Hasta hace un año, las fotografías que actualmente se exhiben en la galería ‘La intersección de las artes’, permanecían sólo en los álbumes fotográficos de familias japonesas. Si bien ni las casas ni muchas de aquellas personas existen, sus fotografías aun permanecen.
Dicha exposición de arte, titulada ‘(Re)colección’ –una colaboración con ‘Lost and Found (Perdidas y Recuperadas): Fotografías familiares arrasadas por el tsunami 3.11 al este de Japón’ – consiste en una exposición colectiva que reúne miles de fotografías recuperadas tras el devastador terremoto y tsunami que azotaron las costas de Japón el 11 de marzo de 2011.
“La mayor parte de la cuidad de Yamamoto ha desaparecido, quedando fuera del mapa” dice Kevin Chen, curador de la exhibición, quien explicó, además, cómo los elementos u objetos destruidos fueron clasificados tras la catástrofe por voluntarios que comenzaron a separar las fotografías con la finalidad de preservarlas.
Con el tiempo, el gimnasio de una escuela se llenó con cerca de un millón de fotografías, las cuales fueron limpiadas de forma individual, puestas en un archivo digital, corregidas con Photoshop, y puestas en una base de datos. “Los sobrevivientes pueden tratar de buscar sus propias fotografías y catalogarlas… En realidad pueden tratar de recuperar sus propias fotografías” dijo Chen.
“Nadie dijo [a los voluntarios] que hicieran eso”, agregó Chen. “Este es el recuerdo de alguien…Si pierdes a toda tu familia, ¿qué te queda?”.
La exhibición muestra lo importante que son las fotografías en la vida de los individuos, y cómo es posible encontrar consuelo conservando aquellas que resultan valiosas aun cuando se hubiese perdido la mayoría de ellas. “Este fue un recuerdo entrañable de alguien, la fotografía de la boda de alguien, de la graduación de alguien, del nacimiento de alguien… aun cuando todo se desvanece de esta manera”, dijo Chen.
Muchas de las fotografías recolectadas -casi 40,000- sufrieron tal daño que resultó imposible restaurarlas. Ante la lamentable posibilidad de su desecho, un fotógrafo de Tokio, Munemasa Takahashi, ofreció resguardarlas con la idea de luego utilizarlas en un proyecto que permita compartirlas.
Chen convocó a siete artistas para crear un concepto en el cual se exponga la vida de las personas que aparecen en las fotografías, y a su vez se resalte la importancia de preservar sus memorias.
El artista Mayumi Hamanaka tomó una de las fotografías dañadas, la amplió y construyó capas de la misma imagen para crear un efecto de altura en aquellas áreas donde ésta había sido destruida.
“Básicamente, construí un paisaje basado en las áreas que se perdieron en esa fotografía en particular. Seguí los contornos de las áreas vacías y cree cada capa”, explicó Hamanaka.
“El primer contorno determina la forma de la siguiente capa, y luego la siguiente, y continúa construyéndose un mapa topográfico único sobre la información perdida en la fotografía”, agregó Hamanaka.
Mark Baugh-Sasaki creó una instalación que semeja un paisaje urbano en miniatura, desafiando la gravedad sobre una pared con reflejo de luz, mientras que en el techo de cada ‘edificio’ se encuentra una de las fotografías recuperadas. Las luces finalmente se apagan y prenden creando un esquema mágico y rítmico.
Las fotografías carcomidas de bodas, hermanos tomados de las manos, personas con mascotas y familias compartiendo alimentos, seguirán recordándonos que una de las cosas más importantes en la vida son nuestras memorias y recuerdos.
La exhibición fotográfica ‘(Re)colección’ se exhibe en la galería “La intersección de las artes” del 12 de septiembre al 27 de octubre, de martes a sábado en un horario de 12:00 a 6:00pm. La entrada es gratuita.
—Traducción Maria Pía Kirk Berastain