El 10 de junio de 2025, aproximadamente 200 manifestantes se congregaron frente al Tribunal de Inmigración de San Francisco, lo que provocó el cierre de las instalaciones ese día. Foto: Pablo Unzueta para El Tecolote/CatchLight Local.

La mañana del martes 10 de junio de 2025, la detención de tres inmigrantes por parte de agentes de ICE vestidos de civil en el Tribunal de Inmigración de San Francisco, provocó una respuesta inmediata de manifestantes que se congregaron en el lugar. Los manifestantes intentaron impedir dichos arrestos y expresar su rechazo a las acciones de las autoridades migratorias dentro del tribunal.

Según la organización Faith in Action Bay Area, los individuos fueron arrestados sin la debida orden judicial mientras se encontraban en sus audiencias programadas. Testigos describieron que agentes enmascarados vestidos de civil usaron la fuerza para introducir a por lo menos un hombre en una Dodge Grand Caravan plateada. 

Tras los arrestos, un grupo de aproximadamente una docena de personas intentó impedir la salida del vehículo, interponiéndose en su camino o abriendo sus puertas en un intento de detener el traslado de los detenidos. Cuando la puerta se abrió brevemente, otro agente enmascarado que se encontraba al interior del vehículo, roció con gas pimienta a los manifestantes; luego, el conductor, también enmascarado y vestido de civil, condujo por la calle Sutter mientras dos vehículos Ford Impala plateados, también sin distintivos oficiales y con luces intermitentes en el tablero y sirenas, cruzaron la intersección para escoltar la camioneta.

El grupo de manifestantes regresó al tribunal. Un joven gritó: «¡Esto es fascismo!» cuando se le pidió que describiera lo que acababa de suceder.

Rebecca Bush, quien acudió al sitio para apoyar al sindicato SEIU Local 87, dijo que llegó justo a tiempo para presenciar las detenciones: «Los agentes del ICE salieron con tres personas detenidas y las metieron en una camioneta. Intentamos preguntarles sus nombres y si querían que llamáramos a alguien, pero no nos oyeron». Bush dijo que le rociaron gas pimienta en el proceso.

Otro testigo, Jesse, quien pidió ser identificado sólo por su nombre, describió los arrestos como similares a un secuestro: «Vi cómo se llevaban a alguien como se lleva a un secuestrado, no a una persona arrestada», dijo.

Por su parte, Luna Osleger-Montañez, organizadora de la Coalición We Fight Back, enfatizó el efecto que este tipo de arrestos pueden tener: “Es crucial que los inmigrantes sigan asistiendo a sus audiencias y puedan presentarse ante el tribunal. La razón exacta por la que el ICE está haciendo lo que hace es para disuadir a la gente de sus audiencias, para que puedan ser detenidos en ausencia con mayor facilidad”.

En otras partes del Área de la Bahía, la Red de Respuesta Rápida de San Francisco confirmó otro arresto del ICE en Concord. En San Francisco, la comunidad respondió con notable rapidez a los arrestos en el tribunal: apenas media hora después de las detenciones, casi un centenar de manifestantes se congregaron en el lugar, número que se duplicó rápidamente, atrayendo a una diversidad de personas: familias con niños pequeños (algunos de tan solo cuatro años), ancianos de hasta ochenta años, y varios perros acompañando a sus dueños. Los manifestantes marcharon a ambos lados de la entrada del edificio, portando pancartas improvisadas y coreando consignas que recordaban las de otras protestas de la semana.

A la 1:30 p. m., se informó a los manifestantes que el juzgado había sido clausurado y las audiencias de inmigración programadas para esa tarde, pospuestas.