Según este nuevo informe, los latinos son las personas que tienen mayor probabilidad de ser favorecidos con el Permiso Familiar Pagado. Pero la falta de conocimiento por parte de los emigrantes y de los trabajadores de bajos ingresos no hace posible que ellos accedan a este tipo de subsidio.

El estudio dio a conocer que los latinos son los menos proclives a participar en este tipo de programa estatal que ofrece permiso remunerado de descanso cuando los trabajadores toman tiempo libre para cuidar de un bebé recién nacido o de un familiar enfermo —permiso que llega a sumar el 55 por ciento del salario por un lapso de seis semanas. El programa, que se inició en el año 2004, es pagado en su totalidad por los empleados a través de un impuesto sobre la nómina. Los trabajadores que pagan impuesto de nómina están cubiertos por el Programa de Seguro de Incapacidad Estatal, y al momento de pedir tiempo de descanso para cuidar de un familiar tienen derecho a solicitar el Permiso Familiar Pagado.

Según el informe, solo el 35 por ciento de los latinos que representan una muestra de 500 individuos tenía conocimiento acerca de este programa, en comparación con un 54 por ciento perteneciente a los trabajadores de origen blanco.

A pesar de que todos los californianos que reúnen los requisitos se pueden beneficiar de este programa, los trabajadores de bajos ingresos, muchos de los cuales no reciben beneficios, experimentarían el mayor dividendo, según lo dijo Ruth Milkman, co-autora de este informe, y profesora de sociología en la California University, Los Angeles, y en la City University of New York. Ella también agregó que alrededor de un 60 por ciento de los trabajadores de bajos ingresos que participaron en esta medición no obtuvo ningún tipo de pago mientras se encontraban de permiso de descanso. Una vez que los empleadores decidieron pagar el permiso de descanso remunerado, aquellos que se encuentran en la categoría de salario mínimo recibieron menos de la mitad del pago que les correspondía.

“Pero, entre los que utilizaron el Permiso Familiar Pagado, más de un 80 por ciento recibió por encima de la mitad de su paga”, continuó Milkman.

El programa de California, el primero de los dos únicos programas estatales existentes en el país, proporciona cobertura en el sector privado, incluyendo al trabajador independiente. Pero, cerca de un tercio de aquellos trabajadores que reúnen los requisitos para acogerse al programa no lo han utilizado, quienes opinan que el porcentaje de pago era demasiado bajo. Esto es realmente problemático para los trabajadores de bajos ingresos. El pago máximo llega a un tope de $987 por semana.

“La nueva tasa marca una gran diferencia para los trabajadores de bajos ingresos”, añadió Milkman. La medición recomienda aumentar el salario de retribución a los trabajadores del 55 al 66 por ciento.

En general, los trabajadores que utilizaron el programa obtuvieron un permiso de descanso más largo y fueron más propensos a regresar a su mismo trabajo. De igual manera, gracias a que el ingreso de estos trabajadores no fue interrumpido, ellos lograron proveer un mejor cuidado a bebés recién nacidos o a familiares que se encontraban enfermos.

En California, padres primerizos pueden acceder al permiso familiar pagado para cubrir de forma parcial el tiempo de descanso utilizado para cuidar al infante recién nacido.

“El promedio para la lactancia materna en todas las madres primerizas que solicitaron el programa de descanso pagado se duplicó, de cinco a once semanas para las madres que laboran en trabajos de alto nivel, y de cinco a nueve semanas para las madres que laboran en trabajos de bajo nivel”, expresó Milkman. “Esto es un beneficio significativo en la salud de los recién nacidos.”

Solo el nueve por ciento de las empresas utilizadas en este sondeo dijo haber observado un ahorro en sus costos al participar en este programa. Eileen Appelbaum, co-autora del estudio y quien también es una economista que trabaja para The Center of Economic and Policy Research in Washington, D.C., dice que esto es una buena noticia, siendo que en un principio el programa fue denunciado como “un acaba-trabajos”.

“Nosotros creemos que el nivel de ahorro fue mayor que aquel reportado”, señaló Appelbaum.

Según ella, a pesar de la respuesta insignificante que dieron las empresas, más de un 60 por ciento de éstas está coordinando sus propios beneficios con el programa estatal. En general, el 90 por ciento de los empleadores que coordinan la cobertura con el Programa de Permiso Familiar Pagado ha impulsado la moral del trabajador, la productividad y el resultado final. Empresas de menor tamaño, con menos de 100 empleados, informaron haber logrado un mayor ahorro en sus costos y lograr obtener un resultado más alto.

A pesar de los beneficios que pueden conseguir los empleados y los empleadores, la inscripción en el programa ha sido más baja que la esperada. Una razón, según Milkman, es que los trabajadores temen recibir repercusiones negativas en el lugar de trabajo. Alrededor de un tercio de ellos dijo temer ha ser despedido si se inscribían en el programa.

—Traducción Eduardo Alegrett