El mural del artista Julio Salgado se exhibe en la esquina de las calles 24 y Bryant como parte del proyecto Mural Digital de Galería de la Raza. A mural by artist Julio Salgado is on display at the corner of 24th and Bryant Streets as part of Galería de la Raza’s Digital Mural Project on June 14 in the Mission District. Photo Shane Menez
El mural del artista Julio Salgado se exhibe en la esquina de las calles 24 y Bryant como parte del proyecto Mural Digital de Galería de la Raza. Foto Shane Menez

El artista Julio Salgado de Berkeley basa las raíces de sus ilustraciones en su identidad como queer indocumentado. Su trabajo puede ser encontrado en diversos formatos tales como videos, libros e ilustraciones. Las declaraciones fuertes de Salgado han dejado huella en un tiempo marcado por la creciente demanda de una reforma migratoria.

Desde 2010 la obra de Salgado ha sido viral: crea ilustraciones a partir de fotos de individuos enfrentando deportación o detención y las usa para formar campañas via internet.

Estas ilustraciones con frecuencia refieren a estudiantes indocumentados SOÑAdores perseverando por el acceso a la educación superior —el propio Salgado se cuenta entre. Su arte refleja las demandas de, por, para, y acerca de la juventud indocumentada.

El trabajo de Salgado ha sido presentado en el Centro Cultural SOMarts y el Yerba Buena Center for the Arts. Su más reciente instalación es un cartel para anuncios digital de la Galería de La Raza en la Misión. El Tecolote decidió entrevistar a Salgado para celebrar junio como el Mes del Orgullo Homosexual Nacional; estilo Indocuqueer.

Te eres co-fundador de Soñadores a la Deriva (dreamersadrift.org) junto con otros tres artistas jóvenes indocumentados,

¿qué te inspiró?

Dreamers adrift (Soñadores a la deriva)… fue una respuesta a cómo los medios representan a los estudiantes indocumentados y cómo se nos dijo que nosotros éramos criminales. 2010 fue el año en que los estudiantes empezaron a salir de las sombras, con actividades como plantones, y siendo arrestados protestando [contra] la proposición de ley SB-170 en Arizona. Presentándonos como indocumentados y queeres… ellos empezaron a cambiar la narrativa y a atacar. Como gente creativa necesitamos documentar esto en nuestras propias palabras.

¿Qué significa para ti ser dueño de una identidad como queer indocumentado?

Para mí se trata de usar esas formas de identidad que se suponen nos hacen débiles (para) fortalecerme y ser como ‘Chíngate, no me importa lo que pienses, yo voy a ser yo’.

¿Cuándo fue la primera vez que reconociste tu pasión por el arte?

[Cuando] tomé mi primera clase de arte, descubrí que el trabajo de Frida Kahlo… y vi de qué modo le era posible proyectar emoción y dolor y al mismo tiempo que no había una actitud de me vale madres todo… cuando estás en el séptimo grado [eres] gordito y gay y [estás] confundido sobre la vida, ves cosas como esas y te sientes atraído hacia ellas.

Estudiaste Periodismo en CalState Long Beach…

Yo estaba produciendo el periódico. Conviviendo con gente de la raza y explorando mi identidad. Empecé a aprender sobre política y empezamos una revista llamada El Reflejo. Estábamos escribiendo sobre interseccio-nalidades de ser queers e indocumentados pero yo estaba en el closet porque nuestras aportaciones eran anónimas.

¿Había alguna barrera que te impidiera ser “de ambiente” (gay, en México)?

Yo no me politicé sobre ser de ambiente sino hasta hace un par de años. En mi familia tuve un tío gay que es un gay de los 80s. Él se enfermó de SIDA (AIDS) y vi a mi tío en cama enfermo muchas veces… recuerdo que teniendo 14 o 15 (años) iba al hospital y lo veía ahí en la sala de emergencias y siempre sentí que me iba a pasar a mí, eso es lo que pasa cuando eres gay: te mueres.

El año pasado tus ilustraciones para Papeles: historias de Juventud Indocumentada fue publicada. ¿Cómo es que ese proyecto se hizo posible?

Tarde en el 2009 (Papers) el documental salió y la directora, Anne Galisky, y me dijo ‘Solamente 5 historias la hicieron dentro del documental, ¿te interesaría ilustrar las historias?’ Así que yo leería las historias (transcripciones del libro) y a propósito no quise conocer como eran las personas… algunas veces dibujaba a la gente y se veían como son en vida real. Más tarde fue realmente un pasón conocer a gente que sentí que ya la conocía.

¿Alguna recomendación sobre tu éxito en el arte y el activismo?

Si eres bueno en algo te debes enfocar en eso y ¡asegurarte de poner agua en la semilla! Aun si tienes que hacer algo más, como yo, que hice burritos por cinco años (durante y después de la universidad) pero después siempre dibujé. La gente no debería renunciar a lo que es buena.

—Traducción Emilio Victorio-Sánchez