Mesha Monge-Irizarri interviene durante la audiencia sobre desalojos. Foto Olympia Zampathas

Las protestas y un foro público en el que miembros de la comunidad expresaron su preocupación sobre “la epidemia de desalojos” de San Francisco componían la agenda de una audiencia sobre desplazamiento por la vivienda convocada por el Supervisor David Campos el pasado 14 de noviembre.

Durante la audiencia, activistas y líderes comunitarios se reunieron para discutir qué se puede hacer sobre el aumento desenfrenado de desalojos que se denomina crisis y que es paralela a la subida de precios en el mercado inmobiliario de la ciudad.

“Realmente no se puede llegar a una solución si no se entiende la magnitud del problema”, dijo Campos respecto a los desalojos por la Ley Ellis en la ciudad. “El objetivo de esta audiencia es no sólo tener una mejor comprensión de los datos, sino también poner un rostro humano a lo que sucedió”.

“Queremos poner freno a la Ley Ellis”, dijo Tommi Avicolli Mecca, activista local. “Queremos que todo el mundo tenga casa”.

Cuando se le preguntó si iba a trabajar con el alcalde Ed Lee y los supervisores de la ciudad para reparar los problemas de vivienda en la ciudad, Avicolli Mecca respondió: “Voy a trabajar con cualquier persona que quiera trabajar para derogar la Ley Ellis”.

“Yo creo que hay una crisis”, dijo Campos. “Hay barrios como Bayview y Visitacion Valley donde los residentes se gastan hasta el 60 por ciento de sus ingresos en la vivienda”.

El alquiler medio está subiendo y la tasa de desocupación es cada vez menor según los desalojos aumentan constantemente. Desde 2010, ha habido un aumento del 169.8 por ciento en los desalojos por la Ley Ellis, siendo el barrio de la Misión el más afectado, según Frank Russo, analista de datos para la ciudad.

Estas cifras no incluyen a todos los residentes obligados a abandonar sus hogares ya sea por acosos u otros tipos de desalojos y compras, que es cuando el dueño de una casa le da al inquilino la opción de aceptar una compensación y dejar su lugar de residencia antes de amenazar con un desalojo según la Ley Ellis.

Durante la audiencia, y para la alegría de los presentes, Campos mencionó tres proyectos de ley en los que está trabajando actualmente. El primero consiste en crear un mecanismo en el seno de la agencia encargada de regular los alquileres en la alcaldía que permita a los inquilinos presentar denuncias si consideran que están siendo hostigados por su propietario y presionados para abandonar el hogar.

Campos propone además duplicar la cantidad de dinero con que los dueños de las casas tienen que compensar a los desalojados por la Ley Ellis, que según él se aprobará pronto. Otra ley regularía las compras, obligando al dueño a registrarlas, de modo que la alcaldía pueda hacer un seguimiento del número de desplazamientos están ocurriendo debido a compras. También prohibiría cobrar precios de alquiler a precio de mercado después de que el inquilino haya sido “comprado”.

Por cada desalojo conforme a la Ley Ellis en la ciudad, se cree que se dan tres compras, conforme a Ted Gullicksen del San Francisco Tenant’s Union.

“Por cada desalojo, por cada persona, por cada cifra de desplazamiento, hay un ser humano detrás de ese número”, dijo Campos. “¿Somos una ciudad que permitirá a los ciudadanos de clase trabajadora trabajar y vivir en la misma ciudad?”

“Hay temor en los rostros de las personas”, dijo el Supervisor Eric Mar. “Ese miedo es real y ahora está basada en hechos”.

Aunque que la agenda prevista para la reunión duró aproximadamente una hora, la sección de comentarios del público abarcó dos más. Residentes de San Francisco de todas las edades y de casi todos los barrios de la ciudad hablaron durante la audiencia.

“Se nos ha pasado por alto”, dijo el residente de San Francisco John Robles. “Es casi como si se hubieran acordado de nosotros hasta el final y me rompe el corazón”.

Los supervisores Campos, Mar y Norman Yee estuvieron presentes. Ellos han establecido un acuerdo para celebrar una nueva audiencia frente a una concurrencia más grande el próximo mes.

“¿Quién quedará cuando los artistas, organizadores y los que se preocupan por los demás se hayan ido”, dijo Beverly Upton, residente de San Francisco desde hace mucho tiempo. “Quién quedará en San Francisco.”

—Traducción Alfonso Agirre