Con la primavera, el Mercado Comunitario de la Misión regresa a la calle Bartlett el 14 de abril después de un periodo de descanso de cuatro meses durante el invierno.

Por segundo año consecutivo, este vibrante mercado de la comunidad iluminará este pedacito de calle en el corazón de la Misión.

El objetivo de los organizadores del mercado es hacer que las cuadras entre las calles 21 y 22 sean un hermoso espacio similar a un parque en el que la gente del barrio disfrute a diario. Una manera de lograr este objetivo es mediante la creación de una serie de murales en la cuadra.

El verano pasado, Sirron Norris, CUBA y jóvenes de la comunidad crearon el primer mural junto al Café Revolución. En este momento, están recreando uno de los primeros murales realizados en San Francisco y que no está a la vista del público, ya que se construyó dentro de la Basílica Misión Dolores. El mural lo pintaron indígenas Ohlone en el año 1791 bajo la supervisión de misioneros españoles.

Ben Wood y Eric Blind redescubrieron el mural en el año 2004 y lo han documentado digitalmente. El proyecto consiste en recrear este mural del siglo XVIII, —una pieza importante de los indígenas americanos y de la historia de California— a tan sólo unas cuadras de distancia del original en la Misión Dolores.

“Este año habrá más de todo”, dijo el organizador Jeremy Shaw acerca de la reapertura del mercado. “Más alimentos, más agricultores, más entretenimiento, más niños, más de todo, más enfocado en la salud.”

Podemos mirar hacia el futuro e imaginarnos que la gente vendrá al mercado a comprar coloridos productos orgánicos y artesanías originales hechas a mano, mientras que los niños de secundaria estarán cantando ‘hip-hop’ y también habrá cantantes de ‘bluegrass’ ofreciendo una música de fondo llena de sentimiento.
En lugar de coches aparcados, la calle se llenará con puestos de venta de agricultores y vendedores locales. Niños bailando, los vecinos platicando y docenas de bebés en cochecitos observando la agradable actividad con los ojos abiertos.

La Mercado Comunitario de la Misión reúne a una variedad de proveedores de latinos en este barrio, desde personas que comenzaron a cultivar en los años 60 a nuevos empresarios que comercializan sus alimentos y otros productos por primera vez.

El mercado al aire libre se llevará a cabo cada jueves de 4 a 8 de la tarde en la calle Bartlett, entre las calles 21 y 22.

“El mercado es un éxito absoluto”, dijo Shaw. “Reúne varias ideas de una manera única para mejorar la salud de la familia, el acceso de los jóvenes a las artes y enaltaece lo bien que se la puede pasar uno en la calle. Tiene una gran variedad y profundidad en lo que se refiere a asociaciones y partidarios”.

La misión del mercado hecha pública es que se trata de un “mercado semanal al aire libre que celebra la diversidad de la Misión con alimentos frescos, empresas locales y actividades de los jóvenes con el fin de mejorar la salud de la familia, el acceso de los jóvenes a las artes y el uso seguro y divertido de las calles de la Misión.”

“Este mercado está muy bien”, dijo el propietario de una granja, Apolinar “Poli” Yerena. “Está lleno de familias. Tienes la oportunidad de conocer a la gente. Merece la pena la manejada dos horas desde Watsonville para ser parte de él.”

Yerena, de 58 años, y su esposa vendieron casi todas las fresas marca de la casa que trajeron el mes de diciembre pasado.

Operaron un gran puesto iluminado con luces portátiles. Un enorme cartel blanco mostraba una fotografía de Poli y su familia de pie frente a la Granja Yerena, incluyendo a su hijo, a una hija de apenas 20 años de edad y a su joven nieto Gryson de 3.

En la foto su hija lleva puesta una camiseta de la universidad San Francisco State. Yerena menciona con frecuencia que su hijo se graduó recientemente de la universidad Fresno State con un título de agricultura y recursos naturales.

“A mi hijo se le ocurrió esto, el Yacon”, dijo Yerena, mientras mostraba el misterioso producto. “Estamos tratando de diversificar.”
Sacó un pedazo de papel en el que se ennumeran los beneficios medicinales del Yacón, que se parece a una patata dulce. Sorprendentemente, dijo que tenía el sabor de un cruce entre melón y manzana.

Yerena llegó a California desde México en el año 1968 cuando tenía 18 años de edad. Su primer trabajo fue recogiendo fresas. Al mismo tiempo que César Chávez estaba trabajando para sindicalizar a los trabajadores agrícolas. En última instancia, su familia se convirtió en aparceros.
Ahora son dueños de 18 acres en Watsonville.

“Fue difícil para mí ir por la vía orgánica”, dijo. “Después de tantos años de agricultura convencional usando pesticidas, era difícil cambiar.” Pero ahora él practica el proceso orgánico, que dice que es mucho mejor para la tierra y les ayuda a mejorar la calidad del producto.

“Trabajo 16 horas diarias”, dijo. “Si usted quiere ser agricultor, realmente tiene que querer serlo.”

Chrystos Cusigch, de 31 años de edad, también es de México, pero ella recién comenzó su negocio de venta de ropa orgánica hecha a mano para bebés, Yatere Orgánica, hace un mes.
“Recibí ayuda de la Agencia de Desarrollo Económico de la Misión (MEDA)”, dijo. “Se trata de una incubadora que ayuda a las personas a crear pequeñas empresas. Escribí una propuesta y me dieron dinero para comenzar.”

MEDA ayuda a las familias latinas de bajos y moderados ingresos a través de la creación de empleo. “Ayudamos a la gente con cosas básicas como la mejora de su crédito, la reducción de su deuda, a aumentar sus ahorros, comprar una casa o comenzar un negocio”, dijo el Director Ejecutivo de MEDA Luis Granados conforme a SF Gate.

Cusigch es uno más de la media docena de pequeñas empresas propiedad de latinos que abrieron sus puertas en El Mercadito el pasado otoño, un mercado de incubadoras promovido por MEDA. Ella tiene una tienda en Plaza Adelante, en la planta baja del edificio que acoge las oficinas de MEDA en las calles 19 y Misión y que se inauguró el pasado mes de octubre.
Cusigch vende hermosos abrigos de punto hechos a mano para bebés, y sombreros que van a juego, con bordes de colores exóticos como verde oliva, berenjena y turquesa. Están adornados con hermosas mariposas y botones de girasol.

También vende “bib-burpees” hechos a mano que se venden por $15. “Costarían unos $50 en una tienda convencional”, dijo. “Mis amigos los hacen”, dijo.
El nombre de la empresa proviene de la palabra que los pueblos indígenas utilizan en Brasil para denominar a la luna.

Cusigch dijo que está agradecido por el mercado porque “ayuda a las personas que hacen sus propias cosas y promueve el consumo local.”