Escena de “Mosquita y Mari.” Photo cortesía Aurora Guerrero

Aurora Guerrero creció en el distrito de Excelsior en San Francisco, estudió estudios chicanos en la Universidad de California en Berkeley, y luego se mudó a Los Ángeles para estudiar cine, donde vivió 12 años. Ahora vive entre ambas ciudades.

Supe por primera vez acerca de Aurora a través de las redes sociales en línea, ya que estaba recaudando fondos para su película. Había un montón de rumores acerca de su primer largometraje, una película titulada “Mosquita y Mari”. La realizó con menos de $500.000 y se mostrará esta semana en el 550 Festival Internacional de Cine de San Francisco, presentado por el SF Film Society.

Una historia sincera e íntima, narrada de manera expositiva y en que la ambientación es importante, presenta la relación de dos amigas que se juntan en la escuela y desarrollan una fuerte amistad. La película se siente honrada y personal, con un guión bien construido y personajes arquetípicos.

Activista en primera instancia, cineasta después, Guerrero hizo tres cortos—“Pura Lengua” (2005), “Viernes Girl” (2005), “Pandora’s” (2008)—y fue asistente del director Peter Bratt en “La Mission” (2010).

Creciste en el barrio de Excelsior, San Francisco, pero decidiste ubicar “Mosquita y Mari” en Huntington Park, Los Ángeles. ¿Por qué?

Hace unos años, cuando estaba buscando para rodar la película en la Misión, descubrí que mi presupuesto sería demasiado elevado en comparación con rodarla en Los Ángeles. En ese momento consistía en lograr hacer la película más que hacerla en la Misión. No siento que mi historia se ha visto comprometida en absoluto por recrearla en Los Ángeles. Yo estaba buscando un contexto de inmigrantes y en ese sentido Huntington Park funcionó. Tuve que ajustar el ritmo y el paisaje de Huntington Park, que es un poco diferente al de la Misión, pero al final creo que sirvió mejor a la historia, de una manera simbólica en lo referido a la relación entre las chicas.

La mayor parte de tu equipo era latino. ¿Por qué?

Es importante abrir las puertas a los latinos, especialmente las mujeres y los jóvenes, detrás de la cámara. Este tipo de experiencias, prácticas ayudan a construir una comunidad de artistas latinas y latinos con formación que pueden ir a ayudar en otros proyectos futuros.

La naturaleza variada de tu financiación, ¿informó o comprometió tu visión? ¿Lo harías de nuevo?

Cuando apareció el modo de financiación “crowd-funding” y yo no tenía financiación anterior no dudé en aprovechar la oportunidad de poner el destino de esta película en manos de mis comunidades. Si pudiera hacerlo de nuevo, definitivamente iría por ese mismo camino. Me ofrece una autonomía que como cineasta independiente deseas. También envía un mensaje tan fuerte para mí como una artista que mis patrocinadores financieros creen en mi visión y mi potencial, y no están queriendo cambiarlo.

Fuiste activista antes que directora de cine. ¿Cómo formó tu manera de hacer películas?

Aprendí rápidamente que la realización de películas como una forma de entretenimiento es un lujo. Las artes se presentaron para ser parte de un contexto de justicia social, así que para mí el cine es una forma de arte que tiene el poder para crear un espacio para el diálogo, la educación, la curación…

¿La naturaleza colaborativa de la cinematografía lo convierte en un tipo de arte comunitario?

El cine es en sí una forma de arte colaborativo que ofrece una gran oportunidad para crear como una comunidad de artistas. Pero no todo el mundo rinde honor a ese elemento de la cinematografía. Lamentablemente, muchos directores y productores se acercan al cine de manera jerárquica o, a menudo se llevan todo el crédito de la película, sin reconocer al equipo de personas que lo hacen posible. Me encanta el aspecto de colaboración de la cinematografía. Me gusta construir una idea con otras personas. Es increíble lo que las personas pueden crear juntas.

¿Qué tan controladora eres durante el rodaje? ¿O usas más estilo guerrilla?

Establezco parámetros para los actores, que consiste en el guión que he escrito. Yo les digo con lo que podemos jugar dentro del mundo que se ha escrito. Pero dicho esto yo siempre trato de crear un espacio donde las ideas son bienvenidas. Por supuesto, los actores son artistas ¡y a menudo saben mucho más que yo! Creo que mi cine estilo guerrilla viene más en las imágenes y el sonido de la película. Me inspiro con el lugar y siempre extraigo algo del mundo en el que viven los personajes para ayudarme a crear una atmósfera.

Háblanos de tu próximo proyecto.

Estoy trabajando en mi segundo largometraje, es sobre un inmigrante latino atrapado entre su hermana y su creciente atracción para el marido de su hermana.

La película de Aurora Guerrero “Mosquita y Mari” se mostrará en el Teatro Kabuki en San Francisco como parte del SF International Festival el jueves 26 de abril a las 9:30pm y domingo 29 de abril a las 6:30pm.

Guerrero impartirá una clase sobre cómo promocionar una película el próximo 8 de agosto. Más información: http://www.sffs.org/content.aspx?catid=927,1032&pageid=2878