a sorbos, encuentran el camino para llegar a esta olla de mezcla de sonidos, géneros y músicos.
El álbum porta una lista de músicos del Área de la Bahía como los forty-niners de 1989: John Santos, John Calloway, Anthony Blea, Wayne Wallace, David Flores, Ayla Dávila, Héctor Lugo, Miguelito Martinez, Luq Frank, Colín Hogan, Zoe Ellis, Destani Wolf, Luke Kirley, Ali Luna, Mari Luna, Camilo Landau y Los Cojolites, que prestan su maestría al proyecto.
Esto encaja perfecto con el tema general del álbum, “Todo lo que soy”. Como Pabón entreteje materiales de diferentes lugares, sentimientos e ideologías, continuamente aterriza en su casa, la base donde familia, amigos y comunidad se encuentran. Usando solamente los más finos talentos del Área de la Bahía, exitosamente crea un álbum para la comunidad, hecho por la comunidad.
Este es el aspecto más fuerte del álbum. Es un retrato honesto de la vida de Pabón y del ambiente que lo ha rodeado. El porta su corazón en la mano, sin temer la entrada en su vida de quienes lo escuchan. En años recientes ha sido difícil encontrar artistas de hip-hop que sean honestos sobre sus influencias y motivación; Pabón y su álbum son un buen respiro de aire fresco.
Para más información visite: www.ricopabón.com
—Traducción Emilio
Victorio Sanchez