Se realizó un arresto después del tiroteo que la noche del 9 de junio sacudió al Distrito Misión, dejando nueve personas heridas. El presunto sospechoso, Javier Campos, fue arrestado en Watsonville, Santa Cruz y puesto bajo custodia en San Francisco, donde enfrentará cargos penales por el incidente que ha sembrado nerviosismo entre la comunidad.
Según Santiago Lerma, Asistente Legislativo de la Supervisora del Distrito 9, ocho de las nueve víctimas han sido dadas de alta del hospital.
“Pensé que me había golpeado un fuego artificial, ¿sabes?”, dijo una de las víctimas que El Tecolote identifica como Tom. Tom recibió dos disparos en la pierna. “Y luego me dispararon de nuevo y me di cuenta que era grave”.
Por su parte, Ozzy, representante de Mission Skateboards y Dying Breed, relata momentos después del tiroteo como personas corrieron hacia el Callejón Balmy. “Dimos la vuelta… Estaba mal y la gente no se movía ni se escondía, fue mucho”.
Los transeúntes se apresuraron a ayudar a las víctimas, aplicando primeros auxilios a sus heridas. «Estoy realmente agradecido de que la situación resultara como fue para mí porque con la ayuda de la comunidad, pude tener más oportunidades de estar en la situación [que] estoy ahora», dijo Tom, quien fue trasladado al hospital y dado de alta al día siguiente. Él expresó su gratitud por las personas que estuvieron allí para ayudar a salvar su vida. “Podrían haber corrido y huido de la situación, lo que podría haber sido lo más inteligente, pero hubo personas allí que simplemente no lo pensaron dos veces, algunos de los actos más valientes [actos que he visto]. Es solo una bendición, de seguro”.
El Distrito Misión ahora se esfuerza por sanar colectivamente mediante la organización de círculos comunitarios y mítines por la paz, que fueron dirigidos por organizaciones como Calle 24. Lucia Ippolito, una organizadora de esos círculos, realizó ejercicios de terapia de arte en colaboración con miembros de la comunidad, y también se ofrecieron los servicios de facilitadores de salud mental, quiroprácticos y curanderos somáticos.
“Una vez que se reveló que el tirador fue detenido, creo que hubo una sensación de alivio. Sin embargo, eso no significa que todavía no haya violencia de la que debamos preocuparnos”, compartió Ippolito.
Los círculos comunitarios y las manifestaciones han brindado un espacio seguro para que los residentes del distrito se recuperen y hablen sobre cómo la violencia armada afecta el vecindario.
“Creo que nuestros líderes y organizadores comunitarios podrían organizar más círculos de sanación, más debates públicos y reunir más a las personas para que nuestra comunidad se una contra la violencia y el odio”, dijo Ippolito.